ALBERTO F. MENA MALLÉN
… pero aún puede hacer más daño a México.
Muchos “AMLOvers” están felices con su pequeño líder tabasqueño por lo que ha hecho en beneficio de ellos y del país. Sí, hay que reconocer que, sí ha hecho mucho para beneficiar a sus seguidores, para ir construyendo una secta electoral de morenos que, muchos tienen largas colas que son escondidas con ayuda y el beneplácito del macuspano y que siguen disfrutando de la libertad por ser leal a este señor.
Y ha olvidado a quienes no desean que la 4T prospere en tierra azteca, ante el cúmulo de evidencias que existen en el sentido de que el líder morenista solo busca su beneficio y de su camarilla, con acciones políticas y de gobierno para destruir instituciones, con el pretexto de que hay mucho corrupción, que hasta la fecha no ha mostrado, pero que sí se conoce a través de las benditas redes sociales, las que han dado cuenta de todos los desfalcos que se han cometido y sobre lo cual no se ha hecho nada, cuando menos por aclararlos o justificarlos.
Lo malo es que pregona que su gobierno no es corrupto, que no hay impunidad, que no son iguales a otros gobiernos anteriores -son peores, dicen muchos mexicanos-, y que en México todo está requetebién, que estamos mejor que antes, que la delincuencia ha disminuido sus acciones, lo que se ve en sus cifras -con otros datos que ellos solo manejan a discreción-, y que, por ello, su plan de seguridad continuará hasta el fin de su mandato, aunque hay dudas de que si gana su corcholata, lo prorrogue.
Fue un éxito económico el proporcionar los apoyos a diversos sectores de la sociedad, como a los ancianos, que estaban olvidados por anteriores administraciones, y que con ello, sí apoyan su economía familiar, pero es una lástima que por su maldita austeridad, por lo que ha recortado presupuesto a muchas áreas que ayudaban a estos grupos de la población y lo que reciben, se tenga que gastar, por ejemplo, en medicamentos, que cada día se encarecen más por la falta de una política de supervisión y de control por parte del Estado.
O que a muchas familias que desean vacunarse para continuar con su programa de control para reducir riesgos del Covid-19, el actual gobierno les ponga trabas a las instancias correspondientes para quienes deseen aplicarse dicho anti-virus y que solo apruebe las que no tienen registro para atacar adecuadamente al virus y ante la presión, de una respuesta lenta a las solicitudes de los laboratorios encargados de producirlos, aunque ya autorizaron a Pfizer, pero le negaron a Astra-Seneca.
Existen fuertes críticas por el actuar gubernamental y más cuando hay carencia de vacunas para los niños, por lo que enfermedades que ya habían sido erradicadas o aminoradas en todo el país, actualmente van en aumento. No se diga en la atención en los hospitales, donde continúa la carencia de medicamentos y las citas son muy prolongadas, hasta meses, lo que lastima la economía familiar ante la necesidad de acudir a la medicina privada.
López Obrador ha minado los fundamentos mismos de la sociedad mexicana, con sus odios, con sus excesos, con sus venganzas, con sus pensamientos divisorios y cada vez que el mesiánico maneja sus intereses y su lenguaje de mentiras y engañabobos y no los de todos los mexicanos, surgen más peligros y el único desenlace previsible puede ser el desastre de México. A pesar de ser un buen político, se requiere de la moderación, pero no es muy seguro que uno pueda aprender esto en la historia, ya que la que maneja es una muy personal que está acabando con México.
Existen muchos indicios de que el titular del ejecutivo federal, busca con sus obras insignes, quedar en la historia del país como alguien que buscó ayudar a México de los atracos de los neoliberales y según sus palabras frecuentes, ayudar a los pobres, de lo que presume casi todos los días, incluso con la afirmación de que según datos oficiales el número de ellos ha disminuido, pero no agrega que hay cada vez menos pobres con más pobreza extrema, lo que se ve todos los días en las calles de muchas ciudades.
Está muy convencido de que el petróleo seguirá siendo el motor de la economía por muchos años más, lo que puede ser cierto, pero, como no tienen prospectiva, no han hecho nada, o no se ha informado adecuadamente, respecto a programas de apoyo para impulsar la compra de vehículos eléctricos o híbridos, donde muchas naciones avanzan a pasos agigantados para suplir los combustibles fósiles por energías limpias, lo que ayuda contra el cambio climático y donde México va atrasado.
Sobre la economía, presumió por más de cuatro años que era de lo mejor, pero actualmente con la petición al Congreso para que se soliciten créditos por casi dos billones de pesos, existen analistas que afirman que lo único que provocará serán problemas a la población y todo, por querer terminar en su gobierno sus obras maestras para inaugurarlas por última ocasión antes de que se vaya al exilio, a su rancho en Tabasco -eso repite y dice y muchos no le creemos-.
Él busca salvar su pellejo y no le importará lo que suceda, pero también hay quienes señalan que los problemas vendrán para quien gane la presidencia de la República, incluyendo la militarización que modificó en su actuar, ya que primero estaba en contra y ahora les ha dado manga ancha hasta para que sean albañiles de sus grandes obras.
Muchos chairos piensan que el engañabobos es un excelente presidente, pero solo llega a ser un gran líder político de su movimiento, porque al dividir a los mexicanos, solo administra lo bueno para sus seguidores y a quienes disienten de sus ideas, son unos mal agradecidos que no los quiere ver en su país; igualmente se ha dicho que México va al precipicio si continúa Morena en el poder, que es lo único que defienden, no al pueblo sabio.
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