«La escala y velocidad de la crisis humanitaria es escalofriante. Gaza se está convirtiendo rápidamente en un agujero infernal y está al borde del colapso», afirmó Lazzarini.
Más de 1.900 personas han muerto en Gaza y Netanyahu advierte que «esto es solo el principio»
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu advirtió este 13 de octubre que los numerosos bombardeos sobre la Franja de Gaza por parte de Israel son «solo el comienzo» de la respuesta de Tel Aviv al ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre y a los posteriores.
«Nuestros enemigos acaban de empezar a pagar el precio. No puedo revelar lo que ocurrirá, pero les digo que esto es sólo el principio», dijo el mandatario israelí en un mensaje televisado.
Las declaraciones de Netanyahu se producen luego de que el Ministerio de Sanidad palestino informara que los bombardeos de Israel en la Franja de Gaza han provocado la muerte de, al menos, 1.900 civiles, entre ellos más de 600 niños y niñas.
De acuerdo con el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), Philippe Lazzarini, desde el 7 de octubre, más de 423.000 gazatíes han sido desplazados.
Además, Tel Aviv ordenó el 12 de octubre a 1,1 millones de civiles que abandonen la Franja de Gaza en un plazo de 24 horas. Al respecto, el organismo dirigido por Antonio Guterres advirtió que «es imposible que se produzca tal desplazamiento sin consecuencias humanitarias devastadoras».
Sin embargo, Netanyahu reafirmó su promesa de que el grupo palestino Hamás será destruido y aseguró que Israel nunca perdonará los «horrores infligidos al pueblo judío».
«Lucharemos contra nuestros enemigos usando un poder sin límites», aseveró.
El pasado 7 de octubre, Hamás disparó miles de cohetes contra las principales ciudades del sur y centro de Israel, incluyendo Tel Aviv, la capital, y Jerusalén. Paralelamente, cientos de militantes irrumpieron la valla que divide a la Franja de Gaza de Israel y se infiltraron en varias comunidades del sur de Israel, en donde tomaron un número indeterminado de rehenes que pretenden cambiar por presos palestinos en Israel.
El jefe adjunto del buró político de Hamás, Saleh al Arouri, señaló el 12 de octubre que alrededor de 1.200 combatientes entraron en asentamientos israelíes durante el ataque del 7 de octubre.
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron la Operación Espadas de Hierro y el primer ministro israelí dijo que el país «está en guerra». Israel cortó el suministro de electricidad y agua a la Franja de Gaza y se niega a reanudarlo hasta que Hamás libere a todos los cautivos.
En las últimas horas, Tel Aviv ha desplegado tanques, unos 300.000 soldados y equipo de artillería en las fronteras con Gaza, en lo que se presume podría ser el preparativo para una infiltración terrestre en el enclave palestino, que ha sido bombardeado incesantemente por las fuerzas israelíes. Sputnik