Las ciudades tendrán que afrontar condiciones climáticas y ambientales sin precedentes y cada vez más traerán consigo nuevos riesgos para lo cual la experiencia institucional y colectiva no tiene registro, afirmó Mirian Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.
En el caso, por ejemplo, de la Ciudad de México los modelos indican que la temperatura se va a incrementar un poco más de un grado y en el escenario más pesimista para 2100, indica que la temperatura podría incrementase hasta un peligroso 4.9 grados mientras que la precipitación podría disminuir hasta un 7.6 por ciento, afirmó al pronunciar una conferencia magistral durante el Quinto Congreso Internacional de Gestión Integral de Riesgos y Resiliencia en Ciudades que se lleva a cabo en la Expo Reforma.
Agrego, que, “los cambios en las condiciones climatológicas incrementarán la ocurrencia de fenómenos extremos como sequía y lluvias intensas lo que puede aumentar la vulnerabilidad de la población”.
En este sentido planteó que “los riesgos en cascada asociados al cambio climático, demandan políticas públicas flexibles, que den certidumbre y capaces de reducir, además, las desigualdades estructurales”.
La gestión integral de riesgo demanda un conocimiento arraigado en el territorio que permita comprender a fondo los factores sociopolíticos culturales económicos y psicológicos que influyen en la construcción del riesgo o que pueden contribuir a su mitigación, apuntó.
Entre otros aspectos, Urzúa, planteó la necesidad de una mayor inversión en las estrategias de prevención, pues, “según el Comité de Asistencia para el Desarrollo de la OCDE, del financiamiento que se destinó entre 2011 y 2022 a 34 países en desarrollo para fines relacionados con desastres sólo el 5.2 por ciento se dirigió a la reducción del riesgo de desastres y todo el resto, es decir casi el 94 por ciento a la reconstrucción y el socorro en casos de desastres”.
Se requiere además de una articulación mucho interinstitucional entre la agenda ambiental, climática, de gestión integral de riesgo y la adaptación y mitigación del cambio climático ligadas a la gestión de riesgos.
Por otro lado la gestión integral de riesgos como ese transversal de la planeación urbana al corto mediano y a largo plazo, los riesgos globales como la actual crisis bioclimática, subraya la interdependencia entre territorios sociedades y economías y la necesidad de un enfoque sistémico que considere el riesgo en la toma de decisiones.