Moscú expresa su más seria preocupación por la escalada actual en la zona de conflicto palestino-israelí, declaró la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova.
Rusia reafirma su posición «de principio y coherente» de que este conflicto, que se arrastra desde hace 75 años, «no tiene solución por la fuerza y puede resolverse exclusivamente por medios políticos y diplomáticos», declaró Zajárova.
De acuerdo con sus palabras, es necesario establecer un proceso de negociación «sobre una base jurídica internacional bien conocida que prevea la creación de un Estado palestino independiente dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como capital, que viva en paz y seguridad con Israel».
«Consideramos la actual escalada en grandes dimensiones de la situación como otra manifestación extremadamente peligrosa del círculo vicioso de la violencia, que es consecuencia directa del incumplimiento crónico de las resoluciones pertinentes de la ONU y de su Consejo de Seguridad y del bloqueo de facto por parte de Occidente de la labor del ‘cuarteto’ de mediadores internacionales para Oriente Medio, formado por Rusia, EEUU, la UE y la ONU», insistió la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova.
Rusia hace un llamamiento a las partes del conflicto para que cesen el fuego, renuncien a la violencia, den muestras de la moderación necesaria y «establezcan, con la ayuda de la comunidad internacional, un proceso de negociación encaminado a instaurar una paz global, duradera y largamente esperada en Oriente Medio».
El 7 de octubre, decenas de cohetes fueron lanzados desde la Franja de Gaza hacia Israel, comunicó un corresponsal de Sputnik. Las Fuerzas de Defensa (FDI) del país levantino declararon que los militantes de Hamás se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza.
Las FDI anunciaron el lanzamiento de la operación antiterrorista Espadas de hierro en la Franja de Gaza, mientras el ala militar del movimiento palestino Hamás anunció la operación Inundación de Al Aqsa.
Hamás justificó sus actividades por el aumento en los últimos días de los enfrentamientos con las fuerzas israelíes en la mezquita de Al Aqsa, lugar considerado sagrado para musulmanes.