Otra modesta propuesta:
Por: Carlos Bortoni
@_bortoni
Se confirmó —bendita la hora en la que se escucharon nuestras plegarias— que Omar García Harfuch, extitular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, hombre de buena y represora familia, participará en el proceso interno del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) para seleccionar al candidato a la Jefatura de Gobierno de la CDMX en las elecciones de 2024. Lo anterior no sólo es una excelente noticia en un mar de noticias devastadoras, donde el país no deja de desmoronarse bajo las políticas de una camarilla de egoístas que busca mejorar la calidad de vida de la mayoría, por el innegable buen desempeño de Harfuch al frente de la SSC, donde se redujeron los delitos de alto impacto en más de 50%, el delito de homicidio doloso en más de 46% y disminuyeron los indicadores de robo de vehículos a sus mínimos históricos, desde 1997. No. Y no creo que ello sea poca cosa, desde luego que no. El destape de García Harfuch es una gran noticia porque —además de lo ya mencionado-, Omar cuenta con cualidades que ayudarán a combatir la terrible polarización social que existe en nuestro país desde antes de que México se llamara México, y que este gobierno a tenido el mal gusto de sacar a la luz, al tiempo que mantiene las apariencias y protege al status quo.
No ignoro que desde la izquierda hay quienes se resisten a que el nieto de quien fuera secretario de la Defensa Nacional, durante el gobierno de Díaz Ordaz, y uno de los responsables de la represión estudiantil del 68, y el hijo de un titular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), dependencia de la Secretaría de Gobernación configurada como la policía política del Estado y encargada de la guerra sucia en los años setenta, sea el candidato de MORENA para la gubernatura de la ciudad “más progresista” del país. Eso, sin ignorar que Harfuch es un personaje cercano a García Luna y Cárdenas Palomino. Lo que estas personas no entienden, es que el extitular de la SSC es el candidato mejor posicionado dentro de MORENA —aunque acabe de afiliarse a MORENA— para asegurar que MORENA no pierda la capital de la República, las encuestas indican que ganaría a Taboada por 5 puntos más de lo que lo haría Brugada, y para como están las cosas en el bastión “progresista” del país, se debe asegurar que contamos con el mejor candidato en términos de resultados. Si es o no es de izquierda ¿a quién le importa? Lo único importante es que diga que es de izquierda, como lo han dicho Santiago Creel, Claudio X o Chumel Torres. Sólo la autopercepción importa. Si a ello le sumamos que Harfuch es el candidato “más guapo” de derechas e izquierdas, el único con un club de fans que lo sigue para vitorearlo, el triunfo de la izquierda está asegurado.
Tampoco ignoro que desde la derecha hay quienes no estarían dispuestos a votar por Omar por el sólo hecho de ser el candidato de MORENA. Me parece que estas personas empeñadas en salvar a México de las garras del comunismo no entienden que en ocasiones el mejor aliado se encuentra entre las filas del enemigo. Harfuch es el elemento más fuerte para conjurar el peligro que representa Brugada, una mujer que no sólo ha trabajado en favor de las clases populares, sino que ha demostrado que es posible hacerlo de forma eficiente, dando resultados y transformando la realidad de los ciudadanos, sus “Utopías” son el mejor ejemplo de ello, espacios para que cualquiera pueda disfrutar del arte, el deporte, la cultura y la naturaleza ¡Cualquiera! ¡Qué horror! Lejos de pensar en la transformación de las condiciones materiales de vida de la gente, Omar García Harfuch —por formación y oficio— está completamente enfocado en el tema de la seguridad, principal preocupación de las clases medias aspiracionistas en nuestro país, y de las privilegiadas clases privilegiadas cuya peor pesadilla es perder todo a manos de alguien que ni siquiera sabe cuánto cuestan las cosas. Al poner el foco en la seguridad, y no puede ponerlo en otro lugar, Harfuch responderá a esa preocupación de las clases que tienen clase y podrá darles la tranquilidad que da la ley y el orden cuando se está del lado correcto de la ley y el orden, que es el lado de los privilegios y la abundancia.
Entrados en gastos: la posible candidatura de Harfuch representa el punto de encuentro que este país necesita y construye una plataforma para que en 2030 tengamos un presidente que trabaje para que todo vuelva a estar en orden en el país. Por un lado, puede dejar tranquila a la izquierda y permitirle festejar otra victoria sobre la derecha, como quien festeja una goliza de su equipo en contra del adversario. Harfuch abanderará los colores de MORENA y permitirá que los habitantes de la Ciudad de México podamos seguir diciéndonos progresistas. Por el otro, Omar representa lo mejor de la derecha, en su genética política descansa dormido el potencial represor con cuyo ejemplo creció en casa, y su principal preocupación es el orden y la aplicación de la ley, aunque esta resulte injusta, la lógica policiaca de la formación de Harfuch, cuya profesión no es más que el síntoma de su acontecer, permitirá que todos, cómodamente progresistas, nos sintamos tranquilos sabiendo que en la calle el “otro” no puede hacernos daños porque desde el gobierno de la Ciudad de México, el brazo de la ley nos vigila. Bajo esta lógica, y siguiendo el ejemplo del Frente Amplio, bien podrían cancelarse las elecciones para gobernador en la CDMX, contamos con un precandidato que tiene lo peor de cada lado del espectro político, y eso es suficiente para que todos votemos por él.
Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.