Sergio González Rodríguez, Campo de Guerra. Anagrama, Barcelona (España), 2014. 168 páginas
DAVID MARKLIMO
¿Qué tanto de la inseguridad en México es producto de la geopolítica? ¿Dónde engloba la lucha contra los carteles de la droga en las tendencias geopolíticas? Evidentemente, la tendencia geopolítica nos habla de una visión de control y la vigilancia a partir de plataformas militares, y ha impulsado el orden paulatino de grandes corporaciones mundiales, cuya sinergia en el espionaje absoluto se ha revelado en los últimos tiempos. Esa tendencia, por paradójica que parezca, floreció muy bien en los estados liberales, que proponen la apertura de los mercados, la economía globalizada y la información.
De modo paralelo, se nos ha hecho creer que la democracia podría resolver todos los problemas. A través del discurso democrático, podría avanzarse para realizar un gobierno planetario bajo la bandera de la libertad y la democracia.
Estos dos planteamientos son la base del ensayo Campo de Guerra, del periodista Sergio Rodríguez. Aquí se plantea la repercusión de estos postulados en los estados emergentes, particularmente en e cao mexicano. El propósito es dar a conocer una visión geopolítica de la inestabilidad social provocada por los cárteles de la droga y la inseguridad ciudadana que se deriva de dicha actividad, así como también mostrar la represión social por parte del Estado mexicano. Quizá se impone observar que los temas relativos al tráfico de drogas, ya no son un asunto exclusivo de seguridad nacional, sino que son temas que atañen a la sociedad global, a fin de diseccionar nuestra realidad para tratar de reencauzar el futuro de la humanidad.
González Rodríguez plantea aprender un tipo de desarrollo más equitativo, comprensivo y respetuoso de la paz y la tranquilidad de todos los ciudadanos para mejorar nuestro futuro más allá de la violencia, de la típica respuesta de que hacen falta más armas, más leyes y más dinero. Se nos dice, hace falta una reflexión basada en el conocimiento. Con la noción de campo, el autor se refiere a la franja del terreno donde se llevan a cabo las distintas hazañas bélicas. México como campo de batalla es el país cuyas fronteras están vigiladas militarmente por Estados Unidos, potencia que impone su hegemonía en el mercado de las armas. Por lo tanto, se puede observar la relación de dependencia a la que México se ve sometido.
Este ensayo documentado e inquietante explora esa geopolítica que aprovecha la inestabilidad social, los cárteles de la droga, la represión del Estado y el paramilitarismo para sentar las bases de un dominio integral. No es muy difícil de entender: la intención aparente es la de terminar con el terrorismo y el narcotráfico, pero en realiad lo que sucede es la visión estadounidense de vigilancia y control. México ampara su política en el prohibicionismo y lleva a cabo una política represiva que usa la violencia y las armas para combatir más violencia. Otro de los intentos para terminar con esta situación es la vigilancia y el control del territorio fronterizo con Estados Unidos, situación que el autor define como un espionaje absoluto. No hay más ejemplo de la sociedad del control que ese pedazo de territorio.
Campo de Guerra no pretende ser un diagnóstico de una fatalidad insalvable, sino que plantea que a partir de la lucidez y la información, se puede modificar un escenario desalentador, asimismo analiza el uso de las nuevas tecnologías como parte de las herramientas para el establecimiento de los nuevos modelos de sociedad con el objetivo de que sirvan como alternativa para expandir el conocimiento y difundir la información y la cultura como opciones para un mejor futuro generalizado. Vale la pena una profunda reflexión sobre sus páginas.
Esta obra fue ganadora del XLII Premio Anagrama de Ensayo.