ALBERTO F. MENA MALLÉN
Conforme avanzan las semanas y los meses, hay muchas personas que se percatan de que en este gobierno las cosas no andan bien, sobre todo por las decisiones de quien ocupa la silla presidencial, que solo favorecen a su 4ª Transformación y no para todos los mexicanos, quienes vemos con preocupación hacia dónde nos quiere llevar el tabasqueño.
La invitación para que participen representantes de países que han demostrado graves violaciones a los derechos humanos de sus habitantes en el desfile militar del pasado 16 de septiembre -Rusia, Nicaragua y Venezuela-, y la noticia de que México ya fue integrado al Grupo 77 más China, cayó como rayo en la opinión pública ya que nuestro país abandonó a este grupo en 1994 cuando se incorporó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que actualmente era el único país de América Latina que no estaba presente en dicho grupo.
Y aunque es un grupo de diálogo y concertación dentro de las Naciones Unidas, integrado por 134 naciones, principalmente de América Latina, África, Oriente Medio y Asia, los cuales quieren encontrar fuentes de desarrollo y no de guerra, México contrasta o no hay congruencia con el acercamiento que tiene con Rusia cuando condenó en la ONU la invasión a Rusia y ahora los invita a nuestros festejos. Habrá que recordar que hace un año el invitado de honor fue el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Todo lo anterior, a muchos chairos no les importa ni les interesa con tal de recibir sus apoyos económicos, pero a otros mexicanos nos da idea de hacia dónde quiere el tabasqueño conducirnos con su 4T, donde la democracia, -la que gritan frecuentemente que si existe en sus políticas públicas-, la quiere eliminar, así como la libertad que es un bien público que se ha ganado con sangre y fuego.
Pero somos muchos ciudadanos los que no queremos salir de nuestro confort y solo vemos pasar las cosas hasta que ya no se pueden cambiar o impedir, pero habrá que recordarles que afortunadamente hay ejemplos de lo que pasa cuando una población se duerme en sus laureles, ya que cuando despierta las cosas ya no son como antes.
Otra señal de los propósitos del imperial macuspano, es el hecho de que no haya invitado a los poderes judicial y legislativo a las fiestas patrias para celebrar los 213 años de la independencia de México, lo que fue considerado por sus opositores y expertos en historia de México, como un retroceso para la democracia, ya que es un acto autoritario y que tal vez tenga el propósito de preparar un plan para descalificar las próximas elecciones presidenciales del 2024.
Es notorio el hecho de que el ocupante de la silla del águila tiene la piel dura y que no le importan las críticas y calificativos que se ha ganado a pulso por su actuación al frente del ejecutivo federal, donde en este, último año de su gobierno canaliza en el presupuesto para el próximo año mayores recursos a las fuerzas armadas y para sus obras de relumbrón, donde quiere quedar en la historia como el impulsor de un México desarrollado, pero que hasta ahora no lo ha logrado ni con su Tren Maya, ni con Dos Bocas y menos con la terminal aérea Felipe Ángeles.
Hay que tener presente que, con esta canalización de recursos hacia estas obras, otras áreas tendrán una reducción de dinero significativa, pero la que más importa para muchos ciudadanos es el de la salud, que fue recortado en más del 55 por ciento, de acuerdo a las cifras del presente año, lo que podrá significar que el sistema de salud, -como lo prometió el dirigente de la campaña electoral de la corcholata designada por su dedito-, solo va a quedar en eso, en una promesa y en sueños guajiros de su aturdida mente. Nos va a quedar mal para su fortuna.
Y existen más datos de lo mal que está actuando en contra del país, -de lo que no se dan cuenta los chairos- pero cuando tengamos el agua hasta el cuello, será cuando protestemos contra las consecuencias que tendremos a futuro, por lo que es importante que ya nos pongamos las pilas para participar, sobre todo con nuestro voto a favor de Xóchitl Gálvez, quien sí tiene tamaños para derrotar a la favorita de la 4T.
Al leer a Erasmo de Rotterdam en “El Elogio de la locura”, me apareció este texto que se puede acomodar a la actualidad y con este gobierno:
“Es que los oídos de los príncipes aborrecen la verdad, y por esto mismo huyen de los sabios, temiendo tropezar con alguno libre en demasía que se atreve a decirles cosas más verdaderas que agradables”.
Viene al caso esta idea, porque AMLO ha demostrado que quiere gobernar solo y tener a sus pies a una serie de lacayos que solo le digan elogios, por lo que ha cometido serios errores de conducción del gobierno, al tomar una decisión unilateral, como el gastar demasiado en sus “velitas”, donde se ha duplicado o triplicado los costos, con la duda de si se gastaron adecuadamente o fueron a parar a los bolsillos de quienes intervienen en las obras, ante la falta de trasparencia que promueve el ilustre político.
Hay otras frases que se escribieron en el citado libro del holandés: “Lo nuevo se apoya en lo viejo, y lo viejo aflora en lo nuevo: no hay tradición sin progreso, pero tampoco hay progreso sin tradición. La ciencia necesita de libertad para progresar, aunque a veces, en la angustia y en la estrechez, explote, sin darse cuenta sus coetáneos, sí, solo la posteridad”.
Las promesas incumplidas por el político presidencial, las pocas obras que ha llevado a cabo, quizá para taparle el ojo al macho, y su interés por no perder el poder en el 2024, nos muestran que solo le interesa lo personal y no el país, el que ha dividido con el fin de causar males y luego solucionarlos y quedar como el bienhechor de los mexicanos, para este y el próximo sexenio,
Participemos mediante el voto, salgamos de nuestro confort.
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