Recuperar Trabajo y Autoestima
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“La Gran Seducción” (“La Grande Séduction”) película francocanadiense, dirigida por Jean-François Pouliot, con la actuación de Raymond Bouchard (Germain Lesage), David Boutin (Dr. Christopher Lewis), Pierre Collin (Yvon Brunet) Benoît Brière (Henri Giroux) Lucie Laurier (Eve Beauchemin), Rita Lafontaine (Hélène Lesage) y Ken Scott (Richard); fue proyectada en diversos festivales de 2003.
Los habitantes del pequeño pueblo pesquero Sainte-Marie-La-Mauderne tienen la gran oportunidad de que se instale una fábrica y vuelvan a tener trabajo, pero deben contar con un médico, de lo que han carecido desde hace 15 años, así que tendrán que seducir a un doctor para que acepte contratarse en ese lugar.
La cinta narra una encantadora fábula sobre la lucha de un pueblo que quiere recuperar el derecho al trabajo y su autoestima; esta cinta fue un éxito que tuvo un remake en inglés 10 años más tarde, y ahora en 2023 otra versión mexicana con el mismo título y trama.
DEL ORGULLO
AL OLVIDO
El pequeño pueblo pesquero Ste-Marie-la-Mauderne en la costa norte de Quebec está en declive; cada residente cobra asistencia social por desempleo; hay una empresa con interés de construir una fábrica de contenedores de plástico, pero necesitan duplicar su población de 120 y tener un médico residente.
La cinta comienza con la narración de un adulto Germain, quien recuerda su niñez en ese pueblecito costero en antaño de orgullosos pescadores, pero que ahora se ven obligados a vivir de subsidios gubernamentales.
Es impensable, pero con el tiempo, el orgullo deja paso a la melancolía, la apatía y la desesperación, esto es comprensible en la gente que siempre ha estado dispuesta a trabajar para disfrutar sin falsa vanidad de sus logros.
La gente ha mudado a la ciudad, pues el gobierno ha cambiado su política de pesca pequeña a gran escala, dejando en el olvido a esas comunidades pesqueras.
EL PEZ
El alcalde se muda a la ciudad, así que Germain lo sustituye, y ahora debe enfrentar la labor de conseguir un doctor, pero nadie hace caso a las múltiples cartas que envían a los galenos de la región; sin embargo, surge cierta esperanza cuando se enteran de que un joven médico va a pasar un mes en el pueblo.
Es raro que uno de los tantos doctores que ha rechazado la invitación ahora está interesado, pero resulta que el exalcalde, Réal Fournier, que ahora trabaja como policía de tráfico, ha detenido por exceso de velocidad al cirujano plástico Christopher Lewis, y después de encontrarle cocaína, acepta trabajar en el pueblo durante un mes.
Ahora el pez debe morder el anzuelo, para ello sólo se tiene un mes para seducir al doctor.
En 2010 en México había 2.0 doctores por cada mil habitantes en el país, en la actualidad se estima que existen 2.41 doctores y sólo una asistente por médico, cuando, de acuerdo con recomendaciones de la OMS, deben ser 3 médicos por cada mil habitantes y 3 enfermeras o enfermeros por doctor; en el primer puesto está Qatar (77,4 médicos por 10.000 habitantes).
EL ANZUELO
Germain convoca a los vecinos que harán todo lo posible para que el atractivo del lugar le resulte irresistible al doctor; se enteran de su gusto al cricket, así que improvisan una cancha para hacerle creer que ahí lo practican.
Así comienza el proceso de seducción, recopilando información del médico para construir un nuevo pueblo a su medida, el estilo de las mujeres, la comida, aficiones, deportes, tampoco faltan las enfermedades imaginarias, para que el sorprendido doctor no tenga tiempo de echar de menos su casa, pues ahora este pueblecito se convertirá en su hogar.
Germain junto con el melómano e informático Richard se cuelgan del teléfono en que se hospeda el doctor, así es como saben sus gustos culinarios, de la música de jazz fusión, pero también de cuestiones personales; Henri Giroux, el banquero local cuyo único trabajo es pagar los cheques de bienestar de la gente del pueblo, deja cada día un billete para que el Dr. Lewis se sienta afortunado con estas pequeñas cantidades de dinero.
CAYÓ EL PEZ, PERO
NO HA PESCADO
El primer día de consulta atendió a más de 40 pacientes, así que en una charla con su novia le comenta que la gente es agradable, pero con ese ritmo de trabajo no durará ni una semana; así que Germain ahora hará las citas de consulta para no agobiar al doctor.
Cada día el doctor se siente más identificado con la gente; Germain se entera que de joven perdió a su padre, así que un día de pesca le hace creer que él perdió a un hijo que ahora tendría su edad.
Esta escena, así como las veces en que acude al restaurante o que platica con la esquiva Eve hacen que el doctor se sienta cada vez mejor en el pueblo, aunque extraña a su novia, quien no lo visita y siempre sale con evasivas.
Germain sabe que el pez ya picó, pero aún no está pescado, y sucede lo inesperado: el Dr. Lewis se entera que su novia Brigitte ha estado teniendo una aventura con su mejor amigo Paul durante tres años, así que proclama quedarse porque todos en el pueblo han sido genuinos.
Germain se siente mal por mentir, y pregunta a los demás si están dispuestos a seguir engañando al doctor durante 5 años; así que lo libera del compromiso diciéndole otra mentira: que han contrato a otra persona como médico permanente. Eve, a quien no le han gustado todas las mentiras, le confiesa todo, incluida la intervención telefónica.
Sin lugar a dudas, es una historia muy humana, incluyendo el hecho de las escuchas telefónicas que aderezan con ingenuidad la trama; ese subgénero del pueblo pequeño que se une ante las adversidades para salir adelante, donde la desgracia y la vergüenza que supone el vivir del subsidio social no da pie a situaciones violentas, sino creativas.
Combatir los problemas con el esfuerzo de todos para vivir con dignidad, la cual obliga a actuar con decoro y sin mentiras ni engaños, aunque se pierda una fábrica, pero no la dignidad.
El deseo de tener trabajo, sin perder el arraigo en su tierra, es de lo más valioso, es algo que da sentido de pertenencia a las personas, pero que las autoridades han olvidado, por ello la migración laboral.
Pero la lucha por la dignidad no permite mentir y la coherencia impone abandonar la meta que se persigue con el engaño; el filme exalta la cohesión social y la diligencia de una población cuando es llamada a luchar por la autoestima y el derecho al trabajo.
Pero ¿acaso no será obligación del Estado dotar a las poblaciones marginales de un doctor?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…