Dejar la Vergüenza Encerrada y Vivir una Aventura Nudista en el Temazcal

*Te Bañan Como si Fueras Bebé o un Príncipe y te Dejan Reluciente

*También, si Prefieres, hay Masajes Tanto Relajantes Como Curativos

*En el Área General Observas Desde Estrías y Panzas Caídas Hasta Cuerpos muy Cuidados

*Ahí se Pierden Títulos, Profesiones, Clases Sociales yNacionalidades

*En “Las Brisas” hay Gimnasio, Baño Turco y Tinas de Hidromasaje

*México uno de los Países más Limpios con Baño Diario de 75% de la Población

*Le Siguen Colombia, España y Francia, Mientras Rusia Apenas Rebasa 50%

SUSANA VEGA LÓPEZ,

Enviada.

PUEBLA, Pue.- Pues me dijeron que aquí, en la capital poblana, además de otros lugares como Cholula, hay baños públicos donde te bañan de pies a cabeza si así lo solicitas. La condición es que no te puedes tapar, tal cual playa nudista. Sólo se permite entrar con chanclas. ¿Te imaginas que te bañen como si fueras un bebé o una princesa sin importar tu edad?

Al llegar a los baños, pagas la entrada y decides si quieres área general (de hombres o mujeres); o individual; si quieres que te bañen y si prefieres, además, un masaje ya sea relajante o curativo.

Si pediste general, aquí no hay pudor; la vergüenza se deja atrás porque no permiten siquiera un biquini, un brasier y mucho menos una toalla. Sólo ingresas con chanclas de baño. Lo mismo sucede en el área de hombres.

Parece que nadie ve a nadie. Sin embargo, es inevitable fijarse en los diferentes cuerpos: algunos, con el paso del tiempo, muestran estrías, panzas caídas, busto flácido, nalgas, piernas, el tronco en sí con celulitis, músculos de brazos lánguidos, aureola de pezones diferentes; complexiones altas, bajas, gordas, flacas, piernas varicosas, cabellos canos. Y, también, los cuerpos perfectos, escultóricos, de esa belleza que da la juventud.

El lugar se siente cálido, húmedo. Aquí se pierden los títulos, las profesiones, las clases sociales, las nacionalidades, las preferencias teológicas. No sabes si estás al lado de una enfermera, de una doctora, de una mesera, de una cocinera, de una bailarina, de una teibolera, de una modelo, de una licenciada, de una ama de casa, de una nini, de una periodista, de …  

De pronto se hace invisible lo encuerado, no importa cuán caídas o firmes tengas las carnes -como dice mi madre- el color de la piel, el largo del cabello… todas, al final, somos iguales; algunas con cicatrices que se dejan ver; otras con cuerpos que, se adivinan, son reflejo de una buena alimentación, producto del ejercicio constante.

Sin embargo, entablar conversación es de lo más común. Surge el saludo; la plática, el consejo.

Observo todo. Fijo mi vista en las regaderas; en la bañera (mujer que te baña y la única que trae traje de baño) que carga a un pequeño de apenas algunos meses que disfruta de su baño; en las sillas para bebé; en los bancos para niños; en los asientos corridos; en las mesas; en las cubetas llenas de agua y yerbas que emiten un agradable aroma y que algunas se enjuagan con ellas.

-“Entra al temazcal para que te calientes; está en aquella puerta”, me dice Vero, la bañera, al mirar mi cara de ¿y ahora qué hago?

Dentro del temazcal hay zonas para sentarse, una cama para recostarse. Al fondo, una tina con agua y piedras calientes. Una chica ingresa con un ramo de yerbas para avivar el olor. Olor a romero, a lavanda, a ruda, a toronjil, a tomillo, a…

Una señora de andar lento toma una manguera y con el chorro de agua moja el lugar donde se va a recostar. Comenta:

Hoy (viernes) te puedes acostar; mañana, apenas si hay lugar para estar parada. ¡Anda, siéntate, relájate, siente el calor! ¿Te van a bañar? ¿Pediste masaje?

DÉJATE CONSENTIR

-Quiero que me bañen y, sí, también quiero masaje-, comento

Y surge la pregunta, mi duda:

¿Te bañan toda; también “aquellito”?

-No. Tú debes lavar tus partes íntimas. Ellas lo demás, incluyendo ingle y axilas– contesta la señora.

El vapor se incrementa. El calor hace su efecto en el cuerpo; es necesario salir para refrescarse. Recomiendan ducharse con agua fría. No sé cómo abrir la llave. Me observan. Volteo cuando la mujer de caminar lento me dice:

Sólo párate aquí, ya está el agua templada.

Y sí, sólo bastó pararse bajo la regadera para que el agua cayera; la supuesta llave es el peso de tu cuerpo al pisar una especie de registro-coladera (plataforma) por donde se va el agua que cae de la regadera.

LAS BAÑERAS

Se acerca una bañera.

-¿Pidió baño?

-Sí.

-Acuéstese boca arriba en esa mesa– dice al señalar una de cinco.

Toma una manguera, te moja el cuerpo y empieza a “desmugrar”. Sí, literal, como si fueras una olla cochambrosa, con un zacate especial, te tallan, restregan con energía (pero sin lastimarte) toda la piel: brazos, manos, dedos, cuello, hombros, busto, estómago, piernas, ingles, talones, deditos de los pies, regresan a talones, te levantan la pierna, los brazos, para llegar a todos los rincones y tallar acuciosa y minuciosamente.

-¿No usan jabón? pregunto.

-Primero hay que desmugrarresponde.

Enseguida enjuaga. Lava la cabeza; el cabello recibe shampoo. Lo tallan a conciencia. Enjuagan otra vez. Te piden que te voltees boca abajo y hacen la misma operación. Sin duda, lo más grato, lo más placentero, es cuando tallan la espalda, toda, a detalle, con energía.

Nuevamente solicitan te pongas boca arriba y comienza el baño con jabón y el mismo procedimiento minucioso en todo el cuerpo. Huele rico.

-¿Pidió masaje?

Afirmo.

-¿Quiere que le ponga miel, avena, arcilla, chocolate, yogurt, café,  baba de caracol, azufre…?

-¿Azufre?

-Sí, para curar, para combatir el acné. Para calmar algún dolor tenemos otras mascarillas corporales. Mira, a ella le duele la espalda baja; entonces le tengo que aplicar lavanda con romero y luego hacerle un tornillo con la toalla, que se le enreda en la cintura; tendrá que reposar un buen rato.

-La que me recomiendes.

-Arcilla con miel, te va a gustar.

Te embarra el menjurje en cara y cuerpo y, al mismo tiempo, el masaje relajante. Se siente bien.

-Entra nuevamente al temazcal para que te calientes otra vez. Sal cuando quieras y te enjuagas. Es todo.

Al salir de nueva cuenta, y así, desnuda (o), pides, dentro del baño, alguna bebida refrescante. Te sientas en una barra (sigues en cueros) y procedes a tomar agua de coco, jugos y hasta micheladas o cheladas. Ya ni te acuerdas que nada te cubre. También hay sándwiches, tortas y desayunos completos.

Y sí, dejarse consentir es lo máximo. En verdad que dejar la vergüenza a un lado no es tan difícil, total, así nacimos, desnudas, y así, dicen, nos ven cuando morimos.

En Las Brisas -así se llama el sitio- también hay gimnasio, baño turco, tinas de hidromasaje y más. Te ofrecen paquetes para novia y cumpleañeros. La entrada general es de 35 pesos; el baño con masaje 200 pesos.

BAÑO ¿DIARIO?

Dicen que no es sano bañarse todos los días porque se reseca la piel al terminar con la capa de grasa y perder los aceites naturales o bien porque se altera el sistema inmunológico al terminar con el equilibrio de bacterias y microorganismos que ayudan a proteger la salud, lo cierto es que tres cuartas partes de los mexicanos lo hacemos diario.

Algunos estudios y encuestas señalan que en México alrededor de 75 por ciento de la población lo hace diariamente por varias razones: para verse bien, por costumbre, para sentirse fresca, para oler bien, para despertar, porque deben ir a trabajar, porque tienen una cita, porque les gusta, por…

En este caso se recomienda sólo enjabonar las partes íntimas, las nalgas y las axilas, aunque algunos preguntan: ¿y los pies, la cabeza? Hay quienes sólo se lavan las manos, se mojan la cara y ponen un poco de agua en el cabello para aplacarlo, peinarlo, darle forma; otros, apenas enjabonan el zacate y repasan todo el cuerpo, además de frotar la cabeza con shampoo.

Hay quienes -no obstante acostumbrar el baño diario- parece que nunca se bañan por lo que embarran con mucho jabón el zacate que luego frotan para tallar cada parte de su anatomía hasta dos y tres veces.

Es sabido que México goza de una reputación en cuanto a limpieza corporal. Resulta que somos los más limpios; que, al menos, el 75 por ciento de la población se baña diariamente. Le siguen Colombia y España (casi el 72 por ciento de las personas se ducha al día); Francia (62.4 por ciento); Austria (cerca de 62 por ciento); Japón (65 por ciento); Estados Unidos (57.4 por ciento); Alemania (casi 54 por ciento); Rusia (apenas rebasa el 50 por ciento); y Reino Unido que no llega al 50 por ciento.

Lo anterior, según un estudio de la empresa alemana Hansgrofe, quien se encarga del diseño de baños, duchas, requisitos funcionales y estéticos de la planificación del baño, la instalación, el cuidado y el mantenimiento.

Lo cierto es que un buen baño te revive, te renueva, te relaja, te cambia de humor, te reanima, te hace sentir bien, además, claro, que es saludable e higiénico.

¿Te animas a que te bañen? Yo ya lo hice y, créeme, fue una experiencia agradable.

 

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