CÓNCLAVE
*Los Recursos Saldrían de los Remanentes del Presupuesto del Gobierno Capitalino
*Conceptualizará los Trabajos de Cuidado, Como Responsabilidad Natural de las Mujeres
ROSALÍO MARTÍNEZ BLANCAS
Una iniciativa de Ley del Sistema Integral de Cuidados de la Ciudad de México requerirá un presupuesto anual de 6 mil millones de pesos para implementar políticas públicas, programas y acciones que garanticen salud, seguridad social, educación y trabajo a las cuidadoras de niñas, niños, adolescentes y ancianos, planteó Movimiento Ciudadano en el Congreso CDMX.
En conferencia de prensa, el presidente de “Pensando en México” del Movimiento Ciudadano (MC), Salomón Chertorisvki mencionó que, para la implementación de guarderías, estancias infantiles, casas de día, espacios para adultos mayores, seguridad y cuidadores en parques, cuidados médicos, se requeriría un presupuesto de 15 mil millones de pesos, de los cuales el primer año se podría ejecutar con seis mil millones de pesos.
A su vez, el coordinador de la Alianza Ciudadana en el Congreso capitalino, diputado Royfid Torres aseveró que dichos recursos bien podrían cubrirse con los excedentes que se tienen del Presupuesto anual del gobierno de la Ciudad, que se ejerce en forma discrecional para gasto corriente, incluso mítines y acarreos.
La diputada federal de MC Amalia García Medina destacó que más de la mitad de la población está a cargo de cuidados en los hogares, principalmente las mujeres, por lo que el Estado debe involucrarse en estas actividades. “No puede seguir esta pobreza de tiempo para las mujeres. Según el INEGI-citó- los cuidadores aportan el 27 por ciento del PIB, por lo que esto debe reconocerse por el Estado mexicano y se trata de redistribuir el trabajo y reducir el tiempo que las mujeres dedican a los cuidados.
“Se puede empezar en forma racional ocupando la capacidad instalada en movilidad e infraestructura, respetando los derechos de las personas cuidadoras y su tiempo que es irrecuperable”, subrayó.
Cabe mencionar que a partir del Parlamento Abierto “El Cuidado es Trabajo”, promovido por la Bancada Naranja capitalina, el Consejo Consultivo Pensando en México Capítulo CDMX, asociaciones, activistas y especialistas se dieron a la tarea de construir la mencionada Ley.
La iniciativa contempla que conceptualizar los trabajos de cuidado, como una responsabilidad natural de las mujeres ha constituido múltiples brechas de desigualdad que a su vez han provocado una infravaloración sistemática: cuidar a alguien más tiene un costo que limita las posibilidades de desarrollo de la persona que cuida.
“Los cuidados están vinculados a la relación existente entre cuidadores y quienes son cuidados y muchas veces esta relación se construye en función de las relaciones familiares, que a su vez están determinadas por las condiciones laborales. Actualmente la distribución desigual del trabajo y de los cuidados persiste, impactando en el desarrollo humano, la producción económica, la innovación científica, por lo que el Estado no establece políticas públicas que reorganicen las cargas laborales entre hombres y mujeres.
“Estos a su vez contemplan al cuidado afectivo, al cuidado psicológico y al cuidado material, tanto de las personas beneficiarias como de las personas cuidadoras, por lo que implementar un Sistema Integral de Cuidados garantizará que ya no se consideran actividades individuales, sino una responsabilidad compartida entre la persona, su comunidad y el Estado”.
Otra de los principales desafíos -apuntaron- es la interrelación de los cuidados son las condiciones estructurales y los desafíos estructurales derivados de las condiciones laborales, demográficas, de ingreso y/o género. Debemos incidir en diversas causas que estén articuladas a una estrategia integral para establecer garantías en los trabajos de cuidado y su economía es parte de la promoción de la autonomía de las personas.
En la Ciudad de México, priorizar un Sistema de Cuidados, es una tarea de orden público que tiene como objetivo garantizar que las personas reciban los cuidados adecuados, que los cuidadores tengan derechos y que las labores no quiten a las mujeres el derecho al desarrollo y/o al tiempo libre, ya que estas actividades se realizan de manera desproporcionada por mujeres, generando diversas problemáticas en el uso del tiempo o en la dignificación de los trabajos.