La Frontera Sur en Manos de dos  Carteles y de Grupos Como MAIZ 

Los Dados de Dios

NIDIA MARIN

Y la zona de guerra entre carteles se extiende en Chiapas. ¿Hoy, de qué lado está MAIZ? 

Nació en Veracruz, pero el terreno en el que actualmente combate se ubica en Chiapas.

Sí, cumple poco más de un cuarto de siglo de haberse aglutinado en los años noventa para defender a los campesinos e indígenas, de aquella entidad, pero actualmente actúan en el estado fronterizo de la República Mexicana.

Se trata del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), agrupación que en territorio chiapaneco ha sido atacada con granadas de mano.

La agrupación se fundó después de escindirse de la Unión Campesina Democrática (desde luego mucho antes de que estuviera al frente de la misma el actual dirigente Guillermo Hernández Reyes).

MAIZ pues, aseguran los estudiosos, es una organización cuyos ejes “se basan en la conformación de grupos en el espacio rural, intentando hacer frente a la exclusión económica, social y política que experimentan los grupos indígenas y una parte importante del campesinado”.

Así lo expone José Ramón Carmona Motolinia en su trabajo “El Movimiento Agrario Indígena Zapatista del Estado de Veracruz Frente a la Desestructuración Campesina”, de acuerdo con la publicación en el Programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo, Universidad Autónoma de Zacatecas”.

El autor precisa, por ejemplo:

“Como señalan algunos autores, Veracruz “…de ser un estado eminentemente agropecuario pasó a ser otro de características distintas, empleando a la mayor parte de la población trabajadora en los servicios, sobre todo en el comercio.” (García, 2011: 533). De ese modo, la cantidad de población que participa en el sector comercio se ha incrementado desde el año 2000 cuando la media de personas que se ocupaban en ese sector era de 424,648, alcanzando en 2012 una media de 565,262 personas (ENOE, 2013).

“En contraste, la población ocupada en el sector agropecuario ha disminuido en términos absolutos pasando de un promedio de 905,382 personas que participaban en ese sector durante el año 2000 a una media de 757,084 en el 2012, lo que representa una reducción de 16% en el mismo período (ENOE, 2013)”.

Pareciera pues que el hecho de que esta agrupación iniciara trabajos en Chiapas está siendo rechazada en el agro chiapaneco por los carteles De Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. 

¿MAIZ está fuera de la ley o no?

TIERRA DE

MATANZAS

 Lo que sabemos es que el domingo 3 de septiembre pasado, de acuerdo con una información de El Sol de México “…dos sujetos lanzaron una granada en la casa de seguridad que presuntamente pertenece al Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ)”. Tras el hecho hubo persecución de los agresores.

Asegura el experto que “…a partir de su constitución, en agosto de 1996, MAIZ estuvo fuertemente marcada por ciertos esquemas de organización sociopolítica centrados en los temas agrario-productivos. Estos esquemas se asentaban en la formación de grupos rurales para el planteamiento de demandas, principalmente de regularización de terrenos y dotación de tierras, además de la solución de conflictos agrarios. En algunos casos, también se incluía la petición de solicitudes por parte de grupos campesinos ante los gobiernos estatal y local, para la solución de algunos problemas –como la provisión de servicios de agua potable, drenaje, construcción de caminos y servicios de salud e inmobiliario escolar- de las que carecen las localidades y comunidades rurales”.

  Pero…

 El asunto es que, de acuerdo a pobladores del municipio de Altamirano, Chiapas, “integrantes de MAIZ cerraron los accesos” al pueblo e “impiden la entrada y salida de cualquiera en tanto no detengan a los agresores”.

¿De qué lado están?

La crisis de inseguridad en Chiapas continúa y prueba de ello es que en esa semana asesinaron a seis personas en Siltepec, quemaron tráileres en la carretera Amatenango de la Frontera-Frontera Comalapa, mientras los pobladores de Altamirano cerraban las escuelas desde preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, hasta la Universidad Benito Juárez debido a los enfrentamientos que se están registrando en dos bandos, uno de los cuales son del grupo de autodefensas “14 de Agosto”.

Los pobladores están exigiendo a los integrantes del Consejo Municipal de Altamirano dejen sus cargos. María García López es la concejal presidenta.

A su vez Gabriela Roque Tipacamu, del Partido Verde es la presidenta municipal. Inició en 2021 y concluye en 2024.

El asunto, para variar, es que el gobierno federal no ha hecho nada, no obstante (o quizás por ello) de ser el Cartel de Sinaloa el que ha estado controlando esa zona y hoy sostiene enfrentamientos con el Cártel Jalisco Nueva Generación. Evidentemente los militares enviados a aquella zona, sólo combaten a un cártel que no es el de Sinaloa.

Y las matazones continúan y pareciera que por aquellas tierras no hay gobierno, ni en el estado y mucho menos en los municipios de la refriega.

Ciertamente, mientras tanto, aquellas zonas viven en el terror y es un hecho la exclusión laboral de los grupos campesinos y de trabajadores rurales. Además, la cifra de migrantes oriundos de aquellos lugares se ha duplicado, mientras la desocupación se incrementa.

 

 

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