SILVESTRE VILLEGAS REVUELTAS
Estimado lector, y apelo a su sentido común que es todo lo opuesto al espíritu partidista que dicta las acciones de los facciosos, cualquiera que sea la postura política asumida o afiliación a determinado instituto político. ¿Cree usted que todo el proceso de los precandidatos que han compuesto el Frente Amplio Va por México tiene un ápice de democracia? Si hubo tal creencia en alguno de los contendientes al inicio del periplo lo comprendemos, porque siempre existe gente de buena fe. Pero mientras fueron pasando las semanas y algunos personajes conseguían más firmas que otros, fue apareciendo la duda acerca del piso parejo y de que la favorita del Frente contaba con el visto bueno y apoyo económico de los dueños del movimiento. La señora Gálvez fue lanzada con todo el bombo y coro uniforme de los medios de comunicación, de los editorialistas en radio, televisión e internet y por ello mismo apareció en las primeras planas, fue entrevistada por tirios y más tirios, se le vio esponjada como guajolote, pero de ninguna manera ha sido hasta el día de hoy el “HURACÁN” que algunos desearían; sobre todo en los mayoritarios sectores poblacionales que componen este país de Dios. Lo anterior es lamentable, pero hay que decirlo y contrastarlo, las cinco figuras de MORENA han transitado por el mismo camino lleno de baches, anuncios luminosos totalmente sesgados y programas de televisión dirigidos a empoderar el accionar de Sheinbaum, como es el caso de “Operación Mamut” que se proyecta los domingos en Canal Once y el lunes en canal 14. Todo lo descrito líneas arriba y de una manera generalísima, retrata lo que México siempre ha sido: un país con una elemental, enclenque y en sentido opuesto caciquil pseudodemocracia, que es en sí una contradicción.
Lo que ahora quisiera comentar han sido las renuncias de la mayoría de los candidatos frentistas, las cuales no se han dado a una altura del proceso electoral como sucedió con Heberto Castillo que declinó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas, cuando ya era evidente que el segundo tenía más respaldo “popular”. De Quadri y los dos amarillos, mejor ni hablamos, pero en cambio el priista De la Madrid y el azuloso Creel sí merecen algunas reflexiones. Enrique llevaba años apareciendo en foros, encuentros con universitarios y muchas entrevistas reiterando una y otra vez su análisis sobre los problemas del país, algunas soluciones y un discurso razonable y respetuoso, mientras la señora X deambulaba por el Senado de la República. En cuanto a Creel, transitó del gimoteo inicial contra lo que ha hecho y no ha realizado la 4T, a RENUNCIAR A LA MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS para con ello concursar, ya en suelo parejo con los otros frentistas. Sin embargo y paradójicamente, DÍAS DESPUÉS RENUNCIÓ y se bajó de la precandidatura. Los parciales del Frente Va por México lo han llamado gran estadista, de honda interpretación sobre el quehacer político y demás lindezas, pero su expresión facial fue que los dueños del movimiento lo obligaron a apearse del caballo en plena carrera. Los gringos analizarían su carrera hacia la presidencia desde el tiempo de Fox, como un típico looser.
Ahora volvamos a la senadora por el PRI, Beatriz Paredes Rangel, hasta hoy (24.08.23) candidata por dicho instituto político y que en “solitario” se enfrenta a la persona y a la maquinaria detrás de Gálvez. ¿Por qué he titulado este artículo ´A votar por Paredes´? Porque sin duda es mejor política que la señora X, porque de décadas atrás ha proseguido y señalado asuntos que, genuinamente, afectan y podrían mejorar la vida de los mexicanos. Porque es una ciudadana con más educación formal y trato afable que la Gálvez, porque ella usó el susodicho huipil antes que la panista -sin que ello fuera una moda o estrategia electoral. Y finalmente, porque la priista representa un México mejor que lo que en la docena trágica de Fox y Calderón llevaron a cabo los blanquiazules.
Es una mentira calculada y hoy echada a los cuatro vientos, que el PAN es mucho mejor que el PRI. Semejante afirmación es la loza que como “pípila femenina” carga sobre sus espaldas la candidata Paredes. Se ha afirmado que el PRI es, de los grandes, el que menos lugares gobierna. Cierto. Pero en una elección como la del 2024 y con una candidata fiable como lo es Paredes, característica que no la tiene la señora X, el PRI puede mover piezas, sacar de la covacha ciertos elementos discursivos, hacer un mea culpa -aunque sea de dientes para afuera. Lo deseable es que genuinamente sí hicieran los priistas una contrición. Me parece que con ello, amén de otras estrategias diseñadas por lo más conspicuo del partido podrían cambiar el rumbo de la elección.