Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Unos, seis, no dejaron de hablar en 70 días. Otros, 3, lo hicieron por dos semanas.
Todos y cada uno de ellos y ellas tenían “algo que decir” y ¡lo dijeron!
Y como siempre, todo lo que comienza termina.
¡Gracias!
Porque el silencio ha llegado a nuestros oídos y solamente uno seguirá atormentándonos con sus monólogos mañaneros.
Una semana en la que los aspirantes a la Coordinación en defensa de la cuatroté y los del Frente Amplio por México, tendrán tiempo para reflexionar si lo que hicieron fue lo correcto, quedaron a deber o de plano, la cruzazulearon.
En el grupo de las primas hermanas del señor corcho, es decir, las corcholatas, hubo de todo. Desde el reclamo inicial de la exgobernadora de la Ciudad de México al presidente del Consejo Nacional hasta el enfrentamiento verbal, pero más efectivo que unos jabs de calentamiento.
Del otro lado de la calle, la expulsión de dos perredistas provocó incertidumbre y durante 48 horas no se despejó. Ya en la carrera de la segunda etapa, uno de ellos, les dijo a los conductores: esquina, bajan.
Y entonces el transporte, diseñado para más viajeros, quedó a disposición de solamente dos mujeres. Una será candidata a la Presidencia de la República. La otra, la otra tendrá chamba si la primera gana la elección.
Entre tanto, la frase de la semana provocó desazón entre las fichitas. “No se pongan tristes si pierden la encuesta. No es fácil el camino. Yo gané en la tercera”.
La pequeña diferencia es que el ganon en la tercera caída, tenía en la primera 53 años, en la segunda 59 y en la tercera 65. Los que ahora buscan sucederlo tienen, en orden de edades: los dos de más años en la espalda: 63, la tercera 61 y el cuarto 59. Para el próximo año, tendrán 74, 68 y 66. Para una segunda vuelta, tendrán 70, 67 y 65. No llegan a la tercera oportunidad. Perderán la lucha.
En la acera de enfrente, la diferencia de edades entre las dos mujeres es de una década. La tlaxcalteca con 70 y la hidalguense con 60. A la segunda le alcanza para la segunda ronda. A la primera, difícilmente.
¿Qué nos dejaron las pre-pre-campañas?
Dos enseñanzas claras: en Morena y sus aliados, la democracia quedó de lado y la decisión se tomara por el que ganó a la tercera. La encuesta oficial, la del partido, es desde ahora cuestionada. Las otras cuatro, las llamadas espejo, podrían no ser del todo confiables. Los nombres de ellas –las empresas- se guardan en secreto y solamente los conocen el reducido círculo del poder guinda.
Quizá por ello la recomendación de no ponerse tristes si pierden a la buena o a la mala… lo más seguro es la segunda parte.
En el otro caso, el ejercicio mostró que siendo inédito y con las claras intenciones de los dirigentes partidistas, la fortaleza de la sociedad triunfó. Por supuesto, no sin brincar los escollos colocados por lis tres que cobran como cabezas de sus institutos.
Fu, en efecto y hasta ahora, un ejercicio democrático. Y salvo las negras manos de Alejandro Moreno que, se advierte sin tapujo alguno, las tiene metidas hasta el codo para “salvar el pellejo”, el resultado que conoceremos el próximo domingo podría dejar satisfecha a la audiencia.
Por lo pronto, disfrutemos del silencio, porque el ruido metálico de las corcholatas ¡vaya que lastimaron los tímpanos! y, por su parte las y los frentistas, los que se fueron, con excepción del hijo del expresidente de México, enseñaron el cobre aunque ya tengan posiciones dentro de la estructura que se construye para el “plan de gobierno” y que encabeza José Ángel Gurría.
E-mail: jesusmichelpm@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.
