Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Concediendo sin aceptar que la violencia es herencia de los de antes, habría que sumar los intereses que la han incrementado y de manera exponencial, por lo cual quien diseñó la no-estrategia, está obligado a compartir sus conocimientos para que todos, sí, todos los mexicanos salgamos de la pobreza.
Machacar todos los días que la criminalidad, la violencia, el narcotráfico son la herencia que le dejaron los gobiernos anteriores al de la transformación de cuarta, es rehuir su responsabilidad y una ignorancia total a lo que señala la Constitución en la materia, cuyo primigenio mandato es velar por la seguridad de las vidas y los bienes de los gobernados.
Desde la campaña para alcanzar la Presencia de la República se hizo el compromiso que en seis meses bajaría la violencia, la delincuencia, las acciones del crimen organizado y del narcotráfico. Han transcurrido 4 años y 10 meses y nada se ha cumplido.
Por el contrario, el país se incendia el jefe de los bomberos anda ausente y buscando a quien culpar de que la pradera esté ardiendo.
Por supuesto, con los otros datos, se salvaguarda y confirma que sus antecesores le dejaron un cochinero que, después, se convirtió en herencia.
La incapacidad e ineficiencia de sus programas para combatir el flagelo que ya cobró 163 mil vidas -30 mil más que en el más alto registro de homicidios dolosos y que impuso Enrique Peña Nieto- y la confirmación de que no cambiará nada “porque se está avanzando y hay buenos resultados”, para los criminales, por supuesto, evidencian la ausencia de gobernanza.
Quién ocupa temporalmente el Palacio Nacional siempre tiene excusas para desacreditar la verdad verdadera e tratar de imponer la propia, muy bizarra en ocasiones.
Se le acaba el tiempo de ejercer el poder, legalmente, aunque si como se presume alguna de sus corcholatas gana la elección de 2024, seguirá al frente como el gran titiritero.
Porque eso ha sido desde siempre. Ordena, no consulta, y si alguien osa retar su poder, los utiliza para demostrar que él nunca se equivoca y son los otros, los de antes, quienes no entienden el camino por el cual caminan ahora. Claro, si los dejan.
La herencia recibida, si es que se le puede llamar así, tiene dos lecturas: 1.- la dilapidó como si se tratara de un jovenzuelo que encontró la riqueza que dejó papá y, 2.- la incrementó de manera sustancial y con ello demostrar que sí sabe lo que hace, aunque lo haga mal.
Pasar de 108 mil crímenes dolosos a 163 mil sin terminar el mandato, es un récord que no es fácil imponer si la ley existente se aplicara.
Sin embargo, encuentra la forma de darle la vuelta a sus desaciertos culpando a los de “antes”.
En su visita a Guerrero, responsabilizó de la violencia, la criminalidad, el narcotráfico, al gobierno de Felipe Calderón y al “anterior”, refiriéndose a Héctor Astudillo.
No importa si los de antes hicieron, en algún momento, las cosas correctamente. Siempre serán los responsables de todos los males que el país y sus habitantes padecen.
Es claro que, como su esposa, la no primera dama pero que en el extranjero recibe ese trato, no es médico. Y por tanto no tiene respuestas para las enfermedades. Tampoco es economista y por ello en la materia las cosas no marchan como prometió. Menos aún es experto en combate a la criminalidad. Supone que “arrancando y atacando de raíz el problema”, terminará con ella. Por supuesto, si debajo de la mesa, negocia con los malandros, menos logrará salir del profundo cráter en el que ha entrado no solo en esta materia, pero sí una de las notables.
Habría que pedirle, como se dice líneas arriba, la fórmula para multiplicar las herencias. Quien quite y de sorpresa encontremos a un tío desconocido que no deja algo más que deudas.
E-mail: jesusmichelpm@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.
