Contrastantes los Ocho Anteriores  Mandatarios de México y el Actual

 

*Los Temas del Informe Serán Bandera de Apoyo a la Corcholata que Buscará Sucederlo

*Es el Momento Donde los Presidentes Niegan Desaciertos

*También es Cuando Anuncian Beneficios que Nunca Llegan Para las Mayorías 

*Los Milagros Económicos no Existen, Sino Publicidad Para Adormecer la Conciencia de las Masas: LEA

*Si he Armonizado Opuestos, no ha Sido Para Lavarme las Manos en la Inocuidad Neutra: JLP

*La Escasez de Recursos que Hemos Padecido no ha Frenado la Labor Educativa y Cultural: MMH

 

JESÚS MICHEL NARVÁEZ

(Primera Parte)

 

Faltan nueve días. Suman 216 horas. Son 12 mil 960 segundos. El principio del fin. El declive del gobernante en turno iniciará en dos fechas: 3 y 6 de septiembre. Se desvelarán los nombres de quienes serán, a partir de noviembre, los o las candidatas a la Presidencia de la República. 

El próximo uno de septiembre, el presidente de la República en turno, se convertirá en el cuarto que tampoco acude a San Lázaro, a la sesión solemne del Congreso de la Unión, para rendir su V Informe de Gobierno. El último con valor político. El que antecede a los comicios presidenciales. El que se vuelve instrumento de propaganda electoral. 

Aunque por decisión propia y en aras de mostrar la fuerza política que posee, el “destape” de sus corcholatas ocurrió en 2021 con lo que rompió el paradigma del “tapado” y en las oposiciones unidas finalmente lograron un acuerdo para tener candidato (ta), la figura de quien emerja se convertirá en una nube que tape el brillo del hoy mandatario.

A diferencia de sus antecesores, al presidente Andrés Manuel López Obrador solamente le restarán 12 meses para hacer maletas y abandonar Palacio Nacional, su lugar de residencia desde 2019. La reforma constitucional que corrió la fecha de terminación de mandato, le robó 2 meses de poder. La despedida es incierta. Su gabinete, sus 20 gobernadores más los 2 aliados; las dirigencias de Morena, nacional, estatales y municipales y sus seguidores, mostrarán rostros compungidos porque el líder concluye su gestión y su transformación queda inconclusa. Nadie sabe, a ciencia cierta, quién lo sucederá y si las condiciones políticas y sociales se mantendrán para avanzar por el sinuoso camino que construyó el hombre que afirma ser juarista, respetuoso de la ley y maderista demócrata, aunque no siga los pasos de ambos personajes que escribieron páginas imborrables en la historia nacional y cuyos nombres se escribieron con letras de oro.

En el V Informe, los mandatarios mexicanos resumen los logros y niegan los fracasos; es el momento de echar las culpas al pasado –momento que inició el uno de diciembre de 2018- y exponer a los malos gobernantes. Es el instante en el que intenta borrar los avances de los otros y mostrar los propios que superan lo anterior. 

Es el documento en el que niegan desaciertos y anuncia que en los siguientes 12 meses se redoblarán los esfuerzos para beneficiar a las mayorías. Hubo Informes en los que se leyeron 457 páginas. Ahora se ignora cuántas horas tardará el presidente López Obrador en enviar el mensaje a los “millones de habitantes” que han estado con él, lo han acompañado y reconocen los avances. Prioritario será exaltar la “reducción de la pobreza, que me hace sentir muy orgulloso y podría morir con la conciencia tranquila” (sic AMLO) y, por supuesto, la confirmación de que la refinería Olmeca estará produciendo 175 mil barriles diarios en diciembre y, en el mismo mes, será inaugurado el Tren Maya, para que los turistas aprecien “la exuberante selva tropical –lo queda después de la destrucción realizada para ese tren- con su fauna nativa y el hermoso litoral del Mar Caribe y sus lagunas de hasta siete colores”.

Presumir los avances de sus programas sociales que, con excepción de la pensión universal, -que no debiera así considerarse porque faltan 7 millones de adultos mayores por recibirla- los otros: Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro y becas estudiantiles, poco o ningún resultado han dado, por lo menos hasta ahora.

Habrá la férrea defensa de su reforma educativa y el contenido de los libros de texto gratuitos, ya que, según él, los conservadores emprendieron una campaña para desprestigiar su gobierno al señalar que se trata de adoctrinar y de renovar el comunismo. 

Será el momento de que insista en su campaña acerca de que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los Magistrados deben ser elegidos por el pueblo y con ello se dará el giro de 180 grados que terminará con la corrupción, la ostentación y el servicio a los criminales en el Poder Judicial de la Federación.

En el cúmulo de temas que serán bandera de apoyo a la corcholata que buscará sucederlo, no faltará la defensa a las fuerzas castrenses –Ejército y Marina- y en el rechazo a combatir el narcotráfico y el crimen organizado bajo la norma de “abrazos, no balazos” se sustentará su proyecto: atacar el problema de raíz. En cuatro años y 11 meses, la raíz no ha sido siquiera tocada con el pétalo de una marchita rosa. Tiempo para “desenmascarar” a los adversarios y exponerlos al escarnio público como los enemigos de la Patria y los explotadores de bienes y servicios sacrificando al pueblo.

¿Pero que plantearon los anteriores ocho presidentes de México en el penúltimo informe?

¿QUÉ DIJO LEA EN

EL V INFORME?

En la Cámara de Diputados, la antigua, la de Donceles y Allende, en la que Plutarco Elías Calles sepultó en 1928 la era de los caudillos y anunció el inicio de la etapa de las instituciones, Luis Echeverría Álvarez establecía:

“La independencia política y económica empieza en las conciencias. De ahí que en todo momento la educación que impartimos responda al imperativo final de enseñarnos a ser dueños de nuestro propio destino.

“La superación del país, como la del ser humano, no tiene únicamente signos económicos, se basa también, y fundamentalmente, en la necesidad de optar por un modelo propio de desarrollo. La imitación irracional envilece y despersonaliza a los pueblos. No queremos competir con las grandes potencias en la insensata carrera de una economía de desperdicio que sólo acarrea el deterioro irreversible del medio ambiente. Rechazamos muchos de los objetivos que son signos de crisis o decadencia de las sociedades opulentas.

“Siempre hemos sabido que los milagros económicos no existen. Lo que hay son prodigios de la publicidad para adormecer la conciencia de las masas marginadas.

“La alianza popular que para ello hemos formado, se sustenta en los principios y propósitos de la Revolución. Es diálogo permanente y fecundado entre hombres que actúan con realismo revolucionario y confianza en el presente y porvenir de México; es superación de diferencias y búsqueda de lo que nos une; es trabajo incansable por el país; es activar la vida política y social; es resolver en forma franca las discrepancias entre los mexicanos. Es unión activa y creadora, es compartir responsabilidades, afanes, derechos y beneficios, es seguir adelante en la libertad, en el desarrollo compartido y en la independencia”.

Aquella “revolución de las conciencias”, copiada ahora como slogan presidencial, tuvo como resultado mínimos avances en materia educativa. La falta de visión no concretó el incremento comercial porque no se trataba de competir, como ahora, con las grandes potencias. Simplemente ser y deber ser orgullosos mexicanos, independientes, habitantes de una nación soberana.

¿QUÉ DIJO JLP EN

EL V INFORME?

El gobierno que sacaría al país de la crisis económica heredada, se definió con una frase: México debe acostumbrarse a “administrar la abundancia”. Eran los tiempos del yacimiento petrolero más grande que haya encontrado Pemex: Cantarell.

“Protesté cumplir y hacer cumplir la Constitución. Protesto ahora estarlo haciendo. Cuidando de las libertades de los mexicanos, y sus derechos sociales; cuidando la unión, preservando la institución como estructura ordenada de cambio, fuente legítima para dirimir toda controversia y desterrar la violencia y sus peligros.

“La Constitución es nuestra unión, vínculo, fuerza, seguridad. Que para siempre sea el patrón de nuestros cambios y que nunca más la violencia entre nosotros, cambie patrón. Ya hicimos nuestra revolución.

“Profundicémosla en la democracia; abierta está a generar su propio progreso. Que sea origen y fin, realidad y proyecto; ser y deber ser; libertad en el hacer; justicia en el tener. Así, generosa, vale y se proyecta, a pesar y por encima de titubeos, fracasos, claudicaciones y disimulos. Poderosa en el logro; satisfecha en sinceridad y triunfo. Vale aunque no sea siempre realidad. Por eso obliga como norma.

“Quiero redundar, para entrar en materia, que en mi

convicción nacionalista, he querido convencer y no vencer; conciliar la libertad con la necesidad; partir de lo cierto para alcanzar lo justo. Gobernar para todos. Si he armonizado opuestos, no ha sido para lavarme las manos en la inocuidad neutra; sino para integrar el bien general. Busco alianzas expresas y nunca vergonzantes con todas las fuerzas productivas de la Nación, las sociales y las privadas; en el campo y la ciudad. Cumplimos pactos y alcanzamos objetivos. Busco la concordia y aunque a veces critico a quienes critican, lo he hecho sin prepotencia y sin querer ofender; me interesa más hallar responsables que culpables y en la medida que estos años lo han permitido, logré sumar y no restar. La hazaña nacional cumplida en los años pasados sólo así se explica”.

Después de 37 años, el nuevo presidente de México inició su revolución. Ignoró por completo que la Revolución Mexicana triunfó, fue considerada la primera social en el mundo y bajo sus principios rectores surgió la Constitución de 1917 que, reformada en más de 712 veces, ha sido el marco jurídico que generó avances, fomentó la unidad nacional, conquistó espacios globales y abrió el camino hacia la democracia que, con todos sus errores y aciertos, ha impedido que se repita la historia de 1913 con el golpe de Estado contra el gobierno legítimo de Francisco I. Madero.

A diferencia de José López Portillo y aunque en la toma de posesión el presidente López Obrador protestó gobernar para todos, en sus cuatro años y 11 meses de gobierno, ha hecho lo contrario: dividió al país, a los mexicanos, como no se tiene registro en la historia después de la Guerra Cristera. Tampoco hay una búsqueda concordia.

¿QUÉ DIJO MMH EN

EL V INFORME?

Después de dos gobiernos populistas, en los que el gasto público se desbordó sin beneficios tangibles, arribó quien podría considerarse el primer neoliberal en Palacio Nacional.

Miguel de la Madrid Hurtado, con un slogan de campaña basado en la renovación moral de la sociedad, rindió su V Informe en San Lázaro, estrenado por su antecesor.

“Desde nuestros orígenes como Nación independiente, se estableció el paralelismo entre instrucción y democracia. Por ello, el Gobierno ha mantenido la línea de consolidar y perfeccionar el carácter laico, gratuito, obligatorio, nacionalista, popular y democrático de la educación, que son los principios que sostiene el artículo tercero constitucional; y, al mismo tiempo, elevar la cobertura y calidad del sistema educativo en todos sus niveles. La política social de esta Administración le ha otorgado atención preferente a la educación. La escasez de recursos que hemos padecido no ha frenado la labor educativa y cultural; por el contrario, nos ha obligado a buscar nuevas fórmulas para ser más eficaces en la formación de nuestros hijos y así proteger el futuro de la Nación, de generaciones de profesores, se designó a 1987, el Año del Normalismo Mexicano, y se declaró Benemérita a la Escuela Nacional de Maestros, con motivo del centenario de su fundación. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ha participado decididamente en la renovación del sistema educativo nacional.

“La Revolución tiene respuestas vitales para el nuevo desarrollo de México. Tenemos historia, tradición, principios e instituciones. Nunca nos hemos dejado vencer por la adversidad. Nos caracteriza una idiosincrasia de lucha y tenacidad. El pueblo posee una energía indomable. Ello nos asegura que vamos a resolver los problemas que aún subsisten.

“El camino que aún nos queda por recorrer, debemos transitarlo con apoyo en lo logrado. Durante el último tramo de mi Gobierno, sólo propondremos iniciativas que nos permitan complementar y afianzar lo que ya está en marcha. Tenemos por delante una importante tarea de consolidación.

“La democracia integral no es un mero enunciado. En ella se condensa el sentido que orienta el perfeccionamiento de nuestras instituciones. El sistema político mexicano está vigente: lo perfeccionamos y lo ajustamos a las necesidades del nuevo pluralismo de la sociedad. Queremos más democracia. Democracia que refuerce nuestra convivencia pacífica, que permita más y mejores espacios de participación y representación social, que se sustente en las aspiraciones populares y en el reconocimiento de las necesidades políticas y económicas de la Nación. Democracia entendida, como lo define nuestra Constitución, como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, que contribuye a la mejor convivencia humana, en el aprecio por la dignidad a la persona y a la integridad de la familia, y en el sustento de los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres. Cito el Artículo Tercero de la Constitución.

“He concebido el ejercicio de la autoridad presidencial como elemento de cohesión y unidad, y como tarea privilegiada de servicio a mi Patria. Me he empeñado en una tarea de conducción clara y firme de eficaz coordinación institucional, de ejercicio de la autoridad sujeta al derecho y de respeto a mis conciudadanos

La autoridad presidencial tiene como obligación suprema la soberanía nacional y como límites las garantías individuales, los derechos sociales, la división de Poderes y el sistema federal. También limitan y ponderan el ejercicio de esta autoridad la libertad de expresión y la crítica de los medios de comunicación y los intelectuales, la vigencia del pluripartidismo, el vigor de las organizaciones sociales y una sociedad cada día más vigilante y participativa. Pieza importante de este sistema que sujeta el poder al derecho es el control de la constitucionalidad de los actos de autoridad por el Poder Judicial de la Federación mediante el juicio de amparo.

El poder público es responsabilidad y sujeción a la ley, es respeto a la dignidad del pueblo, no se debe ejercer con estilos personales producto del capricho o la arbitrariedad. Tenemos un sistema institucional en el que se han desterrado el caudillismo y los liderazgos providenciales. La legitimidad del poder público está en la defensa de la soberanía y en la sujeción a la ley, en la formación del consenso social, y en el respeto a las libertades y derechos de grupos e individuos. Las leyes y las instituciones prevalecen por encima de los hombres.

“Las elecciones se darán dentro de un marco jurídico renovado. El Ejecutivo a mi cargo asume el compromiso de apegar su conducta a la ley y garantizar que en los procesos electorales haya limpieza y respeto al orden público. Las elecciones son para profundizar y perfeccionar la democracia, para mantener unida y fuerte a la Nación.

“Toca a los ciudadanos y a los partidos políticos, la responsabilidad de hacer del proceso electoral un evento democrático que nos fortalezca, no un pretexto para luchas estériles, ni manifestación de intereses particulares y exposición del país al desprestigio y desunión de los mexicanos. Ahí están los instrumentos jurídicos y políticos para la transparencia y legalidad de las elecciones. Fortalezcámoslos con participación y organización”.

Por supuesto que los principios rectores de la democracia han pasado a segundo término en el actual gobierno. Se ejerce el poder público con estilo personal producto del capricho o la arbitrariedad. No se ha buscado la cohesión y la unidad, sino por el contrario, la desunión es el signo del gobernante de hoy. 

Durante la actual administración, el cúmulo de acciones arbitrarias ha incidido en la lluvia de amparos otorgados por jueces federales en cumplimiento del texto constitucional. Sin embargo, la violación permanente de la legalidad ha conllevado a un debilitamiento del estado de Derecho, reclamado por magnates, clasemedieros, sociedad civil y por los ¡pobres!

La solidez de las instituciones pasó de ser una realidad a una utopía. Han resistido, sí, pero a un elevado costo democrático. Se ha dañado todas aquellas que son observadas como “una amenaza para la transformación” y se ha pretendido desparecer al INE, al INAI, a los Tribunales Administrativos e incluso el presidente López ha hablado de someter a los ministros de la Corte a juicio político para desaforarnos y que lo detiene solamente el resultado: los haríamos mártires.

 

(Continuará)

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