Más de 50 empresas mineras negociarán acuerdos con Chile sobre el litio

Hay varias decenas de compañías de todo el mundo compitiendo por negociar contratos de litio en el marco del nuevo modelo público-privado chileno, en el que el Estado toma una participación mayoritaria en las operaciones estratégicas y sensibles, mientras que las empresas privadas mantienen el control de los proyectos no esenciales.
Gabriel Boric, el presidente de Chile, argumentó que las reservas de litio del país representan «una oportunidad de desarrollo económico que probablemente no se repetirá en el corto plazo» y que «es la mejor oportunidad que tenemos para transitar hacia una economía sustentable y desarrollada. No podemos permitirnos desperdiciarla».
Las compañías mineras se apresuran a negociar acuerdos de litio bajo el nuevo modelo de Gobierno de Chile y para satisfacer la demanda, las autoridades chilenas «tienen muy avanzado» el trabajo de identificación de nuevas áreas de producción y están compilando las bases de licitación para los contratos de exploración y posible extracción, indicó la directora de la agencia publica InvestChile Karla Flores, citada por Bloomberg.
En virtud del plan de Boric, el Gobierno también negociará con la nacional Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y la estadounidense Albemarle Corp (ALB) —dos empresas que dominan Atacama, el mayor salar de este país suramericano— que sean supervisadas por el productor estatal de cobre Codelco, empresa encargada de crear un marco para formar una nueva compañía pública de litio en el futuro.
Esto «no se ve muy bien» para la SQM y la ALB, opina el columnista de Oilprice.com, Alex Kimani, puesto que Atacama ahora representa el 30% de la producción mundial de litio, y la nacionalización de las compañías «incentivaría la renegociación de esos contratos de explotación».
Si el modelo del presidente es aprobado por el Congreso Nacional de Chile, las entidades privadas de la industria del litio podrán participar, pero únicamente como socios minoritarios en empresas conjuntas con el Estado. Además, el plan propone fomentar la exploración de otros salares distintos del de Atacama para diversificar las fuentes de litio y ampliar la producción, aumentando el número de entidades privadas que producen este metal desde las dos actuales.
En estas circunstancias, más de medio centenar de las empresas de todo el mundo han expresado su interés, con una gira celebrada en Alemania y Francia el julio pasado y otra prevista para Corea, Japón y China en octubre, informó Bloomberg.
La SQM corre aquí el mayor riesgo, conforme con Kimani, ya que su contrato para extraer litio en Atacama expira en 2030, y las acciones de la empresa reflejan esta realidad al haberse desplomado casi un 10% en las últimas cuatro sesiones bursátiles.
De acuerdo con la política propuesta por el Gobierno, continua el analista, tiene solo dos opciones: permitir que el Estado se haga con una participación mayoritaria, en el entendimiento de que podría seguir operando más tiempo, o mantener el control total de su explotación durante el resto del contrato actual y «arriesgarse a perderlo cuando termine».
La ALB, a su vez, «está más tranquila», y declaró a los inversores que el plan del mandatario chileno no tiene «ningún impacto material» en sus operaciones, ya que su contrato no vence hasta 2043, subrayó el autor de Oilprice.com.
Chile es el segundo productor mundial y tiene las mayores reservas de litio del mundo, mientras que alrededor del 60% de las reservas mundiales de este metal se encuentran en el llamado triángulo de litio, una región que abarca Chile, Argentina y Bolivia. Sputnik
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