El sueño brasileño de un déficit presupuestario cero se topa con la realidad de los ingresos

El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, sigue presionando públicamente para que se adopten medidas que aumenten los ingresos y ayuden a equilibrar el presupuesto del país en 2024, mientras que el Congreso se resiste a aprobarlas.
El Ministerio de Hacienda encabezado por Haddad necesita una subida de ingresos de unos 200.000 millones de reales (40.000 millones de dólares aproximadamente) para cumplir su plan de acabar con el déficit previsto de 150.000 millones de reales (cerca de 30.200 millones de dólares) este año 2023 con un resultado equilibrado en 2024. La estrategia adopta una serie de medidas, entre ellas impuestos a las sociedades extraterritoriales, a los fondos cerrados y a los dividendos.
Pero esas propuestas requieren la aprobación del Congreso, y los legisladores —incluido el presidente de la Cámara Baja, Arthur Lira— se mostraron poco dispuestos a sacarlas adelante, de acuerdo con Bloomberg.
A medida que se acerca la fecha límite, el Ministerio de Finanzas se dio cuenta de que se está quedando sin margen de tiempo, según dos fuentes anónimas citadas por el medio estadounidense. El 11 de agosto, Haddad expresó públicamente su descontento con el Congreso y con Lira, que había comunicado al ministro que no estaba dispuesto a someter a votación la medida de la fiscalidad extraterritorial.
Durante una entrevista con medios locales, Haddad criticó la cantidad de fondos públicos entregados a los legisladores para proyectos en sus estados de origen como parte del presupuesto federal, y declaró que si bien la Cámara Baja del Parlamento es poderosa, no debe utilizar sus autoridades “para humillar al Senado y al Gobierno federal.”
Estos comentarios, opinan en Bloomberg, llevaron al presidente de la Cámara de Diputados a posponer las reuniones con los líderes de los partidos para debatir una votación sobre el nuevo marco fiscal de Brasil, una propuesta para apuntalar las finanzas del país que necesita la aprobación de la Cámara Baja a finales de agosto, cuando el Gobierno presentará su proyecto de presupuesto para 2024.
El ministro de Hacienda intentó suavizar las relaciones con el Congreso Nacional, y ahora se espera que se reúnan para debatir la votación del plan presupuestario el 21 de agosto, y su equipo confía en que un acuerdo entre el líder brasileño, Lula da Silva y Arthur Lira pueda allanar el camino para que el proyecto de ley fiscal se apruebe a tiempo para ajustar el plan económico a las nuevas normas de gasto.
Se envió al Congreso un proyecto de ley sobre las directrices básicas del déficit cero de Brasil para 2024. Pero si el Parlamento no lo aprueba, Haddad tendrá que congelar el gasto, lo que podría limitar la inversión pública y los costos sociales para cumplir el objetivo presupuestario.
Aunque los inversores, que en su mayoría respaldaron su labor, creen que no equilibrar el presupuesto en 2024 no sería el fin del mundo, no quieren que el concepto pierda credibilidad como referencia para el futuro fiscal de Brasil, resumen en Bloomberg. Sputnik
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