“Oppenheimer”

 

El Creador de Sombras

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Oppenheimer”, película dirigida por Christopher Nolan; con la actuación de Cillian Murphy (J. Robert Oppenheimer), Emily Blunt (Kitty Oppenheimer), Matt Damon (Leslie Groves), Robert Downey Jr. (Lewis Strauss), Florence Pugh (Jean Tatlock), Tom Conti (Albert Einstein) y Josh Hartnett (Ernest Lawrence); cuyo estreno fue 20 de julio de 2023.

Son tiempos de guerra, y el gobierno de los Estados Unidos está decidido a dar un golpe fulminante al Tercer Reich; se crea el “Proyecto Manhattan”, la logística militar está a cargo del general Leslie Groves, y el área científica en manos de Julius Robert Oppenheimer, quien lidera los ensayos nucleares para construir la bomba atómica.

El guion está basado en American Prometheus, una biografía escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin (2005), y narra desde sus años como universitario, hasta los posteriores a la terminación a la Segunda Guerra Mundial en que es enjuiciado por ser supuestamente comunista; pero lo más llamativo de la cinta, es cómo presenta a un Oppenheimer que se cuestiona las consecuencias morales de su creación.

LA MANZANA 

ENVENENADA

En 1926, el joven J. Robert Oppenheimer de 22 años lidia con la nostalgia y la ansiedad mientras estudia en el Laboratorio Cavendish en Cambridge, bajo la tutela del exigente Patrick Blackett; Oppenheimer le deja a Blackett una manzana envenenada con cianuro de potasio, pero evita que el científico visitante Niels Bohr se la coma.

Este suceso no está confirmado si pasó en la vida real; en el libro biográfico se hace alusión a que ello deriva de unas vacaciones de primavera, en que el físico platicó la historia, pero los reporteros no sabían de qué estaba hablando Robert Oppenheimer.

Precisamente, Charles Oppenheimer, nieto del creador de la bomba atómica, platicó a la revista Time, que los autores del libro dicen: “Realmente no sabemos si sucedió”; sin embargo, admitió que la película trató el supuesto incidente con un aire menos siniestro en comparación con la forma en que la que lo presentó la biografía.

DOS MUJERES 

UN CAMINO

Después de completar su PhD en física en la Universidad de Göttingen, en Alemania, Oppenheimer regresa a los Estados Unidos, y comienza a enseñar en la Universidad de California, Berkeley y en el Instituto de Tecnología de California; ahí se encuentra con Ernest Lawrence, el ganador del Premio Nobel de 1939, pero también conoce a Jean Tatlock, miembro del Partido Comunista de los Estados Unidos y su futura esposa Katherine Puening, bióloga y ex comunista.

Jean Tatlock, era una radical activista de izquierda y psiquiatra, a quien Oppenheimer conoció en 1936, en dos ocasiones le pidió casarse, pero ella lo rechazó; esta relación, aunque intermitente y poco convencional, duró hasta 1941. El 1 de noviembre de 1940, Oppenheimer se casó con la bióloga germano-estadounidense Katherine (Kitty) Puening.

La cinta muestra la relación extramarital, cuestión que era del conocimiento de Kitty; algunos historiadores creen que esta relación se mantuvo durante el Proyecto Manhattan, otros afirman que se reunió con Tatlock sólo una vez después de que lo eligieran para dirigir el Laboratorio de Los Álamos a mediados de junio de 1943.

En la diversa película llamada “Little Boy And Fat Man” (1989) se hace alusión a que, en junio de 1943, Oppenheimer estaba en Berkeley para contratar a David Hawkins como asistente administrativo; tiempo que aprovechó para ver a Tatlock y pasar la noche juntos, mientras agentes del Ejército de los EE.UU. lo tenían bajo vigilancia, lo cual reportaron al general Leslie Groves quien le pide a Oppenheimer que termine esa relación.

El 5 de enero de 1944, Jean Tatlock fue encontrada muerta, tirada sobre una pila de cojines en el baño, con la cabeza sumergida en la bañera parcialmente llena, y una nota de suicidio.

EL MAL NECESARIO

Oppenheimer, que es judío, está particularmente motivado por la posibilidad de que los nazis tengan un programa de armas nucleares en marcha, por lo que está decido a crear la bomba con la intención de salvar al mundo a pesar de sus posibles repercusiones globales.

Cuando están a punto de lograr el artefacto, Alemania se rinde, algunos de los científicos dudan de la necesidad de continuar con el proyecto; sin embargo, la bomba se completa y la prueba Trinity se lleva a cabo con éxito justo antes de la Conferencia de Potsdam. El presidente Harry Truman, decide lanzar bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, forzando la rendición de Japón.

Oppenheimer no es un modelo de persona, es mujeriego, egocéntrico y disfruta usando su inteligencia superior para dejar en ridículo a los demás, pero es honesto en lo esencial, dice lo que piensa y es coherente en todo momento con esos pensamientos; la película profundiza en las consecuencias morales para el protagonista después del bombardeo a Japón.

La esencia de la cinta es explicar las distintas motivaciones que hicieron posible la construcción de la bomba, así como la paranoia del enemigo fantasma, pues se desconfió de los propios aliados, de compatriotas o de cualquiera que estuviese vinculado al proyecto Manhattan; se pasa de la amenaza de un enemigo real (los nazis), a un enemigo más vulnerable (los japoneses), sólo para justificar la necesidad de desarrollar un armamento nuclear.

En el filme se hace alusión al mal necesario; desde un punto de vista psicológico, el concepto se remite a un daño que resulta inevitable y que a pesar de no ser agradable produce beneficios terapéuticos de acuerdo al fin que persigue; pero en la filosofía, y sobre todo en la teología, es cuestionable su aceptación.

Con frecuencia, la expresión mal necesario se utiliza junto con frases como el fin justifica los medios, por un bien mayor, o por un mal menos grave. La expresión implica que ciertas inmoralidades se justifican por la situación; para los teólogos, la expresión mal necesario es antibíblica, pues si algo es verdaderamente malo, entonces nunca es necesario ni moralmente aceptable.

Para los sociólogos, el mal necesario puede tener cierta validez, dependiendo de cómo se entienda; la diferencia depende de cómo se definan las expresiones usadas.

Si el concepto mal es usado como sinónimo de maldad moral nunca será necesario, sea cual sea la situación, lo que está expresamente prohibido por la moral no está justificado ni excusado por ninguna situación, sería tanto como aceptar que esa maldad es “necesaria para conservar una riqueza” o “necesaria para conservar el poder”.

Sin embargo, es posible que una acción produzca una tragedia o un desastre sin que necesariamente sea contrario a lo moral, aunque esa misma acción en otras circunstancias si lo fuere; esto es una cuestión de ética circunstancial, que presupone la existencia de leyes morales objetivas más allá del fin que justifica los medios. Es más bien un reconocimiento de que la moralidad se define por circunstancias en cada momento de la vida; por ello es que se justifica la defensa propia y la guerra legítima que no son moralmente malos dadas las circunstancias. El principio moral es objetivo y absoluto, la circunstancia simplemente define si ese principio se aplica y cómo.

Dietrich Bonhoeffer, quien participó en un complot para asesinar a Adolfo Hitler, declaró: “Lo que es peor a hacer el mal es ser malo”, es decir, lo que es peor a hacer una maldad justificada es permitir la maldad inmoral.

Pero ¿en realidad las dos bombas atómicas que estallaron en Japón eran un mal necesario justificado?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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