Al Alza el Rechazo de los  Mexicanos a los Textos 

 

 

*La llamada “Nueva Escuela Mexicana” Retrocede en el Tiempo

*Además, Abandona los Preceptos del Artículo Tercero y la Ley General de Educación

*También, Impone Criterios Personales y Obliga a los Maestros lo que Deben Enseñar

*El Magisterio se Divide: la CNTE Reclama no Haber Participado, el SENTE lo Avala

*Y el Presidente Amenaza a los Gobernadores que Rechazan la Distribución

*Cuatro Entidades ya Respondieron que no Serán Distribuidos 

*Académicos, Políticos y Diversos Sectores Critican al Gobierno por los Textos

*Silvestre Villegas Revueltas Reprueba que los Libros Hablen del “Fraude” Electoral de 2006

*AMLO es un “Copión”, Porque Quien Introdujo el Socialismo en la Educación fue Cárdenas

 

GERARDO LAVALLE

Libros de texto Gratuitos, la inesperada bomba que le estalla al gobierno federal. 

Y en busca de apagar el fuego producido por el estallido, las “explicaciones” desde Palacio Nacional a cargo de Leticia Ramírez Amaya, secretaria de Educación. No hay reversa. Quizá revisión de los garrafales errores. Corrección de fechas, de geografía, de historia. Nada más. 

Nadie recuerda las expresiones del 25 de junio de 2022: “Con los niños no” que fueron expresadas por la “clase política” de la 4t al difundirse el apodo “Chocoflán” a Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo del presidente, y hoy la crítica sobre los nuevos textos se centra en la “ideologización” y “adoctrinamiento” que contienen. Nadie hasta ahora ha defendido a la niñez que se convertirá en la “primera generación” de un proyecto educativo que no fue consensuado con nadie y pretende ser impuesto a como dé lugar.

La llamada “Nueva Escuela Mexicana” rompe paradigmas, retrocede en el tiempo, abandona los preceptos del artículo tercero y la Ley General de Educación, impone criterios personales y los textos que deberán utilizar los maestros para “enseñar” a sus alumnos, ni siquiera los han conocidos y jamás fueron consultados como marca la LGE, por lo cual hay dos amparos concedidos por jueces federales ordenando a la SEP y a la Comisión Nacional de Libros de Textos Gratuitos que muestren documentalmente que se cumplieron todas las normas establecidas para el caso.

Por lo que se sabe hasta ahora y por la reacción de los profesores de la CNTE, no fueron invitados a participar en el análisis de textos ni de las infografías.  Los maestros del SNTE avalan los nuevos libros, aunque unos y otros desconocen los planes de estudio “que se darán a entregarán antes de iniciar el nuevo ciclo”. La Presidencia de la República informó que los datos de la planeación, el diseño, los contenidos, participantes y análisis de los nuevos libros, serán resguardados durante 5 años. No se explica la razón. Pero nadie tendrá acceso a ellos hasta 2028.

La amenaza presidencial a los gobernadores que rechazan la distribución en las escuelas de sus entidades: violarían la Constitución, porque es un asunto de “responsabilidad federal”.

Desde hace 10 días, el tema de los contenidos en los nuevos libros que serán utilizados a partir del 28 de agosto al iniciar el ciclo escolar 2023-2024, ha robado reflectores a los otros que aborda el presidente de la República y que han quedado rezagados, con excepción de los amparos concedidos al Factor X para que no sea mencionada en las conferencias matinales. Lo demás ha pasado de noche y apenas con alguna pequeña luz en la oscuridad.

En un desplegado hecho público el pasado miércoles firmado por académicos, políticos y representantes de diversos sectores han lanzado duras críticas al gobierno federal por su intento de introducir nuevos libros de texto en las escuelas primarias, alegando que este paso constituiría un “crimen contra la nación”. La iglesia Católica se ha sumado a los reclamos y sin entrar al fondo, desde el domingo 6 las homilías abordaron la necesidad de que la sociedad ejerza su derecho de libertad y exija respeto a la Constitución y a la democracia.

La polarización entre quienes estiman que los libros contienen una fuerte dosis de ideologización, de adoctrinamiento, va al alza y, por lo menos hasta el cierre de esta edición, la mayoría no la tiene el gobierno ni sus seguidores. 

Sin embargo, historiadores e investigadores que han analizado los contenidos tienen diversos puntos de vista, algunos encontrados y, sin embargo, hay coincidencia en que la metodología y los contenidos nada tienen que ver con la forma de pensar y expresarse de Karl Marx. 

El doctor Silvestre Villegas Revueltas, académico e investigador del Instituto de Estudios Históricos de la UNAM dice a Misión Política que los libros de texto en todo el mundo tienen sesgos ideologizantes que corresponden al estilo de gobernar de cada Jefe de Estado. “Marx era sumamente ordenado y puso todo en su lugar”, dice el académico.

En el caso de México, el problema es que mientras no se conocen los programas de estudio los maestros no tienen las herramientas para digerir qué es lo que van a enseñar a sus alumnos. Y critica el tema de la escasa presencia de las matemáticas en los libros, considera que esa materia es fundamental, porque aprendiendo a sumar, restar y multiplicar, puede construir un futuro; cuestiona que en los libros se hable del “fraude” cometido en las elecciones de 2006. Y las equivocaciones en geografía y fechas de nacimiento, entre otras cosas, muestran o cierto descuido o una intención clara de colocar todo a la manera del Gobierno federal.

Para la secretaria de Educación, Leticia Ramírez Anaya, las maestras y maestros recibirán libros de texto sin recetas, son libros para polemizar, para aprender y cuestionar y sostiene que no desaparecieron las materias como matemáticas. «Sí existen las materias dentro de los Campos Formativos» que aparecen en los nuevos libros.

VAN 4 GOBERNADORES

QUE LOS RECHAZAN 

La atención se ha centrado en los contenidos de los libros de texto que serán utilizados a partir del 28 de agosto y ha surgido el reclamo de gobernadores de oposición por no haber sido invitados y consultados, como marca la Ley General de Educación Pública, para opinar sobre las versiones que se incluyeron.

Al cierre de esta edición, cuatro gobiernos confirmaron que no distribuirán los libros que ya se encuentran en las bodegas de cada entidad. Se espera que otros estados gobernados por partidos diferentes al oficialista, se sumen.

Y en otro, los habitantes de Aguascalientes, gobernador por Teresa Jiménez (PAN), salieron a las calles para protestar y anunciar que quemaran los libros, al tiempo que en el Estado de México se realizaron mítines y marcha organizados por la sociedad civil en rechazo de los nuevos textos que, expresaron a gritos y reclamos, no mejorarán la educación de los 25 millones de alumnos de preprimaria, primaria y secundaria.

Los gobernadores de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Aguascalientes, dieron a conocer que hasta no conocer a fondo los contenidos, no distribuirán los libros. El presidente López Obrador amenazó con tomar medidas drásticas, porque la entrega de los libros a las escuelas y maestros, es un asunto federal, no estatal. Sin embargo, el gobierno de Maru Campos (Chihuahua) ya presentó una controversia inconstitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que fue admitida aunque no se tiene fecha para revisarla. La opinión de los juristas es que los ministros deberán tomar una decisión antes del 28 de agosto o de lo contrario será un asunto consumado.

En contraparte, los 20 gobiernos de Morena y los 2 de sus aliados, PVEM y PES, manifestaron su irrestricto “apoyo” a los textos de la Nueva Escuela Mexicana, aunque en algunas de las entidades el rechazo de los padres de familia, de los opositores, de la iglesia y de la sociedad en general, los y las mandatarias han hecho caso omiso y disciplinadamente brindan el respaldo al presidente de la República y su reforma educativa que no contempla definición ideológica.

CÁRDENAS SE ATREVIÓ Y

PLASMÓ EL SOCIALISMO

Apenas iniciado su gobierno el primero de diciembre de 1940, para el 30 del mismo mes se había reformado el artículo tercero de la Constitución que dio un giro de 180 grados en la educación del país al contenido publicado el 5 de febrero de 1917 y que a la letra decía:

Art. 3. La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en los establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria. Las escuelas primarias particulares sólo podrán establecerse sujetándose a la vigilancia oficial”.

La reforma de Cárdenas cimbró a las clases pudientes, a los clérigos y provocó inestabilidad política, superada con la muerte del el general Saturnino Cedillo. El texto del artículo tercero no dejaba duda de la tendencia ideológica del michoacano.

«Artículo 3o. «La educación será socialista Y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.

La doctora Elvia Montes de Oca Navas, autora de La educación en México. Los libros oficiales de lectura editados durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934–19, señala:

Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río (1934–1940) se puso en vigor la reforma educativa que implantó la educación socialista en México, con base en las reformas que se hicieron al Artículo 3º constitucional. La educación, en este caso la primaria, quedaba bajo el control único del Estado, tanto la que se impartía en las escuelas públicas como en las particulares. Este mismo poder lo tenía el Estado para elaborar planes y programas de estudio, y determinar los métodos de trabajo que se debían seguir en todas las escuelas primarias. Este poder único se extendió también a los libros escolares cuyos contenidos eran revisados y, en su caso, aprobados por la Secretaría de Educación Pública, órgano encargado de la vigilancia de la educación impartida en las escuelas.

Una de las críticas más fuertes que se hicieron y se siguen haciendo a la reforma educativa de 1934 fue la falta de claridad y difusión de los principios, medios y fines de esta nueva escuela; éste y otros elementos más impidieron la verdadera y correcta comprensión de la reforma, y provocaron que no fuera aplicada como se esperaba a lo largo y ancho del país durante el gobierno cardenista, y que en el siguiente sexenio fuera eliminada de la legislación mexicana, al implantarse la política educativa de la unidad nacional a partir del gobierno de Ávila Camacho, dice la especialista.

Con todo, la reforma se llevó a cabo, aunque su vida fue efímera. Solamente llegó al sexto año y reprobó.

Sin embargo, Cárdenas se atrevió a hacer público su proyecto de lucha de clases y no ocultó su inclinación por el socialismo.

La diferencia hoy en día, es que el gobierno de López Obrador no es claro en su proyecto de reforma educativa y sin que en ella se hubiera plasmado alguna ideología, ahora, en opinión de expertos pedagogos, historiadores, académicos y sociedad civil, se pretende revivir la lucha de clases sin tener sustento para ello. Incluso el Consejo Coordinador Empresarial difundió un comunicado en el que señala que los nuevos textos “promueven sin razón la violencia, el encono y animadversión en contra de empresas y empresarios que operan en el marco de la ley”.

Los postulados de la Revolución Mexicana quedan eliminados y, sin acudir a citas directas, se retoma la postura de Lázaro Cárdenas. Han pasado 84 años de la reforma cardenista, el mundo ha modificado sus conceptos ideológicos, el comunismo está prácticamente sepultado al igual que el socialismo totalitario y sustituidos por la llamada socialdemocracia.

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