Este 18 de agosto entrará en vigor el pacto de cooperación militar entre Japón y Australia, facilitando la realización de ejercicios conjuntos, el despliegue más rápido de fuerzas y el transporte de armas y suministros. Expertos comentaron a Sputnik qué significa este acuerdo para China.
El Acuerdo de Acceso Recíproco entre Australia y Japón (RAA, por sus siglas en inglés) se firmó en enero de 2022 con el fin de reforzar la «disuasión» contra China en medio de las crecientes tensiones en torno a Taiwán, según los medios japoneses.
«El acuerdo pretende profundizar en la cooperación en materia de defensa, el intercambio de inteligencia, la cooperación en seguridad económica, así como en seguridad climática y energética. Pero no está diseñado para reemplazar la alianza militar mutua nipo-estadounidense o el tratado australiano ‘ANZUS’. (…) Son solo acuerdos bilaterales que refuerzan la profundización de los lazos», afirmó a Sputnik el profesor Joe Siracusa, decano de futuros globales de la Universidad Curtin de Perth de Australia.
Según él, no hay dudas de que el RAA está dirigido contra Pekín junto con otras iniciativas de EEUU y sus aliados de la OTAN en la región.
«China está atormentando a los políticos australianos. Los políticos responsables australianos dicen que China es una amenaza inminente. No creo que China esté interesada en atacar a Australia. Basta con que la ignore, incluso si hubiera una guerra. Pero como Japón y Australia (…) están vinculadas a EEUU, [esto] solo añade otra arruga de dificultad para los planificadores de guerra de defensa chinos», considera el experto.
En opinión del investigador principal del Centro de Estudios Americanos Avanzados del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Igor Istomin, el tratado entre Japón y Australia debe considerarse como parte de un amplio paquete de pactos bilaterales y multilaterales que EEUU y sus aliados están concluyendo en Asia y en el espacio Asia-Pacífico.
Al tener dimensiones tanto militares como económicas, todos estos tratados están relacionados con la tarea de contener y contrarrestar a China, a quien Washington ve como un adversario y a quien Australia, Japón y Corea del Sur ven como un competidor, según el analista.
Para ilustrar su punto de vista, Istomin se refirió al Diálogo de Seguridad Cuadrilateral que se formó entre Australia, India, Japón y EEUU; AUKUS, acrónimo del pacto trilateral de seguridad entre Australia, el Reino Unido y EEUU para la región Asia-Pacífico; así como al formato tripartito de coordinación entre Washington, Seúl y Tokio, que está evolucionando.
«Todos ellos están interrelacionados y persiguen el objetivo de la disuasión», declaró el experto a Sputnik.
Cabe destacar que el pacto Japón-Australia desempeña un papel similar al Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas entre Japón y EEUU y simplificará los procedimientos de entrada de tropas, armas y municiones entre Japón y Australia. En enero de 2023, Japón firmó el RAA con el Reino Unido, ampliando aún más la red de pactos de defensa de Tokio.
¿Por qué los aliados de EEUU firman pactos bilaterales de defensa?
Los pactos bilaterales firmados por los aliados de Washington —con el beneplácito de la Casa Blanca— indican que el poder de EEUU se está desvaneciendo, apuntó Istomin.
«Históricamente, EEUU ha construido su política en la región sobre la base del llamado concepto de rueda y radio, o centro y conexiones. Significaba que EEUU era un centro en torno al cual se construían alianzas bilaterales», detalló.
Pero ahora, prosiguió el investigador, está claro que, a medida que China asciende, «EEUU no dispone de recursos suficientes y, por tanto, está fomentando el desarrollo de lazos entre estos ‘radios’ de la rueda».
«Estos países también entienden que EEUU no podrá ayudarles a todos y ni en la medida que desearían en caso de conflicto, por lo que construyen estos acuerdos», explicó Istomin.
De hecho, estos documentos sirven de cobertura, ya que «tal vez EEUU no esté allí por la mañana», resaltó en este sentido Siracusa. Aun así, cree que sin la participación activa de Washington, cualquier acuerdo de seguridad entre Japón y Australia no es especialmente viable.
«La relación australiano-japonesa no va a ninguna parte sin EEUU. Así es que en lo que se refiere sólo a esta cosa conjunta, y a todas las cosas que acabo de sugerir que hará, se quedará en nada si EEUU se mantiene al margen», subrayó el experto.
¿Por qué Occidente pone en peligro la seguridad en la región Asia Pacífico?
Mientras tanto, según Istomin, Japón y Australia se convirtieron en los líderes de la red centrada en EEUU en Asia-Pacífico. En los últimos años, Tokio y Canberra han concluido varios acuerdos en el ámbito económico y de infraestructuras. En particular, Japón y Australia declararon programas para terceros países con el fin de atraerlos a su red. Istomin considera que todo ello se complementaría con la cooperación técnico-militar.
La respuesta de China a la militarización de Asia-Pacífico
Pekín entiende obviamente cuál es el objetivo final de las maniobras regionales de EEUU y sus aliados y no se apresura a concluir ningún pacto con sus vecinos u otros actores mundiales, opinó Istomin.
«China es en gran medida autosuficiente. Al menos militarmente, se está haciendo más fuerte. Por lo tanto, puede que no se muestre tan activa a la hora de concluir acuerdos. Tiene una política tradicional, según la cual declara que no entra en alianzas militares ni en bloques militares», profundizó.
Así, continuó, el énfasis se pone en sus propias fuerzas y en formas alternativas y diplomáticas de persuadir y explicar a los países del Sudeste Asiático que les resulta más beneficioso cooperar con Pekín que seguir el camino estadounidense. «En parte, esto puede jugar a favor de China en el sentido de que muchos países del Sudeste Asiático han dicho repetidamente que no quieren elegir entre EEUU y China», destacó Istomin.
Además, Pekín presentó una serie de iniciativas de paz y desempeña el papel de mediador internacional para la paz. Por ejemplo, en febrero, dio a conocer una propuesta de 12 puntos que pedía la reanudación de las conversaciones de paz entre Kiev y Moscú. En marzo, medió en una reconciliación histórica entre Irán y Arabia Saudita. A principios de este año, China hizo público su Concepto de Iniciativa de Seguridad Global, que establece medidas prácticas para abordar los retos actuales en materia de seguridad. El documento subrayaba que «la mentalidad de Guerra Fría, el unilateralismo, la confrontación en bloques y el hegemonismo contradicen el espíritu de la Carta de la ONU y deben ser resistidos y rechazados».
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En marcado contraste con las iniciativas de Pekín, Australia y Japón están reforzando sus fuerzas militares y estrechando los lazos de seguridad con EEUU.
En concreto, en diciembre de 2022, el Gobierno del primer ministro japonés, Fumio Kishida, aprobó duplicar el gasto en defensa del país en los próximos cinco años. En mayo, Tokio anunció la creación de una oficina de enlace de la OTAN en Japón. El 28 de julio, Japón publicó el Libro Blanco de la Defensa 2023, en el que advertía sobre el «advenimiento de una nueva era de crisis» y citaba una aparente «amenaza» planteada por China, Rusia y Corea del Norte, lo que llevó a Pyongyang a condenar el alarmismo de Tokio por no ser más que un intento de justificar la concentración militar sin precedentes de este último país en la región de Asia-Pacífico.
Mientras tanto, Australia y EEUU siguieron adelante con el acuerdo sobre submarinos de propulsión nuclear en el marco de AUKUS, lo que desató el temor a una posible carrera nuclear entre las naciones de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que plantearon dudas sobre el cumplimiento de las normas de no proliferación por parte de AUKUS y subrayaron que esta es una región libre de armas nucleares.
Por su parte, China nunca pierde la oportunidad de demostrar a los actores regionales que, mientras ella defiende la paz y la integración, EEUU y sus aliados intentan desestabilizar la región y enfrentar a las naciones entre sí.
¿Significan los nuevos pactos en Asia-Pacífico una preparación para la guerra?
La cuestión es si la formación de bloques y alianzas en la región Asia-Pacífico, impulsada por EEUU, acabará desembocando en un conflicto en toda regla.
«Japón tiene un ejército muy poderoso, al menos muy moderno. Por lo tanto, por supuesto, existe el peligro de que se produzca algún tipo de agravamiento. El punto clave que se está debatiendo ahora es la situación en torno a Taiwán. (…) Es la cuestión más obvia y la más peligrosa, porque China la considera desde el punto de vista de su integridad nacional», afirmó Istomin.
Según el académico, es poco probable que el RAA se convierta en el detonante de un posible conflicto regional, pero crea un precedente. «Al limitarse a movimientos de tropas y armas durante maniobras conjuntas y operaciones de ayuda en caso de catástrofe, constituye, no obstante, una clara desviación del anterior concepto de seguridad de Japón, que en gran medida era pacifista», señaló el analista.
«Lo que EEUU está intentando hacer es que todo el mundo en esta parte del mundo elija entre Pekín y Washington. Cuando se trata de Tokio y Canberra no hay discusión y no la va a haber. Si se desatara una guerra el lunes por la mañana, los dos estarían dentro», agregó Siracusa.
En sus palabras, es «una devolución de soberanía a una doctrina o algún otro lugar».
«Australia está literalmente a un paso de unirse a la OTAN. Podrían convertirse en miembro de la OTAN mañana, pero Dios sabe lo que la OTAN está haciendo en esta parte del mundo. Sugiere cambios profundos», concluyó el profesor.
Información: @Sputnik
© Foto: Oficina de Asuntos Públicos del Gabinete de Japón