El Departamento de Estado de EE.UU. anunció el viernes el cierre de varios programas de asistencia en Níger que hasta el golpe de Estado funcionaban en pro del gobierno derrocado de esa nación como una medida provisional que no se extiende a la totalidad de planes que posee actualmente en el país africano.
Según un comunicado, se asegura que Washington seguirá brindando la asistencia humanitaria y alimentaria que «salva vidas» y proseguirá con sus actividades gubernamentales como son las operaciones diplomáticas y de seguridad «para la protección del personal estadounidense», «cuando sea factible hacerlo».
El secretario de Estado, Antony Blinken, subrayó que la ayuda a ese país «depende de una gobernanza democrática y del respeto del orden constitucional» y confirmó que solo se mantendrá la «ayuda humanitaria y alimentaria» y agregó que sigue la «revisión de su asistencia internacional y cooperación».
Por su parte, el comunicado del Departamento de Estado reiteró su compromiso con el pueblo nigerino «para ayudarlo a preservar su democracia, que tanto le costó conseguir» y auguró una revisión de los programas de asistencia y cooperación «a medida que evolucione la situación sobre el terreno» y cuando se vuelva «coherente» con sus «objetivos políticos y restricciones legales».
La noche del miércoles, Estados Unidos ordenó la evacuación de su personal no esencial en su embajada en la capital de Níger, Niamey, pero a diferencia de Francia o de otros países europeos no había ordenado evacuaciones hasta el miércoles, ni suspendido aún las ayudas a Níger por cientos de millones de dólares, según fuentes gubernamentales. Telesur