«En un principio, las Fuerzas Aéreas de EEUU tenían previsto adquirir 110 F-35 al año, pero los problemas de amplio alcance del programa y los significativos sobrecostes hicieron que se redujera a 80, luego a 60 y, finalmente, a solo 48 nuevos cazas», subraya la publicación.
China ha aumentado la producción de sus cazas de quinta generación J-20 hasta unas 120 unidades al año, pese a anteriores estimaciones de entre 40-50 aviones de este tipo al año, procede del portal ‘Military Watch’.
El J-20, es un caza de quinta generación con tecnología stealth, desarrollado y producido por la fábrica Chengdu Aircraft Industry Corporation para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China, como una propuesta de avión de combate de tecnología avanzada frente a sus contrapartes occidentales. Este avión bimotor pesado está diseñado primeramente para combates aire-aire a largas distancias en comparación con su análogo ligero estadounidense F-35 destinado más a operaciones aire-tierra.
Lo importante es que tal aceleración de la producción, de acuerdo con la publicación, crea «una liga propia» para el Ejército chino en términos de la modernización de sus fuerzas aéreas. El artículo nota que con más de 200 de cazas J-20 ya en servicio para el comienzo de 2023, cinco brigadas más recibirán estos aviones de ataque solo en el primer semestre de 2023.
De este modo, China dejará atrás a EEUU como su rival cercano en términos del abastecimiento con cazas de quinta generación. Pese a que el F-35 se produce a un ritmo de poco más de 140 al año, con planes del fabricante Lockheed Martin a aumentar la producción hasta de 156, esto se refiere al número total de aviones de este modelo producidos en todo el mundo, desde el Reino Unido hasta Japón, explica el artículo.
Así, del total de los F-35 producidos, las Fuerzas Aéreas de EEUU reciben unos 48 al año, procede del texto.
Como resultado, el ritmo actual chino de adquisiciones de cazas de quinta generación puede ser superior al 250%, si lo compara con el rendimiento de EEUU. Este hecho que fortalece el liderazgo de China en este ámbito, «mientras que debido a las tendencias predominantes es probable que este sea un liderazgo que es muy poco probable que EEUU recupere una vez perdido», concluye el artículo.