ALFREDO MEJÍA MONTOYA
La vida, dentro de su plan perfecto. da la oportunidad de corregir o seguir con el bien (bienestar) o con el mal (malestar). Ello solo es una parte del ciclo universal, y esos principios, los humanos los hemos ido recogiendo a través de los siglos, en algunos temas nos hemos tardado demasiado en darnos cuenta del cómo debieran ser las cosas y del cómo no debieran ser (históricamente el Deber Ser). Y en otros, ha sido tan rápido que apenas nos hemos dado cuenta de ello. La política es una de ellas, la evolución y dinámica social han ido transformando las formas de vivir de los pueblos, y México no ha sido la excepción.
Así los grandes visionarios y protagonistas sociales coincidieron en poner reglas de los limites de la sociedad, y concluyeron a manera de principio universal “el ser” y el “deber ser”; el gran dilema de Shakespeare –to be or no to be that is the question– “ser o no ser, esa es la cuestión”.
Un ejemplo de recién manufactura emana de la confrontación de López Obrador con la posible candidata del Frente Amplio por México a la sucesión presidencial. Motivo por el cual esta desquiciado pues la considera una verdadera aspirante a tomar su lugar vía democráticamente.
EL HECHO: el viernes 14 de julio pasado, durante la pseudo-conferencia matinal el presidente denunció que High Tech Services, la empresa de Xóchitl Gálvez recibió 1,400 millones de pesos en contratos del gobierno federal durante nueve años e incluso pidió “que se aclare eso” (sic). López utilizó sus redes sociales para publicar y difundir los contratos de la empresa High Tech Services con el gobierno federal, violentando la ley.
La LEY: el cargo de titular del ejecutivo no le dá derecho de actuar como vil cuatrero, forajido o bandido cazarecompensas (votos), violentar la ley y obtener un lucro político con sus actuaciones, precisamente porque todo lo que hacemos se pueden considerar actos criminales, como el sustraer mediante un servidor público e interpósita persona los contratos de la empresa High Tech Services. Rompiendo el equilibrio social y estado de derecho, cuya conducta encuandra en el Ser. La ley es muy clara, ¿cual ley? La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, que dentro de algunos de sus preceptos señala: Artículo 3. Para los efectos de esta Ley se entenderá por:
XIV. Sujetos obligados:
- a) El Poder Ejecutivo Federal, la Administración Pública Federal y la Procuraduría General de la República; b) El Poder Legislativo Federal, integrado por la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, la Comisión Permanente y cualquiera de sus órganos; c) El Poder Judicial de la Federación y el Consejo de la Judicatura Federal; d) Los órganos constitucionales autónomos; e) Los tribunales administrativos federales, y f) Cualquier otro órgano federal.
En su artículo 63 dispone que es causa de responsabilidad administrativa de los servidores públicos: Fracción I.- Usar, sustraer, destruir, ocultar, inutilizar, divulgar o alterar, total o parcialmente y de manera indebida información que se encuentre bajo su custodia, a la cual tengan acceso o conocimiento con motivo de su empleo, cargo o comisión;
La diferencia entre el ser y el deber ser radica en los valores morales y éticos de las personas. Solo los individuos que tienen claro cuáles son los valores morales y éticos que deben regir su vida dentro de la sociedad el ser, serán capaces de llevar adelante una vida enmarcada dentro de lo que es el deber ser, acatando las reglas, cumpliendo con la ley, ver por los que menos tienen, (no usarlos), quién no lo tenga claro, el costo y el tiempo serán larguísimos, bueno la excepción confirma la regla y también pueden ser conservadores, neoliberales, de derecha, de izquierda, demócratas, socialdemócratas, autoritarismo, dictadura, ultraderechista, de derecha populista o simplemente populistas, hay de todo. Todo es parte de la nueva democracia en el mundo.
En todo proceso social, político o económico, ya no digamos legal, existen una multiplicidad de formas de actuar o de ver las cosas. En la ética uno es juez y a la vez parte de su conducta, responsable de lo que hace conforme a su conciencia; la moral, se refiere a normas impuestas por la sociedad, por lo que va cambiando de acuerdo con la época, a las circunstancias y a la dinámica de una evolución social. En cuál encuadra López Obrador, probablemente en el autoritarismo, populista o en un ultraderechista resentido.
Hay quienes no evolucionan, cierto, otros evolucionan temerariamente rápido se que despegan de sus congéneres, y a veces se convierten en lideres o simplemente referencias a seguir en el futuro presente, porque ahora la vida corre por internet.
¿Dónde se ubican las corcholatas?, dentro de los parámetros señalados en los párrafos que anteceden, sin considerar la certeza, simplemente una mera posibilidad derivada de su “actitud”, “conducta criminal o no”, y así sabremos como administrarán a México si gana una de esas corcholatas, la respuesta está en la democracia, que es la que nos permite emitir un sufragio efectivo y secreto.
Cómo cambió la perspectiva de los posibles contendientes para la sucesión presidencial, dentro de los conceptos democráticos, que Obrador no respeta. Hace tres semanas, las corcholatas eran pastoreadas tranquilamente por las veredas del país y para su destapador todo era felicidad, tocando la flauta y contando con espacio y tiempo suficientes para sus ocurrencias en las matinales, (que es lo único que ha hecho desde que llegó) y mientras los problemas de México en seguridad, salud como la de Dinamarca, economía, educación, el contubernio con la (DO) delincuencia organizada, etc. son ignorados.
Pero un día, desde la matinal, el jefe de campaña del partido oficialista, con su tendencia de mentir, engañar y olvidándose del combate a la corrupción, levanta falsos testimonios a quienes realizan acciones que puedan poner en peligro su negocio, le dicen la verdad o por algún otro motivo le molestan, se le ocurrió afirmar que Xóchitl estaba contra sus programas sociales.
Y la batalla comienza entre el presidente y la aspirante a ser candidata de la oposición, confrontación que ha escalado lo suficiente como para provocar una tragedia, y el inquilino quebrando la ley, las reglas electorales y aún mas el estado de derecho que debe prevalecer en una democracia, eso a López Obrador no le importa, sigue edificando su status de 4T acabando y destruyendo al pais en sus instituciones y formas democráticas, ya sea por acción o por inacción al no realizar conductas de hacer, de crimenes de lesa humanidad y dejar que lo haga la delincuencia organizada, a casos extremos de actos eminentemente terroristas, y sobre todo moviendo sus hilos criminales para no retirarse si pierden las elecciones en el 2024, y como autoritario que es, se siente dueño del sistema electoral, que le puede servir para declarar un fraude en las elecciones, claro, sin probar nada, como siempre lo ha hecho.
Este escenario sería excepcional en la época contemporánea del país. Nunca ha ocurrido en tiempos de paz, y se le vino la debacle, toda vez que un sector social, solicitará apoyo a toda la población para considerar a Xóchitl Galvez como competidora por la Presidencia dde la República, al demostrar la sociedad civil un hartazgo del titular del ejecutivo, porque afirma, les quitó el México pujante y vigoroso que traía una inercia de desarrollo y crecimiento antes de la llegada de López Obrador a la presidencia.
Si el núcleo social reacciona como se requiere para estos casos, logrará llevar a la Presidencia a la ahora sustentante a candidata, lo que constituiría el hecho más positivo y trascendental en la historia contemporánea de México. Un verdadero logro que marcaría un antes y un después.
Cualesquiera que fuera el resultado, invariablemente resultaría del mejor ejercicio de la democracia, el voto universal y secreto, y la sociedad ya está preparada para esos escenarios, si lo hizo en 2021, ¿por que no lo repetiría en el 2024? “Patria Libre con un México Democrático”.
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