Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Seis días después, mis amigos cuyo apellido comienza con M, no ha logrado retirar el dinero de su pensión universal correspondiente al bimestre julio-agosto.
De acuerdo con el calendario dado a conocer por la Secretaría de Bienestar a cuyo frente se encuentra la que en tiempos de AMLO como jefe de gobierno del Distrito Federal fungió como directora de RTP, Ariadna Montiel, el martes 11 se dispersarían los recursos para los beneficiarios de la pensión para adultos mayores cuyos apellidos comenzaron con le letra M. Me cuentan mis amigos que, en bimestres anteriores, no tuvieron problema alguno. El día que loes tocaba, retiraban su pensión… en ¡cualquier banco con cajeros en red!
Como es sabido por los adultos mayores, desde el primero de julio solamente en los cajeros del Banco del Malestar se pueden retirar los fondos, toda vez que se cancelaron los contratos de servicios coadyuvantes firmados con cuando menos 9 bancos privados, so pretexto de la comisión que cobraban, 5 por ciento .un dineral, ciertamente- y en aras de alinear al menor de las sillas, es decir, el banquito, con la “austeridad republicana-franciscana” ordenada por el huésped temporal de Palacio Nacional.
La ruptura con los bancos comerciales parece no haber sido consensuada en el equipo de Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra –cercano a la exjefa del SAT y hoy secretaria de Economía, Raquel Buenrostro- y sobrevaluada la “eficiencia” de la institución bancaria que “contará con el mayor número de sucursales en el país” (sic. AMLO), porque todo indica que el software y el número de servidores no son suficientes para atender la cantidad de operaciones que se registran.
El martes pasado, colaboradores de Misión Política, hicieron llegar a la redacción de la publicación, fotos e información de las largas filas de adultos mayores en, cuando menos, 9 sucursales visitadas en la capital del país (El Sol de México documento que en 22 estados se repetía la situación) y en todas los “responsables” daban la misma respuesta para justificar la espera: no ha llegado el dinero… los camiones que lo transportan –los blindados que no respetan el reglamento de tránsito- arribarán en cualquier momento”.
Ese momento jamás se presentó el martes. Miles de sexagenarios hasta octogenarios, quedaron sin recibir el dinero.
El miércoles 12, la historia se repitió con un agravante: las filas eran más largas. El jueves las operaciones del Banco del Malestar colapsaron. Y el viernes, último día hábil para retirar –algo incompresible toda vez que los cajeros deben funcionar las 24 horas y entregar la suma requerida por el beneficiario-, cenas de miles, cientos de miles, no pudieron cobrar sus pensiones.
Ayer, en las sucursales ubicadas en Deodato, colonia San Miguel, en Tláhuac; Antiguo Camino a Tlaltenco, colonia Zapotitla, también en Tláhuac; Ignacio Ramírez No. 20 en la colonia Tabacalera, Cuauhtémoc y en Río Magdalena 115, colonia Tizapán, Álvaro Obregón –nos hicieron llegar las fotos- las filas eran interminables. Había adultos que llevaban 5 horas de espera y no sabían si podrían o no cobrar la pensión.
El inhumano trato hacia quienes reciben el beneficio con dineros públicos que se integran con los impuestos de todos quienes los pagamos -90 por ciento de los registrados en el SAT- no ha merecido una sola mención de parte del huésped temporal de Palacio Nacional. Con ello demuestra cómo “quiere a los pobres y adultos”.
No se entiende que el grueso de los beneficiarios utiliza el dinero para la compra de medicinas y para medio comer con lo que les reste. Porque los fármacos están en el espacio –por los altos precios- y los alimentos de igual forma.
El director general del Banco del Malestar, Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra, presume de ser
“Especialista en Finanzas Públicas con más de 20 años de experiencia en el sector público, donde ha dirigido los procesos que regulan el ciclo hacendario de ingresos y egresos públicos en los ámbitos federal y estatal”, de acuerdo con la publicación en la página oficial del Gobierno federal. Le añade atributos: estudió doctorado –no dice si está titulado- en Economía Pública, en la Universidad Complutense de Madrid; es maestro en Hacienda Pública y Análisis Económico por el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Hacienda de España y licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Después vienen otros dos largos párrafos con exaltando todas las virtudes.
Con esa experiencia se supondría que podría garantizar la operación del banquito, señalado en Estados Unidos de probable lavado dinero a través de las remesas que recibía.
Es probable que el inquilino de Palacio Nacional ni siquiera esté enterado de lo que está pasando a los adultos mayores o a lo mejor sabe más y está consciente de dónde se encuentra el dinero.
¿Desaparecerá la pensión de millones de adultos mayores correspondiente al bimestre julio-agosto?
URGE SABERLO antes de que algunos de los beneficiarios mueran en la banqueta por la larga espera, la inclemencia del tiempo: calor, lluvia y frío.
¿Quién es el responsable?
El director parece que no. Porque no ha hecho nada para remediar el problema que ya dura 9 días y contando. Y eso que es “experto en finanzas”.
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