A la Vuelta de la Esquina
*Tal vez Algo, Quizás Nada, con los Partidos en Crisis no sólo los Antiguos, sino Morena
IVÁN RUIZ FLORES
Hoy, como ayer, empiezan a mostrarse los candidatos independientes, pero si en tiempos ya idos en el siglo XXI la tenían difícil, ahora piensan que es peor y resulta más sencillo que sean cooptados por algún partido, si es que se observa alguna preferencia a su persona en entidades y municipios.
No la tienen fácil. Era posible triunfar cuando gobernaban otros partidos, pero hoy que Morena está en el poder la situación para los independientes es difícil.
Como se sabe, desde 2014 se integró la figura de candidaturas independientes, lo que da valor a la participación democrática. Para ejercer este derecho deben manifestar al INE la intención de participar.
Antes de las pasadas elecciones de 2018, de acuerdo con la tasa de éxito de candidatos independientes realizada por la organización “Pienso Luego Voto”, el caso de las gubernaturas es lo que más se acerca al mando presidencial y de los 12 que aspiraron en el 2016, sólo 3 fueron registrados, el porcentaje de éxito fue de 25 por ciento y ganó sólo uno por lo cual el porcentaje de éxito fue de 33 por ciento.
Esta agrupación habría señalado respecto del proceso electoral pasado: “…no basta tan solo conocer el nombre del candidato o la bancada a la cual pertenece, sino es nuestro derecho y obligación como votantes ejercer nuestro voto de forma informada y razonada, lo cual a mi punto de vista implicaría que como votantes nos planteamos las siguientes preguntas: ¿por qué voy votar a por ese candidato? ¿Conozco la viabilidad de sus propuestas?”
La validez de este planteamiento está vigente. De la misma manera están las normas que señalan desde hace nueve años que las candidaturas independientes tienen el derecho de recibir financiamiento público federal para sus gastos de campaña. El monto que se les otorga en conjunto, es el que correspondería a un partido político de nuevo registro.
En efecto, y dicho financiamiento se divide en tres partes: El primer tercio se distribuye entre los que aspiran a la Presidencia de la República. El segundo entre los que quieren postularse a una Senaduría. Y el tercero entre los que aspiran a diputados federales.
LAS ELECCIONES DE 2024
DE GRAN PEROCUPACIÓN
Fue por aquellos años cuando el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) señaló:
“La elección de 2015 demostró que las candidaturas independientes pueden representar una alternativa viable ante el desprestigio de los partidos políticos entre los ciudadanos. Este modelo de candidatura ofrece espacios, previamente reservados a los partidos, para quienes no están dispuestos a adscribirse a la “partidocracia” y sus ofertas electorales. Asimismo, fungen como una válvula de escape ante la disciplina partidista. Un ejemplo claro de esto es la candidatura de Jaime Rodríguez “El Bronco” quién logró capitalizar con éxito el descontento social ante la corrupción del PRI y del PAN a nivel estatal y ganó la gubernatura del estado de Nuevo León con alrededor del 48% de las preferencias, y con un margen de victoria de dos a uno sobre el segundo lugar, Ivonne Álvarez del PRI. Jaime Rodríguez renunció a una carrera de 33 años con el partido tricolor debido a desacuerdos con la dirigencia en la elección de candidatos a la gubernatura de su estado. Aunque el PAN resultó dominante en el congreso local, la candidatura de “El Bronco” tomó votos tanto del albiazul como del tricolor en la pista de gobernador”.
Sí, es válido el señalamiento ante las terribles elecciones por venir en 2024, con el gobierno actual actuando fuera de la ley mediante sus intervenciones a favor de sus precandidatos (las denominadas corcholatas) y en contra de los aspirantes de otros partidos, como es el caso de los que aspiran por la Alianza va por México.
En el México actual se considera que los independientes también tienen oportunidades, ya que el disgusto con quienes actualmente ocupan el poder, tanto a nivel nacional como en las entidades, es profundo porque, por ejemplo, perdieron a muchos familiares durante la pandemia. Y tienen razón.
Salvador Mora Velázquez, de la UNAM, lo analizó en su trabajo “El Populismo Mexicano Frente a la Complejidad de la Pandemia por COVID-19 Durante los Años 2020-2021”, publicado en el número 59 de “Estudios Políticos de la UNAM”. Dice:
“La emergencia sanitaria se ha convertido en un fenómeno social y sanitario que ha generado una disputa por hallar la adecuada solución que permitiera controlar el virus COVID-19. La respuesta no solo obligó a pensar de manera global sino a mirar las acciones del gobierno federal quien hizo un uso político de la emergencia para profundizar la polarización y la personalización del poder político. El debate público, en torno de la emergencia sanitaria, fue reflejando cómo las decisiones políticas además de polémicas antepusieron factores pragmáticos próximos al proyecto presidencial que se propuso un trastocamiento de las instituciones políticas y administrativas del país”.
A su vez, Rosa María Marcuzi Mayo (de la Universidad Nacional de San Martín) en su texto “Partidos Diferentes y Transformaciones Similares: Morena y el Partido Justicialista”, en la misma publicación señala:
“El presente análisis compara el Movimiento de Regeneración Nacional de México y el Partido Justicialista de Argentina como partidos presidenciales sujetos a transformaciones internas en el ejercicio del gobierno. El estudio se orienta por la teoría de la organización, el enfoque del nuevo institucionalismo y los estudios empíricos sobre los partidos políticos latinoamericanos y sostiene hipotéticamente que siendo partidos-movimientos distintos en clivajes políticos diferentes, presentaron cambios similares manifestados en el creciente activismo político interno y en la progresiva descentralización en la selección de las candidaturas a los cargos públicos electivos”.
En fin, que en las elecciones de 2024 puede haber muchas sorpresas. Ojalá sea para bien, porque a México le urge después del desastre que ha sido el gobierno actual en prácticamente todos los renglones.