*¿Serán dos Candidatas las que Compitan en la Recta Final? Nada Está Escrito aun…
*En Sexenios Pasados Hubo dos Féminas en Competencia: Mercado y Vázquez Mota
*Primeras Elecciones por la Presidencia en las que Seis Partidos se Conviertan en dos
*El Artículo 41 Consigna Paridad de Género; no Opera Para la Presidencia de la República
*¿Desde la Cúpula Gubernamental Seguirán los Pasos de Zedillo en Materia de Sucesión?
*La Cuarta Transformación no es el Ejemplo a Seguir por Ningún Demócrata
*¿Estará Dispuesto Huésped de Palacio Nacional a Enterrar el Machismo Mexicano?
JESÚS MICHEL NARVÁEZ
Dos mujeres, un destino: Palacio Nacional. Acaso un tercero las acompañará.
La elección presidencial en 2024 es aún un enigma.
La irrupción, del huracán, tsunami y terremoto de Xóchitl Gálvez como probable candidata de la coalición Va por México, ha movido las piezas del tablero en el que solamente jugaba el presidente Andrés Manuel López, mientras las oposiciones perdían peones, caballos, alfiles, torres y estaban a punto de escuchar el terrible final: ¡Jaque mate!
Desde junio de 2021, el presidente mexicano retornó a su hábitat natural: ser el jefe de la campaña de quien será su sucesor o sucesora. De una lista de 18, al final quedaron cuatro: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y el reconciliado Ricardo Monreal. Como partícipes de adorno, se sumaron Manuel Velasco y Gerardo Fernández.
Por las oposiciones, nada en concreto. El insistente: Santiago Creel, seguido de Beatriz Paredes, Lilly Téllez, Gustavo de Hoyos, Alejandro Murat, José Ángel Gurría y Claudia Ruiz.
La senadora por Hidalgo se apuntaba para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México hasta que se le negó la entrada a la conferencia matinal del presidente no obstante llevar bajo el brazo el amparo que le fue concedido para ejercer su derecho de réplica.
La del 2024 será, acaso, similar a la de 2000 por cuanto al número de candidatos. Aunque no se descarta que la del próximo año solamente se lleve a cabo con dos candidatas (tos), lo que se sucederá en la primera semana de septiembre, cuando el Frente Amplio por México y Morena presenten los resultados de quiénes ganaron los procesos preliminares y se conviertan en las o los abanderados de sus coaliciones Va por México y Juntos Haremos Historia.
En el caso de las llamadas corcholatas, las encuestas que hasta ahora se han realizado (no necesariamente por empresas contratadas por Morena), colocan a la exgobernadora de la Ciudad de México en la punta, seguida por el excanciller y más atrás se encuentra el exsecretario de Gobernación y al final el congresista zacatecano.
Del FAM, es temprano para conocer a su abanderado o abanderada. Los primeros en inscribirse para competir podrían formar parte de la triada finalista.
En los comicios de 2006 se presentaron 5 candidatos de otros tantos partidos; en la del 12 participaron 4 y en la del 2018 igual número con la irrupción del primer aspirante presidencial independiente.
En las cuatro elecciones pasadas solamente dos mujeres compitieron. Patricia Mercado, en 2006, abanderada por el PAS y Josefina Vázquez Mota lo hizo en el 2012 cobijada por el manto azul del PAN.
Las elecciones para el relevo presidencial en 2024, serán las primeras en la historia del país en la que seis partidos se convierten en dos. Juntos Haremos Historia con Morena a la cabeza, estará acompañado por el PT y el PVEM; Va por México, aglutinará al PAN, PRI y PRD. El otro partido con registro nacional, Movimiento Ciudadano, no ha definido si ira con alguna de las alianzas o si lo hará en solitario, con lo cual habría 3 personajes buscando llegar a Palacio Nacional y aposentarse en la Silla del Águila.
SIN PARIDAD
DE GÉNERO
Aunque el segundo párrafo del artículo 41 consigna que para todos los cargos de elección popular deberá aplicarse la norma de la paridad de género, en cuanto a la Presidencia de la República no opera.
Hay interpretaciones y la más acertada la ofrece el maestro -de maestría- Manuel Quijano, catedrático en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, quien remite al artículo 80 de la Constitución y quien en dos líneas clarifica el tema:
-Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará “Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.
La paridad de género se observará, afirma el catedrático, en casos de elecciones correspondientes a diputados y senadores federales; lo mismo a legisladores estatales y participantes de los cabildos en las presidencias municipales.
Es decir, con excepción del cargo de elección popular que significa la Presidencia de la República, en los demás los partidos políticos tienen la obligación de postular hombres y mujeres en la misma proporción. El ejemplo más claro se advierte en la composición de la Cámara de Diputados, en donde por centésimas de diferencia la paridad de género es una realidad.
Explica Quijano que con el surgimiento de Xóchitl Gálvez como la más probable candidata a la Presidencia de la República, no necesariamente Morena y sus aliados están obligados a postular a Claudia Sheinbaum. Si la aspirante del Frente Amplio por México no alcanzara el primer sitio para elegir al “representante”, bien podría ser un hombre el que enfrente a quien, en su caso, resulte ganador de la encuesta de Morena.
“La decisión de postular al candidato a la Presidencia de la República no obliga a la paridad de género porque se trata de una sola posición electoral en juego; hay que entender que en tratándose del Congreso de la Unión o de los Congresos Locales y también de los cabildos, son centenas y decenas de cargos en juego y la equidad de género se hace realidad”, acota.
El artículo 25 de la Ley General de Partidos Políticos establece en el inciso p): “Garantizar la paridad entre los géneros en candidaturas a legisladores federales y locales”. Y el s), precisa: “Garantizar en igualdad de condiciones la participación de mujeres y hombres en sus órganos internos de dirección y espacios de toma de decisiones”.
Aunque no se respeta a cabalidad, el artículo 41 señala: “La ley determinará las formas y modalidades que correspondan, para observar el principio de paridad de género en los nombramientos de las personas titulares de las secretarías de despacho del Poder Ejecutivo Federal y sus equivalentes en las entidades federativas. En la integración de los organismos autónomos se observará el mismo principio”. (REFORMADO, D.O.F. 13 DE NOVIEMBRE DE 2007)
La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas, conforme a las siguientes bases:
“Los partidos políticos son entidades de interés público; la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal, las formas específicas de su intervención en el proceso electoral y los derechos, obligaciones y prerrogativas que les corresponden. En la postulación de sus candidaturas, se observará el principio de paridad de género.
Ley General de Partidos Políticos”.
LAS MUJERES
A LA CABEZA
Cuando faltan 10 meses y 10 días para la celebración de la jornada electoral que renovará el Poder Ejecutivo Federal, con la irrupción de Gálvez se estima que dos mujeres recorrerán el mismo camino para llegar a Palacio Nacional.
Sin descartar a los y las otras aspirantes, todo podría cambiar en los próximos 54 días.
Por la cuarteta de corcholatas podría registrarse el reacomodo y colocar a Adán Augusto López cerrando a tambor batiente la liza por la coordinación de Defensa de la Transformación, paso anterior e inmediato para asumir el papel de candidato presidencial.
Sin embargo, es conocido públicamente que Sheinbaum cuenta con el respaldo del primer mandatario, aunque nadie descarta un cambio de preferencia en aras de ganar la elección y que el proyecto político continúe.
Aunque el presidente López reiteradamente señala que no participará en el proceso y que será “el pueblo, la gente” la que decida cuál de las cuatro corcholatas ganará las encuestas, la percepción en el imaginario colectivo es que será el dedo divino el que señalara al o la triunfadora.
De darse el caso que en Morena Claudia Sheinbaum resultara la favorecida y en el Frente Amplio por México lo fuera Xóchitl Gálvez, dos hechos inéditos dejarán de serlo: la competencia será entre dos mujeres y por primera vez una de ella será la PRESIDENTA DE MÉXICO.
PASAR A
LA HISTORIA
Después de intentonas para buscar permanecer en el cargo más allá de lo que previene la Constitución, el presidente López ha insistido en que no se reelegirá -no podría hacerlo de manera legal- y que su vocación es la de ser un demócrata que terminará su gestión y no volverá a participar en política. Nadie cree la afirmación.
Sin embargo, y consciente -eso se advierte- de que su proyecto político sustentado en la cuarta transformación no lo hará pasar a la historia como “el mejor presidente que haya tenido México”, una forma de sí aparecer es dejar a una mujer como sucesora.
Sigue los pasos de Ernesto Zedillo. En la elección de 2000, jugó con un par de Ases: si el candidato del PRI triunfaba, representaría un reconocimiento a su gestión y, si perdía, pasaría a la historia por haber reconocido la victoria de un opositor después de 72 años de gobernar su partido. Sería el demócrata ejemplar. (No se le ha reconocido, pero hay quienes así lo consideran).
La cuarta transformación no es el ejemplo a seguir por ningún demócrata. Son millones de mexicanos, e incluso de gobierno extranjeros, que consideran un fracaso el experimento y por tanto quien suceda al presidente López se verá obligado por las circunstancias, ha modificar la conducción del país.
Los resultados hasta ahora de la actual gestión inclinan el fiel de la balanza hacia abajo.
Lograr que una mujer dirija los destinos de México por los siguientes 6 años a partir del primero de octubre de 2024, hará que el nombre de Andrés Manuel López aparezca en la historia por dos razones: a) Primera mujer Presidenta en la historia del México independiente y, b) santa sepultura al mal llamado machismo mexicano.
Dos mujeres, un destino: Palacio Nacional.