El presidente ruso, Vladímir Putin, denunció una guerra híbrida librada contra Rusia durante su discurso en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), así como la agudización de las contradicciones geopolíticas y degradación de la seguridad en el mundo.
«Ahora se está librando una guerra híbrida contra nosotros, se están aplicando sanciones antirrusas ilegítimas en una escala sin precedentes», señaló.
Destacó que desde hace mucho tiempo Ucrania crea una anti-Rusia junto a sus fronteras, apoyando la ideología neonazi para sofocar el desarrollo de Rusia.
«Durante mucho tiempo, fuerzas exteriores han estado llevando a cabo un proyecto cerca de nuestras fronteras para crear a partir de nuestro país vecino, Ucrania, un Estado hostil, de facto, ‘antirruso’. Durante ocho años se le han suministrado armas, se ha condonado la agresión contra la pacífica población de Donbás y se ha consentido todo tipo de indulgencias para sembrar la ideología neonazi. Y todo ello para poner en peligro la seguridad de Rusia, para frenar el desarrollo de nuestro país», afirmó Putin.
En sus palabras, Rusia resiste con confianza y seguirá resistiendo a las sanciones y restricciones, el pueblo ruso está más consolidado que nunca. En este contexto, dio las gracias al pueblo ruso por su «cohesión y alta responsabilidad por el destino de la Patria» mostrados al contrarrestar el intento de motín militar.
Asimismo, agradeció a la OCS su apoyo a la gestión por Rusia del intento de motín militar.
«Quisiera agradecer a los líderes de los países de la Organización de Cooperación de Shanghái que extendieron su apoyo a las medidas de Rusia para defender el orden constitucional [durante los sucesos del 24 de junio]», dijo.
En la noche del 23 al 24 de junio, las fuerzas del grupo Wagner capturaron el cuartel general del Distrito Militar del Sur de Rusia, en la ciudad de Rostov del Don. Esto sucedió luego de las declaraciones de Evgueni Prigozhin de que las FFAA rusas supuestamente lanzaron ataques con misiles contra los campamentos de Wagner, algo que tanto el Ministerio de Defensa como el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso negaron.
El motín armado se detuvo gracias a las intensas negociaciones que, en coordinación con el presidente ruso fueron mediadas por el mandatario bielorruso, Alexandr Lukashenko, durante todo el sábado 24 de junio. Como resultado, Prigozhin accedió trasladarse a Bielorrusia, mientras que a los combatientes que no participaron en la rebelión se les ofreció firmar un contrato con el Ministerio de Defensa ruso y el resto de los militantes del Grupo Wagner serán absueltos.
Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. Sputnik
