Rusia ha enviado una misiva al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para explicar las provocaciones realizadas por las Fuerzas Armadas de Ucrania, y las cuales ponen en riesgo a la central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa. De paso, también recordó el papel activo de la OTAN en el conflicto ucraniano.
Así lo informó el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, quien aclaró que su país no tiene planes para dañar la integridad de las instalaciones de dicha planta, que se encuentra en la provincia de Zaporozhie, en el sureste de Ucrania, cerca de la ciudad de Energodar.
Desde hace meses, Moscú ha denunciado ante instancias internacionales que el régimen de Kiev bombardea periódicamente zonas cercanas a la central, que desde marzo de 2022 es controlada por las tropas rusas.
«Hoy [29 de junio] hemos distribuido una carta al Consejo de Seguridad y a la Asamblea General de la ONU, la cual confirma, una vez más, en medio de las continuas insinuaciones de los representantes del régimen de Kiev, que no tenemos intención de volar esta planta bajo nuestro control», dijo Nebenzia.
Además, pidió al secretario general del organismo, António Guterres, así como a toda la comunidad internacional, que «influyan en Kiev para que se abstenga de realizar provocaciones contra la central nuclear de Zaporozhie».
Nebenzia también aseguró que «los propagandistas occidentales» desean «debilitar a Rusia» mediante narrativas que condenen a Moscú por todo lo que ocurre en el conflicto ucraniano.
«Por supuesto aún hay atentados terroristas con el ánimo de culpar a Rusia. Dios no lo quiera, si se llega a generar un desastre en Zaporozhie, esto podría generar un enorme sufrimiento y la pérdida de muchas vidas», advirtió el diplomático ruso. Sputnik