Hace un par de días el submarino turístico de la empresa Ocean Gate Expeditions, el cual suele ofrecer un servicio exclusivo para visitar el Titanic, perdió contacto con la superficie luego de sumergirse dos horas después de su salida.
Las labores de rescate se realizan en un área remota del Atlántico Norte donde están los restos del Titanic, hundido en 1912, a 650 kilómetros de la costa de Terranova, Canadá, y unos cuatro mil metros de profundidad en el océano.
Voceros de la empresa Ocean Gate dijeron que ya llevaban horas sin poder comunicarse con su submarino de 66 metros de largo y que lleva por nombre «Titán». Además, no cualquiera puede viajar en sus asientos ya que cuenta con asientos a un precio de 250 mil dólares cada uno.
Aunque no hay información confirmada por parte de las autoridades, se piensa que uno de los pasajeros es el empresario británico Hamish Harding, cuya empresa de aviación había publicado en redes sociales sobre su expedición al área.
Y es que Harding, aviador de 58 años, turista espacial y presidente de la asociación Action Aviation, publicó el domingo en su Instagram que estaba orgulloso de unirse a la misión Titanic de OceanGate.
También se cree que a bordo va el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood. Shahzada es vicepresidente del conglomerado Engro, con sede en Karachi, que tiene inversiones en energía, agricultura, petroquímica y telecomunicaciones. «Por ahora, se ha perdido el contacto con el sumergible y la información disponible es limitada», señaló su familia en un comunicado. En las labores de búsqueda se desplegaron ya dos aviones, un C-130 estadounidense y un P8 canadiense equipado con un sonar capaz de detectar submarinos, según los guardacostas.
Así también, este martes el instituto francés de investigación marina Ifremer desvió su buque Atalante, equipado con un robot submarino de gran profundidad, para apoyar en las labores de rescate, y que podría llegar a la zona la noche del miércoles.