ALBERTO F. MENA MALLEN
Comenzando con el que se dice “presidente legítimo”, pero que no ha llegado a eso, México está convirtiéndose en una porquería, donde muchos participan en ensuciarlo, porque por todos lados hay acciones ilegales, corrupción, impunidad, muchas mentiras, opacidad, falta de transparencia, pleitos por el poder en un mismo partido o entre los que existen y una oposición que presumen de ser tal, pero que no llega a ser sino una basurita escondida debajo de la alfombra. Y hay que reclamarle a la ciudadanía su falta de participación.
Todo ello genera una cultura nociva entre la población, la cual al ver el actuar de sus gobernantes y políticos, pues se van a la cargada con estos ejemplos, como sucede con los narcotraficantes que ven abierto el panorama para actuar en muchas partes ya del territorio nacional, donde asolan a la población con enfrentamientos y violencia lo cual provoca que muchos habitantes dejen sus lugares de origen y muchos otros se vayan a la tumba.
Y no se diga de la falta de mantenimiento a la infraestructura nacional y en muchos casos, las locales y todo por la consabida austeridad que ocasiona muertes en el país por la falta de medicamentos. Y un caso muy comentado fue la mala administración de la pandemia, por quien ha sido responsable, Hugo López Gatell, quien ha sido denunciado ante las autoridades judiciales por el número de fallecimientos que se han dado en su gestión.
La prudencia, la mezquindad, la falta de ética y moral son también elementos que pululan en los gobiernos federal, estatales y municipales, donde se otorgan obras a cuates y amigos sin temor de que les pueda pasar algo y sin rendir cuentas a la ciudadanía de lo que se gasta en las mismas, con la duda de que si son honrados o no en su actuar frente al gobierno.
Muchos funcionarios públicos tienen las manos sucias, como sucede con la familia Salgado, en Guerrero, donde la gobernadora Evelyn Salgado se ha dado manga ancha al contratar a parientes en diversos puestos, aparte que permite que su padre, el senador Félix Salgado, tome decisiones, que no le corresponden, en el Estado.
Existen muchos ejemplos de ello, como sucede con la llamada ministra de la Suprema Corte de Justicia, Jazmín Esquivel, quien mediante argucias busca que la UNAM no dé a conocer su fallo del estudio que realizó de su tesis y que ello le permite seguir calentando su silla en esa institución, acciones que hacen ver que tiene una larga cola que le pisen y que la muestra orondamente todos los días, con el apoyo del tabasqueño.
El hecho de que López Obrador haya abierto desde hace dos años, aproximadamente, la competencia interna para sucederlo ha provocado que sus llamadas corcholatas violen las leyes y normas electorales, aparte de que no hay cuentas claras de los recursos que han erogado en sus campañas que realizan en todo el país, y de sus promocionales, con el pretexto de que lo hacen en sus horas libres, lo cual no es cierto.
Un tema que se comenta mucho en redes sociales es la designación del candidato de Morena a la presidencia de la República, donde se informó que todos respetarán las decisiones que se tomen en su consejo nacional, como para limpiar el cochinero que han vertido durante meses con sus acciones en esta competencia desigual y que todo mundo piense que en adelante se hará transparentemente, cuando nadie ha dicho del cash que se ha reunido durante años para estas campañas electorales.
Se dice que Mario Delgado tiene mucha experiencia en ello, ya que ha sido denunciado por algunos compañeros de Morena, del que es dirigente, y que se le ha olvidado tanto la austeridad, repetida intensamente por el mandatario del país, al festejar a su hija en una gran fiesta donde hubo derroche de recursos.
Y recordemos otro derroche de recursos, en este caso del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Crecencio Sandoval González, al enviar de vacaciones a su familia con todo el lujo de millonarios.
La oposición, quiere ser un ejemplo de honestidad y humildad, algo que no pueden presumir por los antecedentes que tienen con los gobiernos anteriores, y también por sus dirigentes que traen más cola que un dinosaurio, o que no quieren dejar el poder a nuevas generaciones porque representa poder y dinero.
Tan es así que perdieron la gubernatura del Estado de México con una mujer que ha demostrado su fidelidad al YSQ y que tiene un récord de deshonestidad causado por su partido al que culpó de haberle quitado el diezmo a los salarios de trabajadores de Texcoco, cuando ella fue la titular del gobierno municipal.
Que decir de las miniempresas llamados “Partidos” Verde Ecologista de México y del Trabajo que solo gastan el erario que se les entrega por las prerrogativas oficiales en sus lujos y deseos privados, aparte de que venden su amor más caro que el que existe entre Morena y la 4T, aparte de que se han mostrado como mercenarios de la política con sus posturas ante la democracia. Es hora de que desaparezcan de la vida pública nacional.
Para ello, los mexicanos debemos ser más receptivos sobre lo que sucede en el país con este gobierno que no ha podido con la violencia que existe en el territorio nacional, aunque cuando pueden dan a conocer cifras donde siempre disminuyen los delitos -homicidios-, que alcanzan ya más de 154 mil muertos por los “abrazos y no balazos”.
Debemos darle las gracias a López Obrador por crear un poquito de conciencia entre muchos ciudadanos que participaron en la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), pero hace falta un mayor esfuerzo para evitar que México se convierta en el gobierno de un solo hombre, tal y como lo ha demostrado hasta el momento quien ocupa la silla presidencial, mismo que ha destruido, en lugar de construir un verdadero bienestar para la población y no uno de dádivas.
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