*No ha Habido Presidentes Emanados de Hacienda, Comunicaciones y Comercio
*Tampoco de Agricultura, Reforma Agraria, Salud y del Gobierno Capitalino
*Mucho Menos de Turismo, Energía y Varias Dependencias más
*De los 15 presidentes de 1920 a la Fecha Solamente 5 Fueron Gobernadores
*También Desde Entonces, Cada Seis Años hay Pasarela de Suspirantes
*En Agosto de 2021 Llegó a Bucareli el exgobernador de Tabasco
*Hoy, la relación Ejecutivo-Judicial es la más Ríspida Vivida en Décadas
*¿Concluirá la Jettatura que ha Perseguido a los Secretarios de Gobernación?
GERARDO LAVALLE
A lo largo de 123 años, durante los cuales el país registró haber tenido 15 Jefes del Ejecutivo Federal, solamente 7 secretarios de Gobernación se convirtieron en Presidentes de México. El primero, Plutarco Elías Calles, en 1920 y el último, Luis Echeverría Álvarez en 1970.
Todos, sin excepción, fueron postulados por el PNR, PRM y el nieto: el PRI.
En tiempos pasados se tenía la certeza de que, ocupando la cartera de la poderosa Secretaría de Gobernación, se tenía el pase automático hacia la Presidencia de la República.
Y de hecho así ocurrió desde Miguel Alemán Valdés y se interrumpió por la llegada de Adolfo López Mateos, para recuperar el paso con Gustavo Díaz Ordaz y cerrar la lista con Echeverría.
Los que tuvieron la responsabilidad más importante, después del presidente de México, después de Calles, fueron: Emilio Portes Gil, Lázaro Cárdenas, quien ocupó el cargo del 28 de agosto al 15 de septiembre de 1931, Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Diaz Ordaz y Luis Echeverría.
Desde entonces, hace 53 años, no ha habido otro presidente de México que haya salido tras de ser titular de Gobernación, aunque cuando menos cinco aspiraron abiertamente y se quedaron en el camino.
Los más notables: Ernesto P. Uruchurtu, en dos ocasiones; Mario Moya Palencia, Manuel Bartlett Díaz, Fernando Gutiérrez Barrios y Santiago Creel Miranda.
Desplazados por Díaz Ordaz, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón, los priistas vivieron la máxima: el que no se sube al ferrocarril de la sucesión, nunca llegará.
Y en efecto, no llegaron al Castillo de Chapultepec, Los Pinos y Palacio Nacional, sedes de los mandatarios.
De los 15 presidentes de México, desde 1920 hasta la fecha, López Mateos, provenía de la Secretaría del Trabajo; José López Portillo, de Hacienda; Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, de Programación y Presupuesto; Ernesto Zedillo, de Educación, Vicente Fox, del gobierno de Guanajuato; Felipe Calderón, de la Secretaría de Energía, aunque cuando fue nominado candidato no tenía empleo; Enrique Peña Nieto, del gobierno del Estado de México y Andrés Manuel López, sin empleo durante 12 años, luego de terminar su gestión como Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
De los 15 presidentes, contando a partir de 1920, solamente 5 pasaron por la aduana de ser gobernadores. Calles, Portes Gil, Cárdenas, Alemán y Ruiz Cortines. Ningún otro, incluido el actual López, ha sido mandatario estatal.
¿REGRESARÁ LA PODEROSA
SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN?
Durante las tres atapas del PNR, PRM y PRI, desde 1946, en el partido único, los presidentes que estaban por concluir sus mandatos estimaban que el sucesor debería mantenerse fuera de las fuerzas armadas. Dese el inicio del civilismo presidencial, ningún otro militar ha gobernado el país, aunque Alfonso Corona del Rosal, general, lo intentó en 1976.
La lógica de seleccionar al secretario de Gobernación se fundaba en que se trataba del colaborador más cercano al Presidente de la República y, por lo tanto, estaba enterado del acontecer político nacional. Tal y como ha establecido la Ley de la Administración Pública Federal, el titular de Gobernación tiene como responsabilidades fundamentales las relaciones con los otros dos Poderes de la Unión, Legislativo y Judicial y la relación directa con los gobernadores, quienes a través suyo gestionan apoyos de diversas índoles a los que se les da respuesta.
Al mismo tiempo, de suyo y de siempre, se ejerce el control político en las entidades para mantener la gobernabilidad y evitar choques entre los ejecutivos estatales y el federal.
Basados en la efectividad de sus funciones, los presidentes de México supusieron, y probablemente con sobrada razón, que el sucesor debería ser el que conociera los intríngulis, las entrañas de la política-política y supiera ejercer el poder que le concede, hasta ahora, la Constitución como marco normativo y la confianza presidencial.
La historia de más de un siglo, no registra a un presidente surgido de las secretarías de Hacienda, Comunicaciones, Comercio, Agricultura, Reforma Agraria y Salud, entre otras. Las reglas no escritas no los consideraron, aunque a partir del gobierno de Echeverría se inició el “destape” con 7 aspirantes y desde entonces hasta la fecha en que el PRI perdió la Presidencia de la República, se repitió la pasarela de los suspirantes. Y solo uno, sin discusión, resultaba el elegido del que terminaría su gestión meses más tarde.
La Secretaría de Gobernación vuelve a ser vista como la institución en la que el presidente en turno tiene confianza en su titular. Cercano amigo, paisano, alumno y de mano dura, Adán Augusto López Hernández entró en la lista de corcholatas para que Morena, en su momento y con las órdenes presidenciales, pueda decidir su nominación hacia la Presidencia de la República en 2024.
¿SUFICIENTES 23 MESES
DE PODEROSO SECRETARIO?
La llegada del ya exgobernador de Tabasco al gabinete presidencial ocurrió en agosto de 2021 y estaría por cumplir los dos años de desempeñar el cargo.
¿Bastarán 23 meses para catapultarse y ser el candidato de Morena en 2024?
Aunque en las encuestas hasta ahora conocidas Adán Augusto ocupa el tercer lugar, superado por Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard y por encima de Ricardo Monreal, el pulso político que se toma en Palacio Nacional tiene un candado cuya llave guarda el presidente López: ¿quién es capaz de cuidar las espaldas y al mismo tiempo mantener el proyecto político?
Parte del círculo cercano al habitante de Palacio Nacional, duda cuál de los cuatro sería más fiel al jefe de la banda presidencial.
La gobernadora de la Ciudad era, hasta hace meses, desconocida en el resto del país; lo mismo ocurrió con el exsecretario de Relaciones Exteriores y con el congresista Monreal.
Si bien el extitular de Gobernación -renunció el pasado viernes- era prácticamente un “tabasqueño más” al que nadie conocía, ni siquiera por ser gobernador de Tabasco, durante los últimos 10 meses recorrió el país atendiendo dos indicaciones: defender las reformas a la Industria Eléctrica y electoral. Para tal efecto, utilizó el poder de la firma y orilló a los gobernadores de Morena, PES y PVEM a coordinar su estancia en los congresos locales en donde con vehemencia expuso las bondades de ambos temas.
Probablemente sus palabras se quedaban solamente en los recintos legislativos y por ello invitó a la prensa local y en ocasiones lo acompañaban reporteros de medios nacionales, a quienes respondía todo tipo de preguntas. Su figura comenzó a ser identificable.
Aunque mostró eficiencia en el trato con los otros poderes de la Unión, frente al judicial topó con pared y no logró que el Pleno de la Corte, aprobara las iniciativas impugnadas por las oposiciones. Su cabildeo, además, para que la ministra Yasmín Esquivel fuera elegida la primera mujer presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no elevó sus bonos.
De tal suerte, la relación Ejecutivo-Judicial es, con mucho, la más ríspida que se ha vivido en décadas.
Con aciertos y desaciertos en sus funciones como el segundo de la cadena de mando federal, ha sustituido al presidente López en dos ocasiones. El aislamiento presidencial por razones de salud, le dieron al secretario de Gobernación reflectores, foro y audiencia.
Su crecimiento en cuando ser conocido por la población, ha sido lento.
Sin embargo, se forma en la fila de los secretarios de Gobernación para convertirse en el sucesor de su paisano.
¿Romperá la jettatura que alcanza ya 53 años?