Las autoridades rusas han elevado a 18 la cifra provisional de fallecidos en las zonas bajo su control en la provincia de Jersón tras el derrumbe de la presa de Kajovka.
«Lamentablemente, el número de muertos por la inundación ha ascendido a 18», publicó en su cuenta de Telegram Vladímir Saldo, gobernador en funciones de esta provincia que se unió a Rusia a finales de septiembre pasado.
El funcionario agregó que 93 personas se encuentran ingresadas en hospitales.
Más temprano este 15 de junio, el Ministerio de Emergencias de Rusia comunicó que 7.525 personas, entre ellas 461 niños y 146 personas de movilidad reducida, fueron evacuadas desde las zonas anegadas y otras 2.244, rescatadas, incluidas 1.764 personas trasladadas a 20 centros de acogida. Más de 1.000 rescatistas y 253 medios participan en el proceso de evacuaciones.
Una parte de la presa de Kajovka, en el curso bajo del río Dniéper, sufrió graves daños estructurales la madrugada del 6 de junio debido a una agresión de los servicios ucranianos, algo que Moscú consideró como un acto terrorista.
Los destrozos provocaron una descarga descontrolada de agua desde el embalse de Kajovka e inundaciones en ambos lados del río, controlados respectivamente por las tropas de Rusia y Ucrania.
La central hidroeléctrica de Kajovka completa al sur una cascada de seis represas a lo largo del río Dniéper. Construida en la década de 1950, la presa se encuentra cerca de la ciudad de Nóvaya Kajovka, en un territorio bajo control de las autoridades rusas y perteneciente a la provincia de Jersón, que se incorporó democráticamente a la nación euroasiática a finales de septiembre de 2022. Sputnik
