“El mundo. Ahí es donde quiero ir”, decía Tina Turner en una de las líneas de su documental, “Tina”, al hablar sobre los sueños que tenía siendo una niña que creció en Brownsville, Tennessee, en el seno de una familia de clase media.
Sin duda ese objetivo lo logró con creces, al haberse convertido en una de las figuras más importantes de la música tras haber cosechado 16 nominaciones al Premio Grammy (de los cuales obtuvo ocho), y haberse sumado al salón de la fama del Rock and Roll en 2021.
Nacida bajo el nombre de Anna Mae Bullock el 26 de noviembre de 1939, la cantante comenzó a explorar su amor por la música en el coro de la iglesia. “Cantábamos canciones de amor, del dar y hacer lo correcto. Todo lo que hace la vida buena, esos fueron buenos tiempos”, recordaba en su documental.
Su carrera profesional inició en los años 50, como colaboradora de su entonces esposo, Ike, como parte del grupo Ike & Tina Turner, para 1960 ya comenzaba a cosechar éxitos musicales, en 1961 recibió su primera nominación al Premio Grammy gracias al tema “It´s gonna work out fine”.
“Destacaba toda ella. Su voz, su originalidad. Ella empezó haciendo covers de rock a su estilo, eso no existía. Ella obviamente fue única en ese aspecto”, comentó en entrevista Kenny Avilés, integrante del grupo mexicano Kenny y los Eléctricos, quien además encontró en Tina su mayor influencia musical.
“Me impactó su fuerza, su energía, su voz. Me encantaba como se vestía, incluso recuerdo que me hice un vestido inspirado en ella. Recuerdo que era un vestido de picos enfrente, que a ella le gustaba mucho lucir sus piernas, tenía unas piernas espectaculares. Me encantaba”, agregó la rockera.
Esta etapa al lado de Ike estuvo marcada por episodios de violencia física y sexual, tras haber escapado de ese matrimonio y hablar de su experiencia abiertamente, la convirtieron en un estandarte de fortaleza femenina.
Angie Contreras, vocera de la asociación “Mujeres Vivas y Libres”, señaló que el haber salido de esa relación para seguir su camino hacia el estrellato, fue un movimiento que la llevó a ser un ejemplo de resiliencia.
“Si esta mujer que llenaba estadios y tenía muchos Grammys había vivido eso, te hablaba de que la violencia estaba tan normalizada. Era algo que se quedaba en lo privado, pero ella sale a hablarlo, empezar a hacerlo político y hacerlo público, y dejar en claro que cada una era dueña de sus historias”.