- La senadora Nuvia Mayorga reconoció que este problema afecta 58 por ciento de la población en edad laboral.
En el país, 58 por ciento de la población económicamente activa tiene como fuente de ingresos un empleo informal, lo que ha convertido a este fenómeno en “una pandemia que aún no se atiende”, aseguró la senadora Nuvia Mayorga Delgado, en la inauguración del foro “Retos para transitar de la informalidad a la formalidad laboral en México”.
Este foro, explicó, busca analizar el problema de la informalidad laboral, a fin de legislar y poner en marcha políticas públicas económicas, sociales y culturales, que permitan identificar factores determinantes para mejorar las condiciones de mercado, el fortalecimiento de las instituciones y la formalidad laboral.
Mayorga Delgado reconoció que la informalidad es un desafío persistente que se incrementó a raíz de la pandemia de Covid19, ya que, de acuerdo con el INEGI, hasta 2022, 58 por ciento de la población laboraba en la informalidad, lo que representa 1.9 millones de personas más que en 2018.
“Esto significa que más de la mitad de la fuerza laboral de México trabaja en la economía informal y en lugar de reducirse va creciendo; por eso, como legisladores, queremos ver cómo podemos contribuir a que esto se reduzca, pues según el INEGI hay 32.5 millones de trabajadores que no tienen acceso a derechos laborales básicos como seguridad social, prestaciones o protección legal.
Mencionó que este tipo de ocupación se presenta en varios sectores como la agricultura, el comercio ambulante, los servicios domésticos y la construcción.
La senadora del PRI lamentó que, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, en todas las entidades del país hay más mujeres que hombres en pobreza laboral, pues por cada 100 varones existen 111 mujeres en esta situación.
A pesar de que este fenómeno representa un desafío complejo, existen medidas que podrían contribuir al proceso de transición de la informalidad a la formalidad: promover la educación y la capacitación que puedan ayudar a mejorar las habilidades de los trabajadores y aumentar sus posibilidades de acceder a un empleo formal.
Además de simplificar trámites, reducir la carga fiscal a quienes les den trabajo y promover la formalización gradual, a través de programas que faciliten la transición de la economía informal a la formal.
Por su parte, el presidente del Instituto Belisario Domínguez, Manuel Añorve Baños, resaltó la importancia de este foro, porque permitirá a los y las legisladoras analizar este tema con especialistas bajo una visión global, que les permitirá plantear soluciones a un problema que genera pobreza y agranda las desigualdades.
“El conocimiento es antídoto para la improvisación y es, además, la receta para poder contar con mejores leyes en favor de la gente”, indicó.
En su participación, la directora de incorporación y recaudación del IMSS, Norma Gabriela López Castañeda, afirmó que en los últimos años el ritmo de crecimiento del empleo ha sido superior que el económico, y a pesar de que en la pandemia se perdieron 1.1 millones de empleos formales en el país, de julio del año 2020 a la fecha se han creado 2.3 millones de empleos formales.
“Hoy tenemos una máxima histórica de 21 mil 800 millones de personas que están registradas, y entre abril de 2022 y abril de 2023, la variación de puestos fue de 809 mil, lo que representa el tercer mayor incremento” desde que contabilizan estos datos.
Detalló que también hay cifras históricas de la participación de las mujeres en trabajos formales, porque 39.5 por ciento de los empleos inscritos en el IMSS corresponde a este sector.