El Regalo al Buen Maestro
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“Corazón de Niño”, película mexicana dirigida por Julio Bracho, con la actuación de Ignacio López Tarso (Prof. Ezequiel Almeyda), Arturo Álvarez Limón (Luis Gómez), Javier Gómez (Enrique Bonilla), Humberto Dupeyrón (Agustín Romo), David del Carpio (Juanito Cordero), Enrique Lucero (Director Robles) y David Reynoso (preso 202); su estreno fue el 18 de julio de 1963.
Ha fallecido el profesor Márquez, y ha encargado a sus alumnos de sexto año al joven maestro Ezequiel Almeyda, quien también estudió en esa primaria y fue discípulo suyo.
El guion de la cinta fue escrito por Julio Bracho y está basado en el libro Corazón, diario de un niño, escrito por Edmondo De Amicis, que es una serie de cuentos con personajes reales basados en dos de los amigos de sus hijos.
- Luis Gómez
- (as Arturo Alvarez L.)
- Enrique Bonilla
- (as Javier Gomez C.)
- Don Anselmo Bonilla
- (as Manuel Vergara)
LA HERENCIA
DE ENSEÑAR
Acaecida la muerte del anciano maestro del pueblo, llega un reemplazante para el puesto: el profesor Ezequiel responde a la solicitud de la vacante no por otra razón, sino por la carta que le escribiera el difunto, encomendándole encarecidamente a cada uno de sus estudiantes.
En el libro se describe abiertamente la relación de amistad que existió entre el maestro y su alumno, a tal grado, que cuando el primero sabe que se aproxima la hora de su muerte, no duda ni un segundo en encargar a sus alumnos a aquél que en antaño fuera su discípulo, situación que en la actualidad difícilmente se vería, ya que las plazas vacantes por muerte de su titular pasan al Sindicato que conjuntamente con la autoridad escolar determina a la persona que ocupará esa plaza.
El maestro Ezequiel es cordial y afectuoso con la gente del pueblo, de hecho él nació y creció en ese lugar, sin embargo, no se advierte en la cinta que los lugareños lo recuerden o sus familiares, lo cual resulta algo extraño, sobre todo tratándose aparentemente de una población pequeña.
LA PRIMERA LECCIÓN
Apenas se está presentando el profesor Ezequiel con sus alumnos, y entra el señor director, el maestro Robles, acompañado de dos padres de familia, pues uno de ellos había solicitado al difunto maestro Márquez, que les permitiera asistir ante los alumnos.
Esta escena corresponde a la primera enseñanza de vida que deben aprender los escolares: ‘El trabajo no ensucia, sino ennoblece’ y lo que sucede es que el señor Linares, una de las personas más ricas del pueblo, quiere darle una lección a su propio hijo Amado, y a su vez a los demás alumnos, que le pida perdón públicamente a Juanito Cordero y a su padre, el herrero de pueblo, pues lo ha llamado hijo de un mugroso.
Desde el fallecimiento de su madre, Juanito tiene que ayudar a su papá, por eso a veces llega sucio a la escuela; a petición del señor Linares, su hijo Amado y Juanito se sientan juntos lo que resta del año escolar.
La clase alta no debe estar distanciada de la clase trabajadora.
UN HÉROE
EN CLASE
Un camión de redilas queda sin frenos y comienza avanzar en reversa, el profesor advierte esta situación y alerta a sus alumnos que van saliendo de clase, a uno de ellos queda a mitad de calle, pero Pepe lo empuja y su pierna es arrollada.
Al día siguiente el profesor Ezequiel pregunta a sus alumnos su opinión sobre lo sucedido, y Gabriel afirma: “Yo creo que Pepe es un héroe”.
Así que en su honor dan lectura a la historia de “El pequeño vigía” que está en la página 52 del libro de Historia; la acción transcurre en 1862, cerca de la ciudad de Puebla, y trata de un pequeño que ayuda al ejército mexicano a señalar la ubicación de las tropas invasoras.
Los actos de heroísmo infantil son muchos, desde aquellos que dan su vida por una Nación como los que la ponen en peligro por salvar la de un compañero, pero la cinta muestra como al menos otras dos historias en que los hijos ayudan a sus padres con las cargas de trabajo y cumplen con sus labores escolares.
La historia de “El pequeño vigí”’ es una adaptación a la original escrita por De Amicis, que se ubica en 1859 en la región de Lombardia.
EL HIJO BUENO
Enrique Bonilla, es el hijo de Anselmo, el alfarero del pueblo, que tiene que entregar un trabajo pendiente, pero sus ojos ya están cansados y tiene dolores en la espalda; así que Enrique por las noches, cuando ya todos duermen, se despierta para pintar las piezas de alfarería que debe que entregar su padre.
En esta historia, Anselmo le indica a su hijo Enrique que debe estudiar para que en lo futuro los ayude; situación que es común en las clases bajas con menos oportunidades, que sacrifican a los demás hijos para que uno sea el que sobresalga y pueda sacar adelante a la familia.
Aspecto que de entrada puede ser noble, pero también reprochable, puesto que todos los menores tienen derecho a estudiar y lograr las mejores oportunidades de vida.
Enrique es reprendido por que ha bajado sus calificaciones, y su padre casi lo golpea, pero cuando advierte que secretamente el menor ha estado ayudándole, se le cae la cara de vergüenza y le pide perdón.
EL NIÑO MALO
Anacleto González, liderea a otros dos niños, Luis Gómez y Agustín Romo, sólo para hacer puras travesuras, como matar pájaros con resorteras, fumar cigarrillos, irse de pinta al río, jugar con un camaleón en clase o romper la camisa de otro compañero.
El maestro no sólo debe transmitir conocimientos científicos a sus alumnos, sino que también dar lecciones de vida, y a los alumnos que muestran una mala conducta corregirlos, pero con respecto y amor, no reprimirlos ni golpearlos.
Cada oportunidad que se le presenta a un profesor para ayudar a ese alumno que se le califica de problemático debe ser aprovechada, y así se demuestra en la cinta, el profesor reprende con amor y cariño a Anacleto, dándole de comer y demostrándole afecto; el niño sabe ahora que no puede fallar ante este gesto de bondad.
La película fue filmada en diversas locaciones de la Ciudad de México, en San Pablo Oztotepec, un pueblo comunero perteneciente a Milpa Alta, así como en la Escuela Maestro Adolfo Valles que se encuentra en el pueblo de San Andrés Ahuayucan, en Xochimilco.
Existen otras dos adaptaciones cinematográficas del libro, una argentina dirigida por Carlos Borcosque (1947), otra mexicana dirigida por Alejandro Galindo (1939) y la serie televisiva italiana a cargo de Luigi Comencini (1984).
La novela fue escrita en 1886 hace más de cien años, y la película cumplirá 50 años de su estreno, sus valores y enseñanzas siguen vigentes, más en estos tiempos en que se tiende a disociar la cultura al cultivo de lo humano.
Pero en México ¿cuántos maestros están dispuestos en verdad a enseñar lecciones de vida y cuántos alumnos a aprender a ser cada día mejor persona?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…