El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) denunció que su director, Santiago Aguirre, y su coordinadora del Área Internacional, María Luisa Aguilar, fueron espiados con el software Pegasus durante el año 2022, en junio, julio y septiembre, en momentos en los que esta organización estaba particularmente enfocada en las investigaciones sobre los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 y en la guerra sucia.
Ante ello, exigió que cese el espionaje; “que se investiguen estos casos nuevos, así como el cúmulo de denuncias no procesadas”. También urgió que existan controles civiles para las Fuerzas Armadas “que hoy ponen en riesgo los derechos humanos y la vida democrática del país”.
En un comunicado, el Centro Prodh explicó que las dos personas integrantes de su equipo recibieron correos electrónicos en los que la empresa Apple les notificó que sus teléfonos habían sido vulnerados por “atacantes patrocinados por un Estado”.
Los correos electrónicos “advertían que los ataques habían ocurrido ‘por quienes son’ o ‘por lo que hacen’ y alertaban sobre que el nuevo ataque podía haber dejado vulnerables sus comunicaciones, archivos, cámaras, imágenes y el resto del equipo”.
Indicó que tras una investigación de los hechos se confirmó recientemente que integrantes del Centro Prodh “habían sido atacados con Pegasus (de la empresa israelí NSO) en al menos cinco ocasiones”.
Recordó que ya en 2017 su director Aguirre más otras dos personas habían recibido mensajes infecciosos para vulnerar sus teléfonos, lo que ocurrió al tiempo que el Centro Prodh defendía algunas de las causas de derechos humanos más emblemáticas del anterior sexenio, como los casos Tlatlaya, Ayotzinapa y Atenco.
En dicha ocasión, refirió, al comprobarse el espionaje, “denunciamos ante Fiscalía con la expectativa de que el esclarecimiento y la sanción contribuyeran a la no repetición, lo que no ocurrió ni ha ocurrido”.
El Centro Prodh manifestó que la confirmación sobre la reiteración del espionaje contra esta organización en este sexenio, “causa indignación y preocupación”. Se trata de dos ataques en dos sexenios diferentes, “por defender derechos humanos, lo que entendemos es un caso único a nivel mundial”.
Expresó que si bien existiendo en México regiones en las que colegas del movimiento de derechos humanos enfrentan riesgos sobre la vida e integridad personal, “las amenazas digitales no son los ataques más peligrosos”. Consideró que la gravedad de que el espionaje siga ocurriendo no debe minimizarse.
“Los reiterados ataques contra defensores y periodistas evidencian a un Ejército que al actuar sin controles y empoderase como nunca antes se ha vuelto ya una amenaza a la democracia y a una Fiscalía que es incapaz de investigar delitos complejos para revertir la impunidad y con ello favorece la repetición de las violaciones de derechos humanos”, enfatizó.
El Centro Prodh destacó que continuará haciendo su trabajo. “Con seriedad y poniendo en el centro a las víctimas, como lo hemos hecho siempre. Desde luego, denunciaremos estos nuevos ataques ante las autoridades correspondientes. También los estamos denunciando públicamente, sabedores de la importancia de hacer pedagogía pública sobre el tema”.
