El análisis de las ubicaciones de las instalaciones biológicas estadounidenses en la Repúblicas Populares de Lugansk y de Donetsk y la región de Jersón demostró que EEUU crea componentes de armas biológicas cerca de las fronteras de Rusia, dijo el jefe de Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las FFAA rusas, Ígor Kirílov.
Añadió que se llevó a cabo en las ubicaciones de las instalaciones biológicas estadounidenses en las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk y en la región de Jersón.
«Basándonos en los resultados del análisis de la documentación y en las entrevistas a testigos presenciales, no tenemos dudas de que EEUU, bajo el pretexto de garantizar la bioseguridad mundial, realizaba investigaciones de doble uso, incluida la creación de componentes de armas biológicas en las inmediaciones de las fronteras rusas», destacó Kirílov en una sesión plenaria de la Duma Estatal rusa.
El general añadió que, durante la operación militar especial, el Ministerio de Defensa ruso analizó más de 2.000 documentos de diversos tipos que confirmaban la realización de proyectos militares y biológicos en Ucrania. Como resultado, se establecieron nombres concretos de funcionarios que participaron en la organización de investigaciones militares-biológicas en EEUU y Ucrania.
«Me gustaría señalar que ninguno de los hechos expuestos por el Ministerio de Defensa fue rechazado por Estados Unidos, nadie, incluidos los países occidentales, tuvo dudas sobre la autenticidad de los documentos publicados», aseguró Kirílov.
Kirílov enfatizó también que la investigación sobre los biolaboratorios estadounidenses en Ucrania desató la indignación pública, con concentraciones y protestas en Corea del Sur, Armenia, Kirguistán y Serbia.
«Un resultado importante, desde nuestro punto de vista, de la investigación parlamentaria es la creciente preocupación, tanto en nuestro país como en el extranjero, por la investigación ilegal financiada por el Pentágono. Los hechos de las actividades biológicas estadounidenses revelados por la comisión recibieron una amplia respuesta pública: se celebraron protestas en Corea del Sur, Armenia, Kirguistán y Serbia», expresó Kirílov.
El 10 de abril Kirílov afirmó que el Pentágono seguiría investigando sobre armas biológicas en Ucrania y otros países debido a la «respuesta inarticulada» de la comunidad mundial y al miedo a desafiar a Washington.
En marzo de 2022, un mes después de que iniciara la operación militar especial de Rusia, el Ministerio de Defensa de Rusia reveló nueva información sobre los esquivos laboratorios biológicos financiados por EEUU descubiertos en el este de Ucrania en el marco de su operación, y esta noticia recibió una dimensión totalmente nueva al revelarse que en ellos estaba involucrado Hunter Biden, hijo del presidente de EEUU.
De acuerdo con lo desvelado por Moscú, Estados Unidos echó a andar una operación de 2.100 millones de dólares para explorar algunos de los virus más mortíferos. Todo esto se realizó en al menos 30 laboratorios, patrocinados por el Pentágono y tres empresas privadas que operan en Ucrania: Southern Research Institute, Black & Veatch y Metabiota Inc., empresa que tiene una estrecha relación con un fondo de inversión fundado por Hunter Biden y Christopher Heinz, hijastro del exsecretario de Estado John Kerry en 2009, en el que Biden era director general.
Los laboratorios biológicos son operados por el programa militar de la Agencia de Reducción de Defensa de Amenazas de EEUU, o DTRA por las siglas en inglés, misma que financia unos 15 laboratorios biológicos en Ucrania, según diversas fuentes.