*Caminando por los Siete Puntos Clave de Tlaxco; sí el Pueblo de los Tlachiqueros
*Construida con Cantera Rosa la Parroquia de San Agustín de Hipona
*Y la Capilla El Calvario Contrastante Está Pintada en Color Amarillo
*Al Festival del Pulque Llegan Turistas Nacionales y Extranjeros
*Y en Pleno Centro del Pueblo Está La Patria, con el Rostro de Victoria Dorantes Sosa
*Sí, la Misma de las Portadas del Libro de Texto Gratuito
*Una Delicia se Presenta en el Recorrido por Siete Haciendas
*Y el Disfrute en Grande, Desde Luego es el Tour Mágico Pulquero
SUSANA VEGA LÓPEZ,
Enviada
TLAXCO, Tlax.- Observar paisajes extraordinarios; hospedarse en el monte; volar sin rumbo en globo aerostático; acampar bajo un cielo estrellado; caminar entre la niebla; disfrutar el frío; degustar auténticos quesos (de tenate y de aro), tomar pulques de sabores; y saber un poco más de historia, son verdaderas experiencias que ofrece el Pueblo Mágico de Tlaxco.
El nombre de Tlaxco deriva del náhuatl Tlachco que significa tlachiquero o “quien raspa el maguey”. Es una población pequeña que apenas cuenta con cerca de 20 mil habitantes. Fue nombrado como Pueblo Mágico en 2015 y es famoso por la elaboración de quesos, industria que data de más de 100 años. En su centro se observan edificios coloniales y es zona de monumentos históricos.
Para conocer el centro, es necesario realizar un recorrido por siete puntos principales: la iglesia de San Agustín de Hipona; el Palacio Municipal; la Capilla del Calvario (construida en un teocalli), la Capilla de Lourdes; el mercado de artesanías; el Museo de la Madera; y el taller de plata.
La Parroquia de San Agustín de Hipona, la más famosa del lugar por su cantera rosa, luce un órgano del siglo XVIII; la imagen de San Agustín posa sobre un águila bicéfala (de dos cabezas); su cúpula es octagonal; se observan nichos vacíos.
La Capilla del Calvario se construyó entre los siglos XIX y XX. Es de concreto plano y todo el exterior está pintado de color amarillo. En lo alto, luce tres campanas que penden de sendos arcos; arriba, una gran cruz. Una inscripción señala que dicha capilla se terminó en 1988. Su fiesta principal es en la época de cuaresma, cuando se realiza un festival en honor al “Señor de la Buena Muerte” o “Santo Entierrito”. Otro sitio a visitar es La Capilla de Lourdes, de estilo neoclásico que data del siglo XIX.
FESTIVAL DEL PULQUE
Famoso es su Festival del Pulque que se realiza en marzo desde hace más de una década; un atractivo turístico a nivel nacional al que han llegado miles de visitantes y turistas nacionales y extranjeros para probar el agua miel o la llamada “bebida de los dioses” ya sea natural o echarse un “curado” de mamey, cacahuate, pistache, mango, piñón, fresa, avena, maracuyá, mazapán ¡y hasta de camarón!
Al caminar por Tlaxco, la gente se muestra amable, atenta y dispuesta a despejar cualquier pregunta que surja de quien visita este, uno de los dos pueblos mágicos de Tlaxcala (el otro es Huamantla).
LA LIBERTAD
Al llegar a la Plaza principal, llama la atención la estatua de Victoria Dorantes, mejor conocida como La Patria. Se yergue de pie; en la mano derecha parece sostener un mapa de la República Mexicana que se extiende hasta América del Sur. Si bien dicen que nació en 1922 en Coaxamalucan, Tetla, su infancia y juventud la vivió en el ahora Pueblo Mágico hasta que en los 40’ llegó a la Ciudad de México donde conoció al pintor Jorge González Camarena.
La cara de la estatua se hace familiar. Seguramente si te dicen que si conoces a Victoria Dorantes Sosa dirás que no, pero, ¿qué crees?, sí la conoces.
¿Recuerdas la portada de los libros de texto gratuitos que repartía la SEP en las primarias a partir de los años 60’? Es esa imagen donde se muestra una mujer mestiza de color bronce, cabello suelto, vestido blanco, que enarbola con la mano izquierda una bandera mexicana, detrás un águila devorando una serpiente, a un lado mazorcas de maíz amarillo, y en la mano derecha sujeta un libro; una indígena que posó para el pintor González Camarena.
Esta portada figuraba en los libros de primero a sexto año de primaria, que dejó atrás a pintores como David Alfaro Siqueiros, Raúl Anguiano o José Chávez Morado, entre otros, quienes ilustraban las figuras de Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Francisco I. Madero. Un óleo que se imprimió en más de 400 millones de ejemplares (de 1961 a 1973), pero que se volvió a retomar de 1992 a la fecha para los libros de texto gratuitos, explica Víctor Jesús Flores, del Colectivo Empresarial Turístico, en entrevista para Misión Política.
CIRCUITO DE
6 HACIENDAS
Aunque se sabe que existen más de una docena de haciendas, el Colectivo ofrece vivir un circuito de cuatro (de seis haciendas a escoger) con una duración de dos días y una noche, en donde se incluyen entradas (cada hacienda cobra una cuota), explicación, alimentos, hospedaje, transporte y actividades recreativas.
Se visita la Hacienda de San Pedro La Cueva, que data del siglo XVIII. Tiene dos cascos; en el nuevo está la cocina tradicional, la capilla de la hacienda y en el casco antiguo, el área de hotel. Sigue la Hacienda San Diego Xochuca -de finales del siglo XIX- que conserva su tinacal y continúa el proceso del pulque; luego, la Hacienda Mazaquiahuac, con sus dos torres o atalayas.
Se continúa con la Hacienda de San Buenaventura construida en el siglo XVIII, en la que su actividad principal fue la elaboración del pulque; después, la Hacienda San Antonio Tepetzala, fundada en 1530 como hacienda pulquera, agrícola y de ganado lechero (actualmente es una hacienda ganadera y de producción agrícola); y la Hacienda de Xalostoc, una hacienda del siglo XVI dedicada a la explotación del maguey para elaborar pulque y a la ganadería.
Mención especial merece La Barca de la Fe, un templo católico que se ubica en San Andrés Buenavista que asemeja una de las tres carabelas de Cristóbal Colón, “La Santa María”, es una obra realizada en madera.
Cabe señalar que, si sólo deseas visitar las haciendas sin pernoctar, los costos van desde 100 hasta 330 por persona por hacienda; es por ello que se recomienda contratar el paquete que incluye cuatro haciendas por 550 por persona, lo mismo que el Tour pulquero.
TOUR MÁGICO
PULQUERO
Otra experiencia que se debe vivir es el Tour Pulquero, un recorrido entre magueyales en donde se observa a un tlachiquero realizar su trabajo (raspa, extrae el mixiote, capa, etc.). Aquí se aprende cómo se elabora el pulque, se extrae el aguamiel; se aprende a hacer el curado de pulque y se degustan quesos de la región.
Si llegan sin avisar es un problema por la falta de información que existe. Se debe hacer reservación previa y llegar antes del mediodía, comenta Víctor Jesús.
CAMPAMENTOS
DE LUNA LLENA
¿Te imaginas pasar una noche entre pinos navideños donde puedes poner tu casa de campaña (o te la alquilan); mirar al infinito; observar un cielo estrellado; escuchar leyendas locales; tomar un atole de aguamiel; y comer un pan relleno de tejocote? Todo con la mayor seguridad, según explica el también guía de turistas Víctor Flores.
Entusiasmado, señala que también se hacen ejercicios de meditación y se prepara un delicioso desayuno tradicional para deleite de quienes pernoctan en este lugar de ensueño.
Se encuentra la Peña del Rey, la Peña del Peñón, o la Peña del Rosario, donde se hacen campamentos, ascenso y campamentos fotográficos para captar el amanecer, el valle de Tlaxcala, Puebla, se ve el Pico de Orizaba, La Malinche, el Popocatépetl. “Son 3 mil 400 metros sobre el nivel del mar. Nosotros estamos a 3 mil y todavía subimos 400. Son lugares muy bonitos. Tenemos vuelo en globo aerostático con un costo de mil 400 pesos por persona. Un vuelo que dura aproximadamente 40 minutos. Se vuela con un capitán, con un experto. Se hace el brindis, se da un reconocimiento del vuelo y también hay un servicio adicional de fotografía”.
ES MEJOR
CON GUÍA
Si bien es reconfortante, vivificante, pasear libremente por lugares que no conoces, es mejor contar con un experto que te guíe, muestre y explique a la tierra que llegaste para que aproveches el tiempo de estancia.
Al desconocer ciertos datos, puede suceder que cuando llegas al lugar, creas que te encuentras en un “pueblo fantasma” porque no hay gente y los establecimientos se encuentran cerrados.
Y es que eso sucede si se te ocurre visitar Tlaxco en martes, cuando los comercios cierran porque hay poca venta, además de que toman la hora de la comida muy, pero muy en serio y literalmente bajan las cortinas, a menos que ya tengas programadas tus actividades en algunos de los recorridos que son obligados cuando vayas a esta comunidad que goza de un cielo maravilloso por el contraste de los azules y sus algodonosas nubes.
Pero falta hablar de la comida, de la temporada de huevo de maguey, de los escamoles, del tlaxcal (una especie de tlacoyo), del metztlax (mezcal de pulque) y más, que les platicaré en la siguiente entrega.