NIDIA MARIN
¿De que lado de la historia desea usted quedar? ¿De aquella que defendió la democracia o de la que le escupe y prefiere alentar una dictadura?
Este es el asunto de hoy para cada uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes con sus votos decidirán si México continúa como una democracia electoral o facilitan el camino para que continúe avanzando la autocracia.
Y en cuanto a las gentes de Morena que diariamente exhiben su posición agachona e instigadora del odio, en contra de quienes luchan por la libertad, con el tiempo serán una vergüenza para sí mismos y para sus familias, porque serán responsables de la concreción de una autarquía. Quedarán inscritos en la historia de México como los traidores a la democracia.
Dicen los grandes juristas que el respeto a los derechos civiles implica el respeto del imperio de la ley, a la libertad de tránsito, a la libertad de expresión, a la libertad de prensa, entre otros, mientras que el respeto a los derechos políticos implica elecciones limpias, sufragio universal, respeto al voto, a la división de poderes.
Todo esto que habíamos logrado, lo estamos perdiendo, lamentablemente, por las ambiciones desbordadas de algunos que abusan del poder.
En una democracia, exponen los especialistas, suman ocho las cláusulas que la garantizan:
1.-Libertad de asociación;
- Libertad de expresión;
- Libertad de voto;
- Libertad para que los líderes políticos compitan en busca de apoyo;
- Elegibilidad para la cosa pública;
- Diversidad de fuentes de información;
- Elecciones libres e imparciales;
- Instituciones que garanticen que la política del gobierno dependa de los votos y demás formas de expresar las preferencias.
Pero hoy, en nuestro país, lo que nos costó tanto trabajo y décadas lograr, de un dedazo se irá a la basura, porque la voluntad de un solo hombre se impone de facto y su venganza tras 12 años de buscar la Presidencia de la República, pesa más que los millones de mexicanos que lo rechazaron en dos elecciones anteriores a la de 2018. Por algo sería.
Señalan juristas lo que Norberto Bobbio expuso en un trabajo publicado en el Boletín Mexicano de Derecho comparado:
“Los procedimientos universales que caracterizan la democracia se pueden fijar en estos puntos esenciales:
“1) Todos los ciudadanos que hayan alcanzado la mayoría de edad, sin distinción de raza, religión, condición económica y sexo, deben disfrutar de los derechos políticos, es decir, cada uno debe disfrutar del derecho de expresar la propia opinión y de elegir a quien la exprese por él;
El voto de todos los ciudadanos debe tener el mismo peso;
Todos los que disfrutan de los derechos políticos deben ser libres para poder votar según la propia opinión, formada lo más libremente posible, en una competición libre entre grupos políticos organizados, en concurrencia entre ellos;
Deben ser libres también en el sentido de que deben ser puestos en la condición de elegir entre soluciones diversas, es decir, entre partidos que tengan programas diversos y alternativos;
Tanto para las elecciones, como para las decisiones colectivas, debe valer la regla de la mayoría numérica, en el sentido de que se considere electo o se considere válida la decisión que obtenga el mayor número de votos;
Ninguna decisión tomada por mayoría debe limitar los derechos de la minoría, particularmente el derecho de convertirse a su vez en mayoría en igualdad de condiciones”.
Tras la serie de concentraciones en el Zócalo de la Ciudad de México y en 110 ciudades del país, por lo pronto, será difícil el triunfo electoral de Morena para ganar la Presidencia de la República y en su caso también para alcanzar las gubernaturas.
Y para la historia quedarán las palabras de los dos oradores en la Plaza de la Constitución.
Gracias Beatriz Pagés.
Gracias don José Ramón Cossío.
Sí, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene la palabra y…la obra.