Y los Centros Penitenciarios sin Cumplimiento de las Normas Legales 

Los Dados de Dios

 

 

NIDIA MARIN

Sin novedad en el frente en el año 2023 en cuanto a los centros penitenciarios del país: no sólo están saturados, sino que las carencias han ido empeorando desde antes del siglo XXI.

Los especialistas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (no su dirigente) han advertido y documentado, por ejemplo, desde 2021 que “…personal tanto de las áreas técnicas, a nivel dirección y de seguridad y custodia de algunos centros penitenciarios carecen de profesionalización y capacitación para brindar atención con perspectiva en derechos humanos, no discriminación y de género hacia las personas privadas de la libertad, principalmente en relación con el trato brindado a las mujeres en reclusión”. 

Aseguraron que otra evidencia fue que “…tras el abandono citado, esto ha influido en una creciente auto gobernabilidad, impunidad y corrupción al interior de esos centros, lo que, si se suma al contexto geográfico, socioeconómico o por índice delictivo o de inseguridad, los hace centros en donde los fines de la reinserción social solo son utópicos en tanto las autoridades penitenciarias continúen siendo permisibles o aquiescentes ante tales conductas. 

“Más grave aún, fue observar que tras las supervisiones realizadas a diversos centros penitenciarios, éstos guardan características con centros distritales y municipales no sólo en la nomenclatura del centro sino en las condiciones de internamiento, acreditándose que, pese a la emisión de la Recomendación General 28/2016 sobre la Reclusión Irregular en las Cárceles Municipales y Distritales de la República Mexicana, a seis años de su emisión, sus objetivos siguen sin ser atendidos, entre ellos, el que se destinaran los recursos humanos, materiales y financieros suficientes para que los centros estatales recibieran a las personas internas que fueran trasladadas de los centros municipales, en tanto que, éstas solo debían mantenerse como centros para el cumplimiento de sanciones administrativas, al advertirse que, no fueron concebidas como espacios para cumplir una pena de prisión sino para arresto administrativo de infractores de reglamentos gubernativos y de policía, ya que estos centros no cumplían Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021 Comisión Nacional de los Derechos Humanos 6 DNSP 2021 con las instalaciones adecuadas para garantizar seguridad y cubrir las necesidades básicas de la población privada de su libertad, conforme a los estándares mínimos que en suma negaban el derecho a la reinserción social de las personas detenidas en estos centros; verificándose que, tras su emisión en el año 2016 a la fecha (2021).”

A REVENTAR 

LAS CÁRCELES

Aunque en la actualidad al gobierno federal es lo que menos le importa… hasta aquel año, por ejemplo, la capacidad de los centros penitenciarios de la República está al 99.8 por ciento, de acuerdo al INEGI.

Y mire lo que nos cuesta a los mexicanos encerrar a los malandrines (sería peor si los dejamos libres). La cifra presupuestal de 2021lo dice todo: 31, 679 438 709.1 (sí más de treinta y un mil millones de pesos), cifra menor en 16.6% a la erogada en 2020, aunque asegura la institución que hace año y medio se adquirió (además del mantenimiento) equipo tecnológico y de seguridad, los centros penitenciarios federales y estatales ejercieron un total de 161 290 664 pesos.

Pero de la misma manera que se redujo el presupuesto, disminuyó el personal adscrito a los centros penitenciarios estatales, ya que al cierre de 2021 se reportaron 38 581 personas, de las cuales, 62.0% fueron hombres y 38.0% mujeres. 

Por cierto, el INEGI resalta que, del personal adscrito a los centros penitenciarios federales, 44.5% fueron hombres y 55.5% mujeres. Además, comparado con 2020, la cantidad de personal adscrito a los centros penitenciarios estatales disminuyó 2.3% en 2021.

L observar las cifras, una persona común se da cuenta de que son pocas las personas que ingresan a los penales y se pregunta ¿será porque son escasas las detenciones en las cuales se comprueba que deben purgar condena. No lo sabemos, pero durante 2021, por ejemplo, ingresaron 3 204 personas a los centros penitenciarios federales, y 115 984 a los centros penitenciarios estatales; del total nacional (119 188), 92.0% fueron hombres y 8.0% mujeres. Comparado con 2020, los ingresos aumentaron 8.0% en 2021.

En aquel momento, la entidad que concentró la mayor cantidad de ingresos fue Baja California con 13 565, seguida del estado de México con 11 566.

¿Y por qué fueron a dar ahí? 

Bueno, durante 2021, a nivel nacional se reportaron 158 765 delitos cometidos por las personas ingresadas, de los cuales, 97.3% (154 520) fueron en los centros penitenciarios estatales y 2.7% (4 245) en los centros penitenciarios federales. Del total nacional, 91.6% fueron cometidos por hombres y 8.4% por mujeres. Comparado con el total de delitos registrados en 2020, se observó un aumento de 12.7% en 2021. La entidad que concentró la mayor cantidad de delitos fue el Estado de México (25 487).

En cambio, los que salieron libres (denominados “egresados”) fueron 3 822 personas de los centros penitenciarios federales, y 103 025 de los estatales. Del total nacional (106 847), 92.3% fueron hombres y 7.7% mujeres. Comparado con 2020, los egresos aumentaron 14.6% en 2021.

Y no cabe duda que sigue la mata dando… El INEGI expone que de acuerdo con el estatus jurídico de las personas privadas de la libertad/internadas en los centros penitenciarios federales y estatales, 92 856 se encontraban Sin sentencia/Medida cautelar de internamiento preventivo, 25 737 con sentencia no definitiva, y 101 137 contó con sentencia definitiva. Comparado con 2020, cuando la población privada de libertad/internada sin sentencia aumentó 7.6 por ciento.

Y solo hay que ver… de los hombres privados de la libertad/internados sin sentencia, se observa que 12.6% ha esperado 24 meses o más por su sentencia. En el caso de las mujeres, es de 14.2 por ciento.

El mayor número de internos e internas fluctúa entre los 25 a loa 44 años.

Respecto de los incidentes en los centros penitenciarios, en 2021ocurrieron 2 840 lo que representó un aumento de 22.6% respecto a la cifra reportada en 2020. En dichos incidentes -precisa el INEGI- estuvieron involucradas 8 830 personas. Además, 110 fallecieron y 691 resultaron heridas. Del total, 74.6% (2 119) correspondieron al ámbito estatal y 25.4% (721) al federal.

Ya veremos cuando estén listas las cifras de 2022, aunque los especialistas consideran que la tendencia será la misma porque, así haya una cifra mayor de detenciones, deben dejarlos libres al no cumplirse las normas o (en el menor de los casos) a todas luces son inocentes.

La situación pues, no es novedosa. Viene desde hace años. Pero uno de los grandes errores de la actual administración con el cual tendrá que cargar Andrés Manuel López Obrador a partir de que concluya su gobierno en 2024 es el problema de los centros penitenciarios del país.

El problema conforme ha pasado el tiempo se ha agudizado con un pésimo funcionamiento, traducido en los constantes despidos de los titulares de las prisiones.

El mayor problema es que sigue la mescolanza hecha por la federación con presos del fuero común y del fuero federal en la mayoría de las cárceles estatales, donde evidentemente se establecieron autogobiernos.

Eso continúa y sólo hay que recordar recientemente los sucesos en la prisión de Ciudad Juárez.

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