ALFREDO MEJÍA MONTOYA
¿Y las políticas públicas? quién las realiza, quién las implementa, quién les da seguimiento, … ¿quién? ¿La infraestructura preexistente a la llegada del actual régimen? quién las opera, que eficiencia tienen, que presupuesto le dieron, quién les da mantenimiento, … ¿quién?
Desde las primeras matinales, en materia de salud, López Obrador destruyó, aniquiló y desapareció lo que era un sistema de salud que abarcaba a un gran número de pacientes que no gozaban de seguridad social federal ni estatal, y si contribuían con el gasto público por las actividades que realizaban o vía consumo; se destruyó también el sistema de abastecimiento de medicinas, aduciendo que en ambas actividades había corrupción, que al inicio del 5º año de su administración no la ha comprobado, habiéndoles mentido a sus votantes, que millones de ellos también recibieron el impacto de la desaparición del Seguro Popular y distribución de medicinas. Manifestando a los cuatro vientos que México tendrá un sistema de salud parecido al de Dinamarca y que sería gratis.
Esto último es irrisorio, nada es gratis, todo se paga con los impuestos que aportan los contribuyentes, fundamentando lo anterior, en que es solo una forma de redistribución de la riqueza.
Mientras, desde palacio solo se dan señales de la sucesión presidencial adelantada. Y nadie se refiere a las conclusiones de la X Cumbre de Lideres de América del Norte, en la que se hicieron compromisos en materia de energías limpias, minas, producción de vehículos eléctricos, intención de los Inversores de USA y Canadá en México, de las anti-importaciones de Asia, … este último tema de gran trascendencia para la economía nacional.
México, Estados Unidos y Canadá acordaron reforzar las relaciones económicas y comerciales de América del Norte, debiéndose crear un comité por separado destinado a la planeación y sustitución de importaciones en la región y buscar hacia adelante la unión en todo el continente americano, mediante la práctica del nearshoring.
Considerando que el bloque anti-importaciones o de relocalización regional, se refiere a una estrategia por la que una empresa ubicada en otra región transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante.
Esta práctica surge como respuesta al offshoring, que con el objetivo de reducir los costos busca proveedores en otros destinos, por lo general, en Asia. Con la atracción de empresas productoras o maquiladoras.
Los problemas con las cadenas de suministros y las cadenas de valor derivados por el COVID-19, el parón productivo internacional, la inflación global con su implacable aumento de costos y precios, y la proximidad con el mayor importador mundial son algunos de los factores que favorecen el nearshoring en México. La pandemia evidenció carencias y fallas en los procesos que antes eran imperceptibles frente a la regularidad y el establishment que se vivía: Ahora, se pueden apreciar claramente algunas prácticas con las que se pueden optimizar las cadenas de referencia mediante la práctica del nearshoring.
Con la pandemia, la práctica del offshoring en Estados Unidos y en general América, se vio severamente afectada ya que la mayoría de sus proveedores están en Asia, siendo China uno de los más importantes.
La interrupción de las operaciones en EE. UU. hizo patente la vulnerabilidad del offshoring, con más riesgo cuando hay exclusividad con los proveedores o éstos se encuentran en el mismo país.
México tiene como socio y vecino a EE. UU., el mayor importador del mundo y debe considerar ciertos factores que favorecen el nearshoring entre los dos países, tales como: > las relaciones políticas y comerciales de Estados Unidos y China que están muy deterioradas; > el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) favorece los costos; > la vecindad; > los bajos costos laborales; > cadenas de suministro seguras y menor tiempo; > cadenas de valor, oportunas; > la experiencia como maquilador; > la especialización, entre otras.
Por lo tanto, la llegada de empresas cuyos inversores en Asia son de capital de Estados Unidos, mediante la relocalización podrán llegar decenas de empresas a territorio nacional, creando un auge en materia laboral, empleo especializado, ingresos, mayor consumo y una menor salida de mexicanos para trabajar en Estados Unidos, más impuestos federales, locales y hasta municipales.
En ese orden, la recuperación económica hará que el comercio exterior, roto por la pandemia, encuentre alternativas para optimizar las cadenas productivas y de esta forma el nearshoring resulta ser una de las soluciones más ventajosas.
Viendo que el objetivo del nearshoring es acercar los centros de producción tercerizada y solucionar los inconvenientes de las largas distancias y la diferencia de horarios entre los continentes, los cuales, muchas veces perjudican a la cadena de suministros.
Otra figura o práctica comercial internacional similar al nearshoring es el onshoring, el cual, en el mismo plano del outsourcing, cumple la función de subcontratar la fabricación de productos o piezas a una instalación menos costosa dentro del mismo país o fuera de él, lo más cercano posible, para ser competitivo.
México tiene que aprovechar los efectos positivos del Tratado de Libre Comercio (T-MEC), ya que, si China y Estados Unidos siguen con su guerra comercial, México será el más beneficiado. En números podríamos señalarlo así: México ha incrementado su participación en las importaciones de Estados Unidos de 13.5% a 13.9%, mientras que China cayó de un 20.6% a un 17.2% en el mismo periodo.
La pasividad del Gobierno Federal al mando de López Obrador y su equipo económico (Secretaría de Economía); de su canciller (Secretaría de Relaciones Exteriores); del Servicio de Administración Tributaria SAT y ADUANAS (Secretaría de Hacienda y Crédito Público); de los organismos e instituciones del gobierno federal cuya competencia es el comercio exterior, tal pareciera que no desea el crecimiento del país.
A sabiendas de que México tiene una localización estratégica y un modelo logístico-legislativo que le permite tener un crecimiento diferente a los demás países de Latinoamérica, no avanza.
Sobre todo, que las grandes unidades económicas importadoras estadounidenses no dejarán todo su abastecimiento a China y tratarán de diversificar a sus proveedores de manufactura para evitar los problemas que han tenido debido a los factores citados en párrafos precedentes. Esto le permitirá a México tomar un lugar preponderante mucho más importante en el desarrollo logístico y en la generación de servicios hacia el mercado norteamericano, principalmente.
Tarea: entablar mesas de trabajo y desarrollo en las entidades federativas y municipios elegibles para la llegada de las empresas de relocalización, según las necesidades de los inversores, que no dejaría de ser inversiones extranjeras directas (IED)
Es la última oportunidad de este régimen para crear polos de desarrollo e infraestructura directa en beneficio de sus pobres y de la población en general. Que ya con empleo se podrá evitar la tendencia de regalar dinero público por no hacer nada, ¡solamente votar por el partido oficialista!
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