El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó a Sputnik que Estados Unidos no solo intimida a las naciones africanas, sino también a países de Asia y América Latina, y daña su orgullo. Añadió que Estados Unidos y el Reino Unido cruzan líneas rojas al amenazar los bienes de las familias de políticos extranjeros.
Lavrov indicó que lo único que preocupa a Occidente es establecer su propio orden en varias naciones bajo el pretexto de difundir la democracia.
«La presión que EEUU ejerce sobre los países africanos, no es solo sobre ellos, sino también sobre los países asiáticos, latinoamericanos, constantemente declaran públicamente que aquellos que cooperen con Rusia lo lamentarán, amenazan a los grandes Estados que representan las grandes civilizaciones milenarias… Al amenazar y presionar, Estados Unidos, y también los británicos, están cruzando todas las líneas rojas», declaró el ministro tras las conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores sudafricano, Naledi Pandor.
El conflicto en torno a Ucrania
Asimismo, Lavrov destacó que, en cuanto a la situación en Ucrania, la guerra de Occidente contra Rusia ya no es una guerra híbrida, sino casi una guerra real.
«Cuando hablamos de lo que está ocurriendo allí, en Ucrania, decimos que ya no es una guerra híbrida, sino casi una guerra real, que Occidente lleva mucho tiempo preparando contra Rusia, tratando de destruir todo lo ruso: desde la lengua hasta la cultura, que lleva siglos en Ucrania, y prohibiendo a la gente hablar su lengua materna», reveló.
En este contexto agregó que los daños a infraestructuras civiles en Ucrania están relacionados con las acciones criminales de Kiev, que despliega armas y sistemas de defensa antiaérea en zonas residenciales, mientras que Rusia no ataca infraestructuras civiles.
«No estamos atacando infraestructuras civiles, y hay muchas pruebas de ello. Todo lo que está ocurriendo en términos de daños a las infraestructuras civiles en Ucrania está relacionado con las acciones criminales del régimen de Kiev, que lleva meses desplegando a propósito tanto armamento pesado como sistemas de defensa antiaérea en zonas residenciales», apuntó.
Según Lavrov, los países occidentales instan a Kiev a «reconquistar más» territorio antes de volver a las negociaciones y «dicen directamente que es necesario devolver a Rusia a las fronteras de 1991».
Además, el ministro destacó que Rusia no renuncia a negociar con Kiev, y cuanto más tiempo se niegue Occidente a negociar, más difícil será encontrar una solución al conflicto.
Al preguntarle por los países que podrían convertirse en mediadores para resolver el conflicto, Lavrov señaló que Volodímir Zelenski «firmó un decreto el pasado septiembre, un documento oficial vinculante, que prohíbe a cualquier funcionario ucraniano negociar con la parte rusa».
«Por lo tanto, puede pedir a cualquier mediador que aclare cómo ve la parte ucraniana la evolución futura», concluyó.
Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. (sputnik)
