Control de Daños, con Urgencia

 

 

*Claudia Sheinbaum y la Horadación en la Nave

*Casos Ciro Gómez Leyva y la Guardia Nacional

*Las Primeras Acciones Para Lavar el Cochinero

 

GERARDO LAVALLE

 

Bastó un segundo accidente, con muerto y 106 heridos, para que la gobernadora de la Ciudad de México iniciara de manera urgente un ejercicio de control de daños.

El accidente ocurrido el sábado 7 de enero en la Estación “La Raza” del Metro, uno más de las decenas ocurridas en el Sistema de Transporte Colectivo, la tomó por sorpresa. Como cada fin de semana, andaba de gira artística. Estaba en Morelia en donde dictaría una “conferencia magistral”. 

(Sin duda que no se trataba de hablar de la eficiencia y seguridad del Metro o en las calles de la colonia Florida).

Claudia Sheinbaum sintió que el “incidente” había horadado el casco de la nave y era indispensable lavarse la cara por el abandono en que tiene a la Ciudad para la que fue electa y dice gobernar.

Encontró un tema central: la captura de 12 sicarios que intentaron asesinar al periodista Ciro Gómez Leyva el pasado 19 de diciembre. Con bombo y platillo anunció que los trabajos de inteligencia realizados por la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana a cargo de Omar García Harfuch, rindieron sus primeros e importantes frutos.

El periodista agradeció el interés en su caso y mostró reconocimiento a la jefa de gobierno y al jefe policíaco.

Enseguida, la segunda acción: pedir y lograr que el presidente de la República le concediera contar con 6 mil 60 elementos de la Guardia Nacional para realizar tareas -una más fuera de su responsabilidad- de vigilancia en el Sistema de Transporte Colectivo.

La presencia de los militares se concretó 4 horas después del anuncio que, por cierto, contaba con propaganda que se colocó en diversas estaciones.

El arribo de los elementos causó reacciones encontradas sobre todo en organizaciones de la sociedad civil que consideraron un despropósito la medida.

“Lo que hace falta es presupuesto, que se atiendan las quejas, que se reparen las fallas, no militares vigilando”, decían en sus cuentas de Twitter.

Sin embargo, Sheinbaum defiende la petición porque no descarta que el “incidente” haya sido un sabotaje.

Hay razón para cuestionar a la gobernadora de la Capital del País.

1.- Durante su gestión se han dado los más trágicos accidentes del Sistema de Transporte Colectivo;

2.- El abandono en que se ha tenido al Metro es el causante de las tragedias;

3.- Del presupuesto asignado para mantenimiento, se ignora en dónde está o se aplicó;

4.- La inseguridad avanza pese al trabajo policial y el caso de Gómez Leyva evidenció que la delincuencia no cede;

5.- La gobernadora capitalina le ha dado más importancia a su “precampaña” en busca de resultar la corcholata elegida para ir por la Silla Presidencial en 2024 y, 

6.- El traslado del presidente Biden acompañado de López, desde el AIFA hasta el hotel en donde se hospedó, sirvió para “detectar” el camino de los baches… el abandono de vías primarias quedó comprobado.

SE ENTREGARÁ 100%

A LA CIUDAD, AFIRMA

Desde hace cinco meses no hubo fin de semana en que Claudia Sheinbaum estuviera en la Ciudad de México.

Se inventaba eventos. Lo mismo el informe de un o una gobernadora de Morena, que acompañar al presidente a una gira o bien ser invitada para “dar una conferencia magistral”, además de firmar convenios de “seguridad, desarrollo tecnológico y de salud” con diversos mandatarios, todos, claro está, del partido oficialista.

La gobernadora se olvidó de sus responsabilidades y las cedió a su secretario de Gobierno, quien por su pasado se le identifica correctamente: es el duro de roer y el agresivo en la toma de decisiones.

El accidente, que no incidente, del pasado día 7, sirvió para que desde Palacio Nacional la conminaran a estar más en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y, evitar en lo posible, alejarse. Aunque, claro, la línea se mantiene: hay que promoverse, que la gente la conozca, que entienda que es la preferida del que decidirá la encuesta. 

No, la política aspiracionista no se cancela. Se disfraza.

El control de daños que puso en marcha la mandataria, de poco servirá si el Metro, en su caso, siguen sufriendo “incidentes” y en lugar de corregir las fallas a través del mantenimiento adecuado, se enfoca a “no descartar el sabotaje”.

¿A quién beneficiaría la muerte y los heridos de los viajeros?

Porque el sabotaje tiene autor intelectual y material. 

¿Sospecha de otra corcholata?… ¿acaso de los conservadores?… ¿se gestaría en el INE?

Vaya, tal cual es la científica, es capaz de emprenderla contra quienes no la ven como la presidenta, aunque sea la favorita del profesor.

 

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