Con un lacónico mensaje, de apenas 6 líneas, Héctor Bonilla se despidió de la vida. Murió a los 83 años y su paso por el cine, la televisión y el teatro se convierten en huellas imborrables en el mundo escénico de México y parte del mundo.
Su epitafio reza:
“Se acabó la función,
No estén chingando.
El que me vio, me vio
No queda nada”,
se lee en la composición.
Héctor Bonilla en ‘Rojo Amanecer’
l deceso del histrión fue confirmado por familiares del actor a través de un comunicado en su cuenta de Twitter.
El mensaje dio a conocer que Héctor falleció debido al cáncer de riñón, enfermedad que el actor padecía desde hace cuatro años.
“Murió nuestro amado esposo, padre, abuelo, compañero y ejemplo de vida: Héctor Bonilla.”
De acuerdo con la familia Bonilla, murió en casa “en paz, sin dolor y rodeado por su círculo más íntimo, que lo acompañó hasta el final”.
El texto de despedida hace una breve recapitulación de la relevancia que el actor de 83 años brindó al teatro, al cine y a la televisión mexicana.
“Somos conscientes de que Héctor dejó un legado inconmensurable y muchísimos corazones lamentarán su partida”, destaca el mensaje.
El epitafio de Héctor Bonilla
Bonilla tuvo una prolífica trayectoria en el cine, el teatro y la televisión. Egresado de la Escuela de Arte Teatral del INBAL, el histrión se consolidó como uno de los exponentes de la actuación más importantes en México.
Su protagónico en la película Rojo Amanecer, dirigida por Jorge Fons, cuya historia retoma los hechos ocurridos en la Matanza de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas, consolidó su carrera en el séptimo arte.
Si bien la historia es ficticia, el filme aborda abiertamente los antecedentes de la protesta de estudiantes y la violencia ejercida por el estado contra un movimiento social.
Héctor Bonilla compartió créditos Jorge Fegan, Ademar Arau, Bruno Bichir, Demián Bichir y el finado Eduardo Palomo
