La Danza de los Viejitos se Baila en el Continente Americano

NIDIA MARIN

Ya empezó la danza de los viejitos, Lula Da Silva, López Obrador y Joe Biden. ¿Quién Ganará?

Por lo pronto pareciera que Gabriel Boric, el presidente de Chile, vino a visitar a su abuelito también mandatario.

Son generaciones distantes, el chileno del equipo de los “Millennials” y el mexicano del grupo de los “Baby Boomers”, cuyo “reinado” está a punto de concluir para aumentar en el orbe la “Generación X” y recibir masivamente a los “Millennials”.

Hoy, por ejemplo, los tiempos en que México era fugaz líder en América Latina ya pasaron. Abarcaron parte del siglo XX y del XXI.

Aseguran que fue allá en 1991 cuando nuestro país firmó el primer acuerdo de complementación económica con Chile, en la negociación del TLCAN, cuando se reflejó “…el giro casi total de la política económica mexicana a principios de los noventa”. Gobernaba Miguel de la Madrid.

De ahí que, aseguran los estudiosos, como Ana Covarrubias, directora, profesora e investigadora del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México… “el Presidente Salinas también propuso la modernización de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI); el fortalecimiento del Grupo de los Tres, constituido por Colombia, México y Venezuela; en materia comercial, la promoción de la integración centroamericana y establecimiento de una zona de libre comercio e integración en el Caribe, mediante la Asociación de Estados del Caribe (AEC). Así pues, el primer gobierno del PAN mantuvo y fortaleció esa política…”

¿En la actualidad aquello se perdió? No todo, porque aún existe la brillantez de muchos mexicanos. Sí, como fueron los premios Nobel: Alfonso García Robles, de la Paz en 1982; Octavio Paz, de Literatura, en 1990; y Mario Molina Henríquez, de química en 1995.

También prevalecen otros mexicanos sobresalientes. Por ejemplo: José Ángel Gurría, titular de la OCDE; Alicia Bárcena, hasta hace poco cabeza de la CEPAL; María Eugenia Casar, en la PNUD; Alejandro Werner, en el FMI; el recientemente premiado Agustín Cartens, en el Banco de Pagos Internacionales; Juan Ramón de la Fuente, en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Antes que ellos estuvieron dándole valor a México: Emilio Álvarez Icaza en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la cual también fue designado en 1995, por la OEA Sergio García Ramírez como juez de la CIDH.

Hoy, México sufrió un revés, al rechazar el Banco Interamericano de Desarrollo la propuesta mexicana. También le habían dicho no a otra proposición para la Organización Mundial de la Salud.

El asunto es que nuestro país ha ido perdiendo el respeto de las naciones del mundo, debido a la errática política del actual Presidente, un hombre de avanzada edad que lo único que pretende (igual que otros mandatarios latinoamericanos de la tercera edad, como Lula Da Silva) es que sea su voluntad la que prevalezca.

Sí, por ejemplo, Da Silva (77 años) pertenece a la “Generación Silenciosa”. Es uno de los mandatarios más ancianos (sólo superado por Daniel Ortega de 79 años, también “Generación Silenciosa”). En el tercer sitio está Andrés Manuel López Obrador (69 años), integrante de los “Baby Boomers”, quien también busca un liderazgo que no tiene ni tendrá, pero se vale soñar.

Mientras, por supuesto, en el Continente Americano actualmente el mandatario más longevo es el de Estados Unidos, Joe Biden, de 80 años, de quien se desconoce si su objetivo es la reelección, hoy no ha dado luces de pretender afianzar el liderazgo de Estados Unidos en todo el continente y en el mundo.

En cuanto a Latinoamérica no hay un solo mandatario con fuerza internacional. Los más jóvenes no tienen esos alcances. Además de Bóric, está Nayib Bukele, de El Salvador, un “Millennial” nacido en 1981.

En América del Norte, a su vez, está Justin Trudeau (1971) perteneciente a l “Generación X”, quien de plano no se observa interesado en América Latina. Ya no.

Y aquellos integrantes del nutrido grupo gobernante de los “Baby Boomers” sólo quieren salir del atolladero político económico en sus naciones: Alberto Fernández, Argentina; Miguel Díaz Cannel, Cuba; Lauretino Cortizo, Panamá; Rodrigo Chávez, Costa Rica; Alejandro Giammatei, Guatemala; Gustavo Petro, Colombia; Luis Arce, Bolivia; Guillermo Lasso, Ecuador; Xiomara Castro, Honduras; Luis Abinader, República Dominicana; y Nicolás Maduro, Venezuela.

Los otros son de la “Generación X” y pareciera que tampoco buscan mayor cosa: Mario Abdo Benítez, Paraguay; Pedro Castillo, Perú y Luís Lacalle, de Uruguay, entre otros.

En fin, que cuando el siglo XXI cumpla su aniversario de plata por sus 25, es decir dentro de tres años, serán contados los mandatarios de la tercera edad que aun tengan el poder. Ya se van.

De ahí que, en México, entre los suspirantes a suceder a López Obrador están cinco “Baby Boomers”: Claudia Sheinbaum, (1962); Marcelo Ebrard, (1959); Adán Augusto López, (1963); Ricardo Monreal, (1960) y Santiago Creel, (1954).

Otros suspirantes son: Luis Donaldo Colosio Riojas, (1985), generación “Millennial” y Alejandro Murat, (1975), “Generación X”.

¿Cuál es la tendencia?

¡Sabrá Dios! Pero mientras, el baile de los viejitos está de moda.

 

 

 

 

 

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