ALFREDO MEJÍA MONTOYA
La recién confrontación que nació en el mismo corazón de palacio nacional, donde la máxima autoridad del país deambula por sus pasillos fríos y aterradores de tanta historia malograda y otras de éxito floreciente en beneficio del país y su pueblo, peleándose con sus viejos odios y sus rencores que no lo dejarán vivir jamás una vida plena que produce el orgullo de representar a México y su Pueblo.
Respecto del régimen democrático que ha tomado México desde hace varias décadas, proviene la cuna política que tuvo López Obrador en el PRI con Luis Echeverría Álvarez y su vinculación con los emisarios del pasado, la izquierda fue producto de un afán oportunista por intereses políticos concretos, en ningún momento ha mostrado compartir los valores éticos que inspiran a la izquierda social demócrata, ha impuesto el valor supremo de la dignidad del ser humano, y día con día maldice, ofende y critica a los que considera sus enemigos, adversarios, traidores, como en la vieja escuela y descalifica, acusa, sataniza, denuesta, humilla y ultraja los derechos de otros mexicanos.
La necedad de López Obrador ha provocado el total o la total división del pueblo mexicano. El INE, es ahora el centro de su ataque, mediante una desorbitada reforma a la ley y a la constitución, el Rey de las Campañas sabe bien y con certeza, que en el Congreso de la Unión no va a ser aprobada, al no tener el consenso de la mayoría calificada lo que evitará que el desastre sea mayúsculo y solo está alimentando a un monstruo como su tigre, que también deambule en los subterráneos de palacio.
Esta vez, la sociedad civil organizada ha puesto contra la pared al aspirante a dictador, ya que la pretensión que se tiene con esta iniciativa de reforma al sistema electoral mexicano no es otra cosa que el perpetuarse en el poder, como lo hizo el PRI y se mantuvo 71 años con su dictadura democrática perfecta, esta vez, también lo pretende así el Rey del Cash, sobre todo que está rodeado de varios de los emisarios del pasado y del pasado recién.
Pretende que el partido oficialista lo arrope como hasta la fecha lo ha hecho, aunque sea sin ningún resultado. El divisionismo exacerbado que provocó el adelanto de las campañas políticas para el gobierno del Estado de México y del Gobierno Federal precisamente en la administración y gobernanza de los partidos políticos, en el caso, hay mucho que plantear, discutir, en el sentido de que sí una reforma de esta naturaleza es buena para el país o negativa para sus instituciones, su ética no lo detendrá y aunque provoque una confrontación civil entre la ciudadanía, que no es lo mismo que su pueblo bueno, puede llegar a rumbos insospechados de beligerancia. Que él mismo provoca en todas sus matinales.
Sabemos que tiene prisa, el tiempo de su contrato está por expirar, no le dará tiempo de terminar siquiera la primera etapa de su agenda de la cuarta transformación y en su prisa se puede llevar la estabilidad del país, y México no requiere esos arranques de ira.
López odia tanto al INE que no recuerda que por el conteo claro y honesto está en la presidencia, aunque siga afirmando que el INE es un nido de corruptos que están en contra de la verdadera democracia, y que debido a los fraudes que en él se fraguan, han desvirtuado la limpieza de las elecciones, esto es, en 1988 perdió la elección para Gobernador de su natal Tabasco aduciendo fraude; en 1994, pierde de nuevo por la gubernatura de Tabasco y vuelve a acusar fraude; perdió la presidencia en 2006 y dijo que había la consigna para convalidar el fraude; en 2012, volvió a perder la presidencia y dijo lo mismo, que se invalide la elección presidencial por fraude. Lo anterior se prestaría a considerar que, en el 2018, cuando gana la presidencia, fue precisamente mediante un fraude, y no dijo nada. Solo ganando él, no hay fraude, … corroborando esta teoría, ahora pretende controlar las elecciones desde la Secretaria de Gobernación, donde nadie le impedirá no hacerlo, y regresar a las inmortales y gloriosas épocas del PRI, … su cuna política.
La sociedad civil organizada no está de acuerdo en reformar el Instituto Nacional Electoral, sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador exige que se modifique la forma del cómo deberá proceder, en dónde debe situarse y quién es el que dirigirá al nuevo organismo, que de nada puede tener de autónomo si se incrusta dentro de la estructura institucional de la Secretaria de Gobernación.
La marcha del 13 de noviembre de 2022 inevitablemente trajo como consecuencias, la posible muerte de la propuesta o iniciativa de reforma, ya que en el caso la relación PRI-MORENA se rompió con la afirmación del líder institucional del PRI Alejandro Moreno, en el sentido de que en ningún momento el PRI apoyará dicha iniciativa, eliminando la posibilidad de coligarse con MORENA para generar la mayoría calificada que requiere el partido oficialista para lograr ese objetivo. Es cierto la marcha es un acontecimiento que al Rey del Cash no le incomoda o trata de ocultarlo, porque la ciudadanía no va solo por una marcha o una propuesta, va por el cambio de estafeta en la silla presidencial. Le sirve para mantener una división en bandos, para medir sus fuerzas y demostrar que es más fuerte y mucho más popular que ellos, los hechos demuestran lo contrario, otra visión.
No debemos de soslayar que la ruptura entre el PRI y MORENA, tiene sus orígenes en la confrontación entre Layda Sansores y Alejandro Moreno, cuyo golpeteo logró sacudir lo más profundo de las raíces del partido oficialista, y Layda, seguro la historia le estará colocando como la que ocasionó la ruptura entre el partido tricolor y el oficialista, y que con ello provocó la desavenencia del coordinador del Senado de la República, Ricardo Monreal, hecho que está dividiendo a todo el partido oficial, provocando el divisionismo interno de los seguidores de cada bando; asimismo, esa ola de desavenencias ha rotó aún más la posible armonía que existía entre las “corcholatas” de AMLO, las que cada vez más gobiernan menos y gastan más en sus campañas pre-preadelantadas.
En ese contexto, si se llegara a definir la prevalencia de la iniciativa de reforma, modificada a la original, pero al final insertando al nuevo organismo “autónomo” a la Secretaría de Gobernación, estaríamos en presencia de un asalto a Bucareli por las huestes del PRI con MORENA, esto es, el gabinete legal y ampliado de López Obrador, la mayoría proviene de la misma cuna política del presidente de la república, esto es, el Partido Revolucionario Institucional, y si llegare a constituirse en la Secretaria de Gobernación lo que quede del INE, tendría a los mismos correligionarios como en sus viejos tiempos, unidos de nuevo. El priismo estaría entrando por la puerta grande de nuevo a controlar las elecciones del país. Y se reencontrarían de nuevo con el poder político. Puede ser un escenario de ficción, pero la realidad está en que la mayoría de los cargos públicos actualmente están ocupados por expriístas que renunciaron a su partido y Morena los recibió, en un afán de desmantelamiento del partido y sobre todo porque en última instancia son iguales. Basta recordar a los exgobernadores/embajadores, Monreal, Ebrard, Mario Delgado, el mismo AMLO entre otros muchos que pertenecen al partido oficial pero su cuna política estuvo en el priismo.
Y cuidado si llega el PRI disfrazado de caperucita roja, cuando es el mismo lobo personificado. Por ello, son iguales.
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