Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
De nueva cuenta los zapatos presidenciales en compañía de los que usan los diputados de Morena y adláteres, pisotearán la Constitución en aras de doblegar la voluntad ciudadana e imponer las reglas electorales a modo para conservar el poder.
El anuncio de una nueva iniciativa para reformar las Leyes Electorales ante la imposibilidad de hacerlo con la Constitución, es la repetición de las leyes que llevaron a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y la de la Industria Eléctrica que provocó el reclamo de los socios comerciales del Norte por violaciones al T-MEC. Las llaman “reformas administrativas”.
En la primera, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sido omisa. Existen menos tres controversias constitucionales que han dado paso al otorgamiento de amparos que impiden la entrega de recursos públicos a la Defensa Nacional para aplicarlos en la operación de la GN. En la segunda, dobló las manos e hizo perdedizo un voto que habría declarado inconstitucional la reforma. La tercera será esta: la de modificar las leyes electorales sin sustento en la Constitución. Ignorándola de “pleno izquierdo”.
Ante la casi refundación de la coalición legislativa de Va Por México, la iniciativa de reforma constitucional para destruir el INE, prácticamente desaparecer a los partidos opositores, y borrar los organismos electorales estatales, el Gobierno opta por el camino de la “reforma administrativa”, que, de suyo, estará viciada y será inconstitucional.
De hacerlo, como confirmó Ignacio Mier, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, el tema irá a la Suprema Corte y, como en los casos anteriores, tardará en resolver, en dictar sentencia, más de seis meses.
Y como ya se va el súbdito ministro, Arturo Zaldívar, poco le interesará atender el asunto, aunque se mantenga como integrante del Pleno.
El llamado Plan ve…a Palenque, solamente muestra que el presidente no tiene interés en la democracia sino en que sus caprichos sean cumplidos.
Osa amenazar con una “consulta” para que “el pueblo” opine sobre su propuesta, a sabiendas de que el tema electoral no puede ser consultado. Lo prohíbe la Constitución.
Obliga a la Comisión Nacional de los Derechos (in) Humanos a tomar partido en su reyerta contra el INE, cuando expresamente le está prohibido intervenir en temas electorales.
Ordena armar una marcha de “desagravio” que encabezará el domingo 27 de noviembre.
Con la mayoría simple que tiene su partido, logrará la “reforma administrativa” y la pondrá en marcha, aunque sea inconstitucional. La Corte no correrá prisa por analizar las controversias y para cuando terminen sus gestiones 4 consejeros del INE, entre ellos los “fifís antidemócratas” Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, tendrá el control del organismo. No serán electos los nuevos consejeros. Serán cuotas de partido. Y en el improbable caso de armar la elección popular, el efecto será momentáneo. La Corte tendrá que hacer valer el derecho y el respeto a la Constitución.
Al presidente no le importará. Tiene el poder y abusa de su aplicación. Sí, a los mexicanos los agrede y se coloca por encima de ellos. A los de allende la frontera norte, les ofrece la economía mixta.
Las varas con las que mide, son para que el Plan ve… se vaya a Palenque.
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