AMLO es Clasista Puro…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Irrespetuoso con el 66 por ciento de la población, mentiroso con los 126 millones de mexicanos, soberbio, cretino, poseedor de la “verdad única”, es capaz de acusar a 65 millones de mexicanos de corruptos y rateros.

¡Pruebas, pruebas!

No las tiene ni en su archivo de “los otros datos”.

Sin embargo, osa agredir a los que no compartimos su forma de gobernar y nos llama clasistas, racistas, corruptos y rateros.

Si alguien es racista, clasista y protege a los corruptos y rateros, es una persona -de alguna manera hay que definirla- que se cruzó la banda presidencial en el pecho y protestó guardar y hacer guardar la Constitución, las leyes que de ella emanen y ¡gobernar para todos los mexicanos!

No lo hace.

En su actitud clasista antepone, hipócritamente. “primero los pobres” y desconoce que el Coneval, órgano del Estado de Mexicano, revela que la pobreza aumentó en dos de sus deciles: el de extrema y pobreza alimentaria. 

Todo en ¡42 meses!

Le irrita que el domingo 13, millones -ojalá y así sea- de ciudadanos que incluirán a quienes no votan, es decir, sus hijos, salgamos a las calles y exijamos respeto a la democracia y a las instituciones que lo llevaron, para desgracia de México, a apoltronarse en la silla del Águila que ocuparon personajes a los que hoy les daría vergüenza saber quién la ocupa. Aunque otros lo celebrarían. Por ejemplo, Santa Anna, Juárez y Díaz.

Afirma que no va a dejar de decir, que lo que está en el fondo es que quienes defienden al INE “quieren seguir robando, porque no tienen llenadera, quieren mantener privilegios y ellos están a favor, que se escuche bien y que se escuche lejos, de un sistema político muy parecido a la oligarquía, al gobierno que definía Aristóteles como el gobierno de los ricos”. Entre oligarquía y autocracia, preferible la primera.

Osa ordenar, porque de eso se trata, que sus “simpatizantes” no atiendan la convocatoria de la “corrupta y ratera sociedad civil” que pide defender a los órganos electorales que son, aunque no lo admita y los desdeñe, pilares de la democracia que, ciertamente, siempre estará en construcción y perfeccionamiento. Lo que busca el tabasqueño, en una demostración de ambición por el poder, es destruir todo lo que le estorba para sus aviesos propósitos que no son los de mejorar la condición de los gobernados.

Es clasista puro, demagogo existencial, mentiroso compulsivo, rencoroso obsesivo y envidioso.

Agredir a quienes desean manifestarse en defensa de una institución en la que el 98 por ciento de los ciudadanos tenemos confianza, muestra la clase de gobernante que tiene el país.

Es único y ojalá, hay que tocar madera, no haya otro similar que llegue al poder público y gobierne, si se puede decir del actual, como el huésped temporal de Palacio Nacional que se quiere quedar para morir como Juárez.

Quien busca unanimidad y se sostiene solamente con el “amor del pueblo bueno”, no es capaz de entender que no hay nación democrática y con excepción de Cuba, Corea del Norte, China, entre los pocos con partidos de estado, en la que todos sus habitantes estén obligados a pensar como el “Mesías” en turno.

¡Ya basta de denigrar al 66 por ciento de los mexicanos y colocarlos en la cloaca en la que vivió durante décadas hasta que el “creador” lo premió!

Ojalá el domingo 13 seamos millones los que mostremos nuestro coraje, la dignidad, la defensa de los valores democráticos que obliguen al susodicho a quedarse, no solamente este día, sino los que le resten de vida, allá, en Palenque “donde me gusta mucho estar”, diría el antidemócrata que pretende escudarse en Ignacio I. Madero para cometer sus tropelías y quedarse, como Santa Anna y Díaz, al “servicio del pueblo”.

Diríase correctamente: los pobladores, que ya son una clase social y que se etiquetan con el la leyenda: soy pobre y agradecido con mi amo.

Domingo que puede ser el parteaguas de un intento por fulminar la democracia. 

Si no marchamos, que nadie se queje de lo que le pase al país mañana. Quien no participa, no protesta, no vota por quien quiera, no tiene derecho a exigir un mejor país.

Salvo, claro, que forme parte del clasismo del presidente López, cuyo apellido materno, siempre se me olvida.

Por algo será mi amnesia.

Y si por participar en la marcha del domingo soy hipócrita, corrupto, clasista y ratero, apúnteme en su larga, de millones de personas, que están en su tonta, porque la lista no convive con usted.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: jesus michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón, en el 760 de AM.

 

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