ALBERTO F. MENA MALLEN
¿Qué busca el presidente enojón López Obrador con su comportamiento y sus decisiones?
-Impulsar a la 4ª transformación, para que quede como un tatuaje malhecho en todo el país.
-Quedarse en el poder por más tiempo.
-Prolongar su mandato con una corcholata que reciba instrucciones desde “La Chingada”.
-Quedar como el mejor presidente de México, lo que aún no logra.
-Alimentar su mega-ego y castigar con odio y rencor a quienes le hicieron daño.
-Avanzar en su populismo y mesianismo para que lo adoren más.
-Que su nombre e imagen queden grabado de por vida en las mentes de sus adoctrinados.
-Implementar un sistema socialista-comunista, que se ha demostrado que no funcionan y con un vecino capitalista con mucho poder.
-Encerrarse en un nacionalismo, frente a un mundo globalizado con implementación de altas tecnologías e inteligencia artificial creciente.
-Generar con sus engaños y burlas más enconos entre los grupos organizados.
-Provocar una guerra interna o civil al dividir a los mexicanos.
¿Qué quiere?
¿Qué busca el eterno candidato?
De acuerdo a Karl von Clausewitz, -uno de los reconocidos estudiosos de este fenómeno-, en su texto De la Guerra, establece que: “La guerra constituye, por tanto, un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al adversario a acatar nuestra voluntad”, y es lo que empuja al tabasqueño para ser un mesías o un general reconocido, con múltiples medallas que cada día toma por la fuerza. Servirá de analogía.
Mientras que Sun Zu en su libro El Arte de la Guerra, destaca: “Las armas son instrumentos de mala suerte; emplearlas por mucho tiempo producirá calamidades. Como se ha dicho: “Los que a hierro matan, a hierro mueren.” Cuando tus tropas están desanimadas, tu espada embotada, agotadas tus fuerzas y tus suministros son escasos, hasta los tuyos se aprovecharán de tu debilidad para sublevarse.
Entonces, aunque tengas consejeros sabios, al final no podrás hacer que las cosas salgan bien. Por esta causa, he oído hablar de operaciones militares que han sido torpes y repentinas, pero nunca he visto a ningún experto en el arte de la guerra que mantuviese la campaña por mucho tiempo. Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo”.
Habrá similitud con estos mensajes, sobre todo cuando engañó a todo el pueblo, incluyendo a sus seguidores que lo apoyan por sus dádivas que entrega a los pobres y grupos vulnerables, pero que no ha podido disminuir en número, por el contrario, han aumentado en el territorio nacional.
Por haber creado un gabinete de ineptos -no todos, pocos y muchos que han preferido renunciar a seguir en su juego-, con 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de profesionalismo, que no dan pie con bola y que por el contrario le provocan problemas graves que se acumulan con los días y que se gastan los recursos públicos en planes y programas inviables, mal planeados o innecesarios, que no salen bien,
Poco a poco ha maltratado y denostando a millones de mexicanos que ven que Andrés Manuel López Obrador fue una mentira implementada con engaños. Agrega San Zu: “Las reglas militares son cinco: medición, valoración, cálculo, comparación y victoria. El terreno da lugar a las mediciones, éstas dan lugar a las valoraciones, las valoraciones a los cálculos, éstos a las comparaciones, y las comparaciones dan lugar a las victorias”. Y AMLO nada le ha salido bien, a pesar de haber recorrido varias veces el país.
Pero el rey de Tabasco, actuó tan mal que nada de estas palabras pueden ser ciertas, ya que ha sembrado tanto encono entre la población que se han dado cuenta de lo que busca el “salvador de México” y a quienes no ha podido cumplir sus promesas de campaña que le dieron el triunfo ante una ciudadanía cansada de ser explotada con corrupción, con impunidad, que aumenta con planes como “abrazos y no balazos” al incrementar la violencia y ríos de sangre por todo el país.
Se ha extralimitado en sus acusaciones, sobre todo a más de cuatro años de su administración, al señalar a gobiernos anteriores de ser los generadores de corrupción, violencia, impunidad cuando en su gestión no avanza en ningún campo, tal vez debamos de felicitarlo porque ha creado ciudadanía y a despertado la participación civil.
La narrativa de “El Rey del Cash”, ha desnudado a un seudo-líder que creyó que podía seguir con sus planes personales que, hasta el momento, siguen avanzando con dos pasos para adelante y uno para atrás, pero que la ciudadanía buscará a través del voto, dejarlo sin efecto, a él y a su camarilla, en el próximo sexenio particularmente cuando muchos se equivocaron de que sería la figura salvadora de los olvidados.
“Que la historia nos juzgue”, puntualizó en su mensaje ante los diputados federales cuando fue acusado por desacato a la autoridad, siendo jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, al que llegó con ilegalidades, al falsificar su credencial de elector para cumplir con el requisito de residencia.
Y a sus alumnos les ha dado experiencia y conocimientos en el arte de estafar como ha sucedido con la maestra Delfina Gómez, que abusó de su poder como presidenta municipal de Texcoco, al quitarle el diezmo del salario de los trabajadores, hecho que hizo el primer mandatario de la nación cuando fue jefe de gobierno, y todo en efectivo, para no dejar huellas.
Como le han dicho muchas veces, la historia lo juzgará y lo dejará en el lugar que le corresponde en México, tal y como ha sucedido con otros presidentes de México como don Adolfo Ruiz Cortínez a quien apodaban “La Momia”, mientras que a don Adolfo López Mateos, le decían “El Sonrisas Colgate”. El actual mandatario ya le colocaron algunos apodos, que dan lástima, pero como dicen, ¡¡¡se los ganó!!!
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