El PAN, Golpeado por el Cártel Inmobiliario; PRI y PRD Tienen a sus Precandidatos a la CdMx

*La Inesperada Coalición que Produjo la

Tragedia en Morena

*Cinco Alcaldes Opositores en Busca de 

la Candidatura

*De Morena se Apuntan Cuatro y Solo

una, con Posibilidad

*De Cárdenas a Sheinbaum, la Izquierda

ha Gobernado

*Irrita al Presidente que el PAN Mantenga

Benito Juárez

 

ALBERTO ALMAZÁN

 

A 10 meses de distancia para dar comienzo el proceso electoral para la elección del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el escenario para las oposiciones es más que sombrío. La consigna del Gobierno federal es que la Jefa de Gobierno recupere lo perdido en 2021.

Aunque gobiernan 9 de las 16 alcaldías que conforman el marco jurídico de la capital, representan al 40 por ciento de la población registrada en la Lista Nominal de ciudadanos del Instituto Electoral de la Ciudad de México. 

En las Alcaldías en las que obtuvieron la preferencia electoral, habitan las clases altas y medias, en su mayoría, lo que no significa que carezcan de zonas deprimidas. 

Todas y cada una de ellas, como en las otras 7, prevalecen las colonias deprimidas en donde se refugia la delincuencia y hasta ahora nadie, ni los de antes no los de hoy, han podido erradicarlas. 

Sin que se presuma el apoyo de quienes tiempo atrás y en el presente y dirigieron políticamente las demarcaciones, en la actualidad aumentó la violencia, el robo, el homicidio, el cobro de piso. La presencia de células de diversos cárteles criminales, se ubican lo mismo en Tláhuac que en Cuauhtémoc; en Álvaro Obregón y Gustavo A. Madero, en Miguel Hidalgo y Xochimilco, en Magdalena Contreras e Iztapalapa. 

Haber triunfado en la tierra donde sembró la semilla que germinó la política populista, provocó el enojo de quien entre 2000 y 2005 -a partir de 2006 solicitó licencia para buscar la Presidencia de la República- si bien fortaleció la democracia también se incrementó la sed de venganza. Hoy los 5 varones y 4 mujeres que desplazaron a los morenistas, son víctimas de persecuciones políticas. Han denunciado que la Contraloría General del Gobierno de la Ciudad de México ha filtrado que tiene abiertas carpetas de investigación de todos ellos y el acoso va en aumento.

Más allá de las quejas personales y el relativo buen trabajo que realzan en cada una de las Alcaldías, sus nombres no impresionan a nadie. Son, quizá, conocidos por las acusaciones que se las han formulado y la fama llevó a la cúspide de su carrera a Sandra Cuevas y a Mauricio Tabe. No por sus buenas gestiones sino por temas de coyuntura que, en el caso de la alcaldesa de Cuauhtémoc, generó una batalla mediática-jurídica que finalmente ganó. En el caso del responsable en Miguel Hidalgo, la apertura de un negocio de tacos sin licencia y atendido por su padre, quien amenazó con un cuchillo cebollero a quien buscaba clausurar el sitio, enterró las acciones positivas llevadas a cabo.

Desde el momento en que se integraron a la administración pública, todos y todas, empezaron a tejer sus redes políticas que los impulsen hacia otros estadios de gobernanza.

No buscan ser diputados, casi todos lo han sido, ya federales, ya locales. El Senado queda a distancia por la movilización política del partido oficial y sus adláteres.

¡Quieren ir a la grande!

Sí, tratan de posicionarse para ser considerados por sus partidos o por la coalición que los postuló y los llevó al triunfo, como candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. 

Desde la reforma constitucional de 1996 que confirió al Distrito Federal el derecho de elegir a su Jefe de Gobierno em 1997, no a los delegados, los titulares de la cartera pertenecieron al PRD hasta 2012, cuando Miguel Ángel Mancera, un oscuro político cuyo paso por la administración local se centró en la procuración de justicia, resultó victorioso y dejó en el camino a Mario Delgado, el delfín del jefe de Gobierno en turno, Marcelo Ebrard.

DE CÁRDENAS

A SHEINBAUM

A lo largo de la historia electoral de la Capital del País que le permitió el ingresó a la democracia, el PRI fue desplazado y jamás se recuperó.

Con la nueva estructura del Distrito Federal, acabó la era de los regentes e inició la de Jefes de Gobierno. 

El proceso comenzó con el triunfo, en aquel entonces, del dos veces candidato presidencial del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien venció a aspirantes “probados” por su eficiencia electoral. Del PRI se presentó Alfredo del Mazo González. Del PAN, Carlos Castillo Pereza. En total participaron   8 candidatos de los cuales solo una mujer apareció en la boleta: Viola Torres, conocida por haber sido la esposa de Guadalupe Trigo y cuya carrera artística la posicionó ante el público.

Cárdenas ganó con el 48.09 por ciento de los sufragios y su más cercano contrincante, Del Mazo, alcanzó el 25.60. 

En busca de una tercera oportunidad de convertirse en presidente de la República, el hijo del general renunció a su cargo y en su lugar ingresó la primera mujer que gobernaba el Distrito Federal, después de 25 regentes entre 1928 y 1997: Rosario Robles, quien lo sustituyó por espacio de 11 meses.

La siguiente elección, polémica y el que se registraron dos hechos controversiales, también la ganó el PRD. En esa ocasión, con Andrés Manuel López obrador, quien legalmente estaba impedido por no reunir el requisito de residencia de 5 años anteriores al día de la elección. Sin embargo, Ernesto Zedillo ordenó que lo dejaran participar. Se conocía la historia iniciada 4 años antes, cuando el tabasqueño se apoderó del Zócalo en una acción que buscaba derrocar al gobernador Roberto Madrazo Pintado y que obligó al penúltimo regente, Manuel Camacho Solís, a negociar y financiar el plantón. Se habló y se habla de un financiamiento de 9 mil millones de pesos.

En 2006, Marcelo Ebrard fue ungido como el tercer jefe de gobierno electo. Y en 2012. Mancera arrolló en los comicios. Todos ellos militaban en el PRD. El más antiguo, Cárdenas, fundador con otros políticos del PRI, que conformaban el ala izquierda y lo abandonaron en 1987, para formar el Frente Nacional Democrático integrado por los llamados partidos pequeños y que representó la sorpresa en las elecciones de 1988, que ganó Carlos Salinas de Gortari y quien fue acusado de haber cometido el “gran fraude electoral”. Fue cuando “el sistema se cayó” y Manuel Bartlett tardó 48 horas en ponerlo a funcionar.

El final del PRD como partido gobernante en la Ciudad de México, llegó a su fin en 2018, cuando Claudia Sheinbaum obtuvo el triunfo y dejó en el camino a Alejandra Barrales. Catorce de las 16 alcaldías se pintaron de guinda. Para el PAN y el PRI solamente una victoria por partido. Desde 1997, Acción Nacional ha gobernador la Benito Juárez.

TRAGEDIA GUINDA

EN EL 2021

El Distrito Federal y más tarde la Ciudad de México se convirtió en el feudo de la izquierda. El PRI, que no competía porque el regente era designado por el Presidente de la República, había construido una red electoral que parecía invencible y la mostraba mediante el número de diputados federales que existía en la Capital del País. De los 30 distritos electorales, ganaba de todas, todas. Ya con la Asamblea Legislativa, a la que se le asignaron 40 distritos electorales, en los comicios de 1987, barrió y se quedó con los 40 asientos. Marcelo Ebrard, entones secretario general del PRI del Distrito Federal estaba anotado en el primer lugar de la lista plurinominal y no llegó. Se perdió la primera legislatura y… ¡todas las demás!, porque ya no quiso ser diputado local. Pisó San Lázaro cuando con Manuel Camacho fundó el Partido Centro Democrático.

Con la primera victoria de la izquierda, el PRI se disminuyó y hoy sobrevive con las diputaciones plurinominales y eventualmente con una alcaldía.

Con una acción inesperada, a finales de 2020 nació la Coalición Va Por México que permitió la unión de partidos diferentes ideológicamente, pero con personajes que trabajaron intensamente para alcanzar las candidaturas y enfrentar a la aplanadora de Morena, que con 14 alcaldías en su poder, decidía por toda la ciudadanía de la Capital del País.

La sorpresa se gestó en las urnas. Morena perdió 7 de las 14 alcaldías en donde gobernaba y mantuvo, sin embargo, las de mayor población.

Desde el momento en que se conocieron los resultados, Palacio Nacional se cimbró. No se daba crédito a la derrota y menos al triunfo de “los conservadores”.

Relevos al por mayor entre los operadores de Morena, PVEM y PT, que no supieron manejar los comicios y permitieron la derrota.

Los victoriosos celebraron el triunfo y pronosticaron que en 2024 arrebatarían el gobierno de la Capital, porque ellos y ellas se dedicarían a trabajar intensamente en beneficio de la población y atendrían los problemas sensibles que se archivaron en “algún cajón de escritorio”.

Para los analistas, la derrota se tribuyó a las malas acciones emprendidas por el Gobierno federal y secundadas por el de la Ciudad de México. 

Desde el momento de la derrota, el Presidente de la República y la Jefa de Gobierno, al igual que los dirigentes de Morena, la calificaron de una tragedia que, examinaron, no deberá repetirse.

LOS NUEVOS Y LAS

AMBICIONES

A partir del reconocimiento legal que los convirtió en alcaldes y alcaldesas, los 9 nuevos responsables de la gobernanza de 2 millones 844 mil 634 ciudadanos, iniciaron la carrera hacia 2024. Algunos de ellos para ser reelectos “y terminar lo ofrecido” y otros, cuando menos cinco, han mostrado sus claras y legítimas ambiciones políticas: conquistar el triunfo y ser, alguno de ellos o de ellas, quien encabece el gobierno de la Ciudad de México.

Los primeros apuntados y que han profundizado sus precampañas disfrazadas han sido Santiago Taboada, de Benito Juárez, Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo, Lía Limón, de Álvaro Obregón, Adrián Ruvalcaba, de Cuajimalpa y Sandra Cuentas, de Cuauhtémoc.

Por el lado del partido oficial, se promueven Clara Brugada, de Iztapalapa, Armando Quintero, de Iztacalco, Francisco Chiguil de Gustavo A. Madero y José Carlos Acosta, de Xochimilco. Todos ellos fueron reelectos y cumplirán 6 años de alcaldes.

Sin embargo, salvo Brugada, los alcaldes de Morena parecen tener el destino escrito: se quedarán en donde están si los reeligen o irán al Congreso Local. Nulas posibilidades de ser sucesores de Claudia Sheinbaum, aunque en sus alcaldías tienen control absoluto.

En Morena se tiene estimado que quien encabece la candidatura en 2024 surgirá de entre Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana -a quien Jesús Sesma diputado local, lo consideró un súoer héroe-, Martí Batres, secretario de Gobierno de la CdMx y senador con licencia y Rosa Icela Rodríguez, hoy secretaria de Seguridad Pública Ciudadana Federal y antes secretaria de gobierno de Claudia Sheinbaum.

¿POSIBILIDADES PARA

LOS OPOSITORES?

En democracia no hay nada escrito. 

Si bien en los tiempos actuales las encuestas parecen servir de radiografía en materia política y pueden impulsar a tal o cual candidato a un cargo de elección popular, los opositores que buscan alcanzar la Jefatura de Gobierno encuentran escollos difíciles de superar.

Tres son los elementos que juegan. A saber:

1.- Que sean conocidos no solamente en sus alcaldías sino en el resto;

2.- Que cuenten con respaldo político y económico y,

3.- Que sean “inmaculados” para no ser víctimas de las descalificaciones.

Para quienes no gozan de las simpatías de la Jefa de Gobierno y tampoco del Presidente, será remar contracorriente.

Hasta ahora se a advertido que quienes brillan con más intensidad, sin que deslumbren, han sido descalificados por Claudia Sheinbaum e incluso por el presidente.

El escándalo por el cártel inmobiliario, pega en la línea de flotación de Santiago Taboada y del PAN; en general. Jorge Romero, diputado federal y coordinador de la bancada albiazul, estaba en la lista de su partido para ser candidato en 2024. Las denuncias en contra de algunos de sus excolaboradores cuando fungió como delegado en Benito Juárez -hay tres sometidos a proceso-, lo hacen débil para la contienda. Y el señalamiento presidencial de que es inexplicable que el PAN gobierne la Alcaldía desde hace 30 años, tiene las dos vertientes: que a los habitantes se irriten e indignen por lo expuesto en Palacio Nacional o que le den la espalda al PAN. De los albiazules, se apunta Kenia López Rabadán, senadora de la República y contestataria de las mañaneras con la contramañanera. 

Lía Limón mantiene el diferendo con la Jefa de Gobierno e incluso ha denunciado ser una de las víctimas de las “indagatorias” de la Contraloría del gobierno capitalino. En su enfrentamiento con la gobernadora han salido reclamos por la falta de recursos que dejó la antecesora, Layda Sansores y por las obras inconclusas. Solicitó mayor presupuesto para mejorar la seguridad y le fue negado. En algunas ocasiones, no ha sido invitada a las reuniones con alcaldes. 

Tabe perdió terreno con el problema generado por su padre y se antoja difícil, no imposible, remontar ante la opinión pública y política que inclinarán la balanza para la eventual candidatura.

Ruvalcaba ya inició una campaña para darse a conocer en otras latitudes alejadas de Cuajimalpa. Vía telefónica, una voz femenina, informa de las actividades del alcalde y se presumen obras que, al no estar en la zona, son imposibles de corroborar.

Y Sandra Cuevas, una desconocida hasta antes de su victoria y dejar en la banca a la poderosa Dolores Padierna, ha levantado la mano para ser tomada en cuenta por su partido, el PAN, rumbo al 2024. Libre de las acusaciones formuladas por la Contraloría y por dos policías que se dijeron lesionados en su dignidad, además de ser criticada por arrojar bolas de tenis con billetes de 500 pesos, es de las marginadas por la Jefa de Gobierno.

Por lo tanto, los escenarios para las oposiciones, por cuanto a los alcaldes de la Ciudad de México, no son halagüeños.

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